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El mundo contra Vaca Muerta: cómo la joya de la economía argentina cayó víctima del ajedrez global

La pelea de EEUU con Rusia y Arabia Saudita por imponer un paradigma de producción petrolera derivó en el desplome de precios que hace inviable al fracking
24/04/2020 - 16:57hs
El mundo contra Vaca Muerta: cómo la joya de la economía argentina cayó víctima del ajedrez global

El derrumbe de la demanda global de petróleo a raíz de la pandemia, con sus lógicos efectos negativos sobre el movimiento económico mundial, impera como causa el momento de evaluar por qué se pulveriza el valor del crudo.

Pero en el sector, sin dejar de reparar en variable Covid-19, señalan que a la par de la menor demanda por efecto de casi 4.000 millones de personas que en todo el planeta sufren algún tipo de restricción a la movilidad, lo que también motivó el hundimiento total del WTI y la depreciación fuerte del Brent fue la guerra sin cuartel que protagonizan los "peso pesados" del petróleo.

Sendos expertos consultados por iProfesional señalaron que la depreciación del barril también es resultado de una sobreoferta promovida por Rusia y Arabia Saudita para destruir la producción petrolera de no convencionales que encabeza Estados Unidos.

La decisión de ambos países respecto de Norteamérica es desmantelar por completo un tipo de explotación que colocó a la nación que gobierna Donald Trump, en términos de producción, por encima de los popes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Para ello, y aunque en la primera etapa del año habían acordado reducir el ritmo de salida de barriles, tanto Rusia como Arabia Saudita aceleraron a fondo la extracción a partir del mes de febrero y, en simultáneo, comenzaron a implementar descuentos para sumar más "market share".  

Semejante maniobra, combinada con la parálisis en los pedidos de crudo por parte de los países compradores por efecto del estallido del coronavirus, terminó por aniquilar los valores de referencia. Por supuesto que el movimiento de los rivales de Estados Unidos no se agota en la caída total de estos días: la intención es sostener la cotización "pisada" por varios meses de manera tal que Norteamérica pierda definitivamente el liderazgo en la producción alcanzado hace menos de dos años.

¿De qué forma repercute esta ofensiva en el ámbito local? Que Argentina, imitando los métodos de Estados Unidos, concentró el grueso de sus esfuerzos de extracción en el controvertido "fracking" que se realiza en el reservorio de no hicrocarburos convencionales Vaca Muerta, en la provincia de Neuquén.

Y los costos de producción de ese tipo de hidrocarburos se ubican muy por encima de los estipulados para la explotación "tradicional" que llevan adelante Rusia y la OPEP.

"Para Arabia Saudita o Rusia, mover la producción de manera tal que el precio internacional no supere los 30 dólares no les genera daño. Todo lo contrario: mantienen las ventas y comienzan a recuperar mercado. Para el no convencional un precio así es fatal, dado que los yacimientos requieren de un barril en al menos 40 dólares para ser económicamente viables", explicó a iProfesional Horacio Lazarte, experto en mercados petroleros.

El inicio del derrumbe

"Todo comenzó en febrero, cuando se generó un cortocircuito fuerte entre Rusia y la OPEP por el recorte de barriles como manera de sostener un determinado precio. Hasta ese momento se había llegado a un acuerdo para disminuir la producción unos 9,7 millones de barriles diarios. La OPEP propuso subir esa marca a 12 millones y ahí Rusia rompe, alegando que la maniobra implicaba, en concreto, cederle la posibilidad a Estados Unidos de que profundice su liderazgo", añadió.

Lazarte explicó que, a partir de ese momento, Rusia decidió incrementar la extracción de crudo en lugar de recortar como había pactado en un primer momento con la OPEP. Arabia Saudita, enfocada en no perder el tren en la carrera por alcanzar a Norteamérica, imitó a la nación que gobierna Vladimir Putin y también intensificó la labor en sus campos petroleros.

"Arabia Saudita también aumenta la producción y agrega una pauta más para sacar ventaja: promueve descuentos entre sus clientes. Pasó de un beneficio inicial de 4 dólares por barril a superar los 10 dólares de bonificación por unidad. También, siempre, desde la perspectiva de ganar mercado. Ese fue el principio de la caída de los precios, que luego se volvió directamente un derrumbe total por la desaparición de la demanda", aseguró Lazarte.

Es a partir de estas y conveniencias que el desplome se vuelve tendencia. De los 65 dólares que cotizaba en enero de este año, el barril cae 45 en cuestión de semanas y ya en pleno febrero se desmorona a 33. Lo que sigue hasta hoy es una pelea que no deja de intensificarse a partir de la decisión de Trump de blindar de algún modo la actividad en Estados Unidos en tiempos electorales.

En diálogo con iProfesional, Jorge Vasconcelos, vicepresidente e investigador del IERAL de Fundación Mediterránea, sostuvo que a regañadientes el primer mandatario estadounidense ahora se ve obligado a negociar con Rusia y Arabia Saudita porque está en juego su futuro político. Y buena parte del apoyo a Trump proviene de los estados que en estos últimos años crecieron económicamente de la mano de los no convencionales.

"Es muy particular la situación de Trump, que deberá dar concesiones a sus rivales pero al mismo tiempo no puede meter freno a los convencionales por conveniencia política. Su reelección ya viene complicada por la cantidad de muertes derivada del coronavirus y ahora enfrenta una virtual caída del entramado productivo petrolero por el precio bajo del barril. Ha dicho que tiene espalda para almacenar lo que produce el país, lo real es que no tiene espacio para más allá del mes próximo", expresó.

"Rusia, aunque quizás no lo parezca, se preparó para dar esta pelea. Acumuló reservas. Arabia Saudita está en otra posición y no podría sostener los precios ultra bajos por largo tiempo. Pero lo que sí es concreto es que ambos países se está esforzando en hacer retroceder a Estados Unidos en el mercado mundial. Y eso se logra con un barril a 25 o 30 dólares máximo. Basta ese precio para romper todos los proyectos de no convencionales en Norteamérica", agregó.

La falta de demanda hizo el resto

La paralización de la demanda por efecto del Covid-19 sumó al ya complicado escenario petrolero mundial un agravante que hizo estallar por los aires todas las pautas y pronósticos.

"Cuando comenzaron a pararse los mercados, el sector petrolero estimó que el impacto en la demanda rondaría los 6 millones de barriles diarios. Que solo esa porción no se comercializaría. Hoy la demanda caída es de 30 millones. Ni siquiera recortando los 12 millones que proponía la OPEP se podría garantizar un precio relativamente atractivo", sostuvo Lazarte.

"Hoy tenemos un mundo inundado de petróleo, con países productores que les pagan a los buques tanques, en lo que representa una alternativa insólita, para que mantengan almacenado el crudo en alta mar hasta que se visualice algo de demanda. Todo muestra que rusos y árabes están dispuestos a ir lejos para hacerle perder el mayor mercado posible a los Estados Unidos", sentenció.

Es en ese contexto que el sector avizora un empeoramiento en las perspectivas de Vaca Muerta, que ya venía golpeada por el efecto combinado de la caída de precio internacional y los problemas de la economía doméstica.

Vasconcelos sostuvo que, lejos de representar un complot también contra Argentina, "la decisión de quebrar el predominio de Estados Unidos le pega a los proyectos locales por compartir una misma estructura de costos".

"En la decisión de sacar de la cancha a los estadounidenses Rusia y Arabia Saudita van a terminar quebrando todo el mercado de no convencionales si mantienen esta estrategia. La única forma de sobrevivir a este momento es esperar a que lleguen a un acuerdo. Y que se active fuerte la demanda con el fin de las políticas de aislamiento que predominan en casi todo el mundo por la pandemia", dijo.

"Para la Argentina esta guerra que tiene lugar es algo muy serio. No hay claridad respecto de cuánto va a durar la pelea en torno al precio y con el país en virtual default se hará cuesta arriba incluso incrementar la provisión de gas para consumo interno. Quizás la colocación de un barril 'criollo', como se menciona, resulte una opción válida por un tiempo. Pero habrá que ver quién paga ese precio tan por encima del valor internacional", concluyó.

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