Son las estrellas de la cuarentena pero también están nerviosas: las "telcos" tienen problemas para cobrar
La morosidad comienza a ser una preocupación más de las empresas de telecomunicaciones que deben garantizar los servicios de conectividad y también de televisión por cable en tiempos de restricciones por el Covid-19.
A las grandes empresas la tasa de morosidad se les duplicó desde que comenzó a resentirse la actividad económica. Y las pyme y cooperativas de telecomunicaciones tienen índices de morosidad que van desde el 30% en los mejores casos, hasta el 80% en el caso de otras. Pero lo peor se espera a partir de este mismo mes de mayo.
Marzo fue un mes de complicaciones para cobrar los servicios de telecomunicaciones más allá del tamaño de la empresa una vez que se dispuso la cuarentena obligatoria.
Para las ubicadas en las provincias o el interior de ellas, donde los habitantes todavía son reacios a pagar por medios electrónicos y optan por el efectivo en sucursal, la situación fue seria. Algunas llegaron a cobrar apenas entre 30% o 40% porque desde el 20 de marzo todo quedó cerrado. Con las grandes empresas ocurrieron cosas más insólitas dada su envergadura, como tener limitados a determinados navegadores las páginas de consulta de facturación, y por ende, de posibilidad de pago.
Lo cierto es que la preocupación crece porque estas empresas también están sometidas a una serie de obligaciones que serán de cada vez más difícil cumplimiento si la morosidad se profundiza.
"El Estado nos llenó de obligaciones: no podemos cortar, no podemos aumentar, no podemos instalar, no podemos entrar a los domicilios, tenemos que llenar planillas para ver si la gente puede pagar o no. ¿Cuánto podemos aguantar en esta situación? Es la discusión que estamos teniendo porque no estamos teniendo acompañamiento de nadie", dijo en estricto off the record el dueño de una prestadora de servicios del interior.
Se refiere al decreto 311/2020 que, en líneas generales, obliga a las empresas de telefonía fija y móvil, de internet, de TV paga, como también de energía, gas y agua a continuar dando el servicio a los usuarios que registren una mora o falta de pago de hasta tres facturas consecutivas o alternas con vencimientos desde el 1° de marzo de 2020.
En el caso de las empresas de telecomunicaciones tendrán la obligación de mantener un servicio reducido y las medidas se mantendrán durante 180 días corridos desde el 24 de marzo pasado. Es decir, hay que ponerle el hombre a la situación hasta finales de septiembre. Pero no pueden entrar a los domicilios de las personas en caso de que haya un problema que arreglar. Los técnicos asesoran a los clientes, barbijo y teléfono mediante, desde la vereda sobre cómo cambiar un módem u otro dispositivo.
Lo peor está por venir
La mora arrancó en marzo, aunque algo se cobró. En abril se siguió con un nivel similar. Pero la situación promete comenzar a ponerse seria a partir de este mismo mes. Especialmente entre las pymes y cooperativas de telecomunicaciones que atienden en el interior.
"Lo más importante es que las empresas puedan seguir proveyendo servicios y dar sostenibilidad a través de políticas de largo plazo. Cuidar la cadena de pagos es parte de esa sostenibilidad, que está atada directamente a los ingresos de las personas. Por eso es importante cuidar a las poblaciones vulnerables en este contexto pero hacerlo sin poner en riesgo la sostenibilidad de las compañías", detalló Lucas Gallitto, director de política pública de la GSMA para América latina, una asociación orientada a promover a los prestadores de telecomunicaciones en el mundo.
Y la consideración viene a colación de la situación que se registra entre los distintos actores que conforman el mapa de las telecomunicaciones de la Argentina.
"El panorama es muy dispar entre las cooperativas. Algunas han podido pagar y otras vienen acumulando problemas desde febrero, inclusive, y se está viendo que desde este mes la situación va a empeorar", señalaron desde una de las principales entidades del sector.
"Hay casos en que la morosidad llega al 80% porque están en zonas donde toda la actividad está frenada", dijo Patricio Seoane, de la Cámara de Empresas de Internet (CABASE) en declaraciones a TelcosMedia. Y, en coincidencia con los consultados por iProfesional, destacó que esos casos de morosidad pueden ir del 30% al 50% o al 80% en aquellos casos en donde el parate de la actividad económica es muy grande.
Entre las grandes
¿Qué pasa con las grandes empresas de telecomunicaciones? La situación pareciera ser similar aunque es más difícil de precisar en términos numéricos. Sin embargo, fuentes del sector aseguraron que "el porcentaje de crecimiento de morosidad puede ser alto, en torno al 50%. En los primeros días de la cuarentena estuvo muy complicado el cobro por la escasez de medios de pago, pero una vez que ampliaron las opciones la cosa se estabilizó".
La morosidad de las grandes operadoras podría rondar un nivel inferior al 5%, de acuerdo a datos del mercado. Pero ese nivel podría verse superado a partir de ahora. Ese incremento, sin dudas, también tendrá impacto en las cuentas de las compañías.
En el sector bancario, una morosidad administrable no debería superar el 2%, aunque entre las financieras ese nivel podría ubicarse unos puntos más arriba. El registrado entre las operadoras de telecomunicaciones se ubica en un término medio entre ambos mundos. La diferencia es que, a diferencia de los primeros, este último es de capital intensivo.
Desde Telecom señalaron que "respecto del decreto de necesidad y urgencia 311/2020 reglamentado recientemente, que indica brindar un servicio reducido de las prestaciones ante la falta de pago de determinados segmentos de clientes, estamos generando nuevas opciones de planes comerciales con calidad de servicios y precios a disposición de aquellos ciudadanos más afectados por la situación económica, que durante los próximos meses se le dificulte abonar sus facturas".
Y agregan: "Ello, sin perjuicio de la disposición de la Compañía a pactar nuevas condiciones de pago y financiación. Estos nuevos planes garantizan los servicios mínimos de telefonía fija, móvil, internet y cable conforme lo estipulado en la resolución".
La medida alcanzará tanto a individuos afectados por la situación, como pymes, clubes de barrio y otras entidades que, producto de la inactividad, han visto mermados sus ingresos.
"Telecom no es ajena a la retracción económica producto de la pandemia y también viene atravesando un período de menor actividad comercial, desde que comenzó la cuarentena, y sufrimos en el mismo período una afectación en la cobranza vinculada a los efectos de las medidas dispuestas por las autoridades, como ser el cierre de bocas de cobro en efectivo y a un menor nivel de actividad general", añadieron desde la principal prestadora de telecomunicaciones del país.
De un modo similar se pronunciaron en Telefónica Movistar. "En un contexto complejo como el que estamos atravesando, donde la demanda de conectividad creció en tan solo un fin de semana lo previsto para un año, y en el que los ingresos de la industria cayeron sensiblemente, creemos que es fundamental poder encontrar soluciones que no afecten el delicado equilibrio entre acompañar a los clientes y garantizar la conectividad que apuntale a la sociedad en general y a otras actividades en particular, como la salud y la educación, entre otras".
Y agregaron que , como la industria de las telecomunicaciones es de capital intensivo y altamente dolarizada, "generar una solución genérica que no atienda a la dinámica inherente al sector, lejos de promover un mejor servicio puede afectar directamente la capacidad de dar respuestas a las cada vez más altas demandas de comunicación de todos los ciudadanos".
Entre las grandes y las pequeñas operadoras de telecomunicaciones sí hay un punto en común que las afecta por igual, y es el referido a la relación que mantienen con los proveedores de contenidos, de señales, que alimentan sus servicios de entretenimiento, sea a través de streaming, cable o satelital.
"Los proveedores de señales no han bajado nada. Los proveedores de contenido que no están gastando un peso en ningún derecho deportivo ni nada porque tampoco están pagándole a nadie no nos han bajado un peso. El Estado nos llenó de obligaciones pero no nos tira un centro", describió uno de los informantes.
En este punto hay también negociaciones para encontrar caminos que les permitan a todos los actores de la cadena hacer frente a las obligaciones, ya no sólo de servicios, sino de pago con sus proveedores. Y el hecho de que haya mayor morosidad o una rotura constante de esa cadena no sólo muestra las dificultades crecientes sino que, además, habrá un momento en que se dificultará brindar los servicios con los mínimos de calidad que la situación de pandemia, con trabajo remoto y educación virtual, exige.
Lo cierto es que, de incrementarse los niveles de morosidad, la situación se dificultará más para los distintos prestadores de telecomunicaciones, aun teniendo en cuenta las distintas situaciones que surgen en los diversos puntos del país.