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Fondos buitre aceleran compra de bonos argentinos y amenazan con bloquear canje de Guzmán

Un grupo de inversores dice tener más del 16% de los bonos de la era K. Otros también empiezan con sus estrategias para forzar mejoras en la oferta
22/04/2020 - 17:02hs
Fondos buitre aceleran compra de bonos argentinos y amenazan con bloquear canje de Guzmán

Toda acción tiene una reacción. Y los comentarios de Martín Guzmán advirtiendo que no habrá ninguna mejora en la oferta por la deuda que ya fue públicamente rechazada por los grupos de bonistas, dispararon un nuevo escenario. Ahora, en Wall Street creen que el país está mucho más cerca del default que antes y empiezan a actuar en consecuencia.Diversas fuentes de bancos de inversión confirmaron a iProfesional que los denominados "fondos distressed", más conocidos como "buitres", están comprando bonos argentinos. Esta clase de inversores, cuya estrategia es adquirir papeles a precios de remate poco antes de que el emisor pueda llegar a caer en default, ven en la Argentina un candidato ideal.

"Están comprando de todo. Pero principalmente los bonos Par y Discount. Les encanta la guerra y ven que pueden hacer mucho daño en este momento", explicó a este medio un estratega de un banco de Nueva York.

En las mesas de trading en Manhattan dicen que se está viendo mucho "two way flows"; o sea, muchos fondos comprando y vendiendo, cambiando de manos. "No significa que estos buitres le están comprando los bonos a los acreedores que se espantaron con la oferta de Guzmán. Pero cada uno empieza a hacer el juego para bloquear ciertos títulos y así tener mayor poder de presión", confirman en los bancos.

Esto tiene que ver con la matemática de los inversores. Teniendo en cuenta las cláusulas de acción colectiva (CACs) vigentes, especulan con qué clase de bonos tener en cartera.

Por ejemplo, de los bonos que ingresan en la reestructuración, todos los emitidos en la era Macri, tienen CACs del 66,6% del total y más del 50% de cada serie de ese mismo título. Quiere decir que el Gobierno necesita obtener ese 66% de adhesión de cada clase de esos bonos para forzar al resto a aceptar el canje.En el caso de los títulos emitidos durante el kirchnerismo (en 2005 y 2010) están los Par y Discount. Para que Guzmán pueda cantar victoria necesita obtener un nivel de aceptación aun superior: 85% del total más el 66,6% de cada serie.

Precisamente, en este último caso es donde se están enfocando los denominados "fondos buitre". Al acaparar más del 15% del total podrían bloquear un arreglo con mucha facilidad. "No necesariamente buscan que Argentina caiga en default, pero ven que pueden presionar para obtener mayores beneficios en la negociación", explicó un ex negociador de la deuda argentina.

Más presión para Guzmán

Así, comienza a complicarse seriamente el panorama para el país en su camino por esquivar un default masivo. Se especulaba que algunas series de bonos podrían tener un resultado "exitoso" en el canje, mientras que otro no. Esto tiene que ver con que la oferta de Guzmán es muy agresiva para los que tienen bonos más largos y reestructurados (precisamente, están los Par, Discount y el Bono a 100 años), ya que se los penaliza mucho con la baja de las tasas de interés. La máxima aspiración era un default parcial y no total.Pero ahora la estrategia de los fondos agresivos empieza a generar más presión sobre el esquema planteado por el Gobierno. Los fondos que están detrás de esta movida son muy conocidos en Wall Street: Monarch, HBK Capital Management, Cyrus Capital Partners, VR Capital Group. Estos acreedores, que forman un grupo más de 20, ya le hicieron saber a Guzmán que no apoyarán el canje y lo acusaron de haber lanzado una propuesta "unilateral" y de "mala fe".

Este comité, que está apadrinado legalmente por Dennis Hranitzky, un ex Dechert LLP, el estudio de abogados que asesoró a Paul Singer de Elliott Management hasta que ganó el juicio contra la Argentina en 2016, dice tener alrededor de u$s4.000 millones en deuda del país. Afirman que en sus manos está el 16% de los títulos Par y Discount, los que tienen las cláusulas más "beneficiosas" para los bonistas.Monarch Alternative Capital es la cabeza de este grupo de fondos que compran activos "en problemas". Es una firma dirigida por Michael Weinstock, Andrew Herenstein y Chris Santana. Fundada en 2002, los orígenes de Monarch Alternative Capital se remontan a 1992, cuando estos financistas se unieron en Lazard Frères & Co. (ahora, el banco asesor de Guzmán) para construir un equipo de research de deuda en dificultades líder centrado en los Estados Unidos y Europa.

Pero también habría otros que no forman un grupo sino que juegan solos esta pelea por la deuda. Ahí estarían Aurelius y BlueAngel, quienes también ganaron el "juicio del siglo" a la Argentina. Ellos están siendo asesorados por el estudio Dechert. Éstos, se dice en Nueva York, está revoloteando pero compran ni bien el país caiga en default.

"No le veo el sentido en este caso. Porque si a lo que apuestan es a un default, va a ser muy complicado cobrar en este momento", explicó un ejecutivo que estuvo hasta el 2010 litigando contra el país por el default del 2002.

"Ya no es negocio hacerle juicio a los soberanos, tardás mucho en cobrar y es muy costoso. Por eso Singer, después de ganarle a la Argentina en 2016, se bajó de ese barco", añadió en relación a que NML Capital ya no va detrás de países sino que se enfocó en la deuda corporativa. De hecho, no tiene ninguna tenencia en la Argentina.

Pero no solo estos fondos más agresivos están saliendo de shopping para sumar bonos argentinos y, eventualmente, bloquear un arreglo. El grupo que lideran BlackRock, Fidelity, Templeton y AllianceBernstein entre tantos otros, dice tener el 25% de la deuda emitida por Macri y otro 15% de los títulos surgidos en la era K. Si los números fueran tan así como dicen (a veces exageran para presionar), entre el grupo de fondos buitre -o hedge funds- y este, ya tendrían 30% de la emisión de Pares y Discount.

Más allá de que con el supuesto 25% en bonos Macri, teniendo en cuenta que esas CACs se activan a partir del 66%, tampoco quedan tan alejados para sumar voluntades e intentar bloquear un arreglo.La situación es muy compleja y los fondos se preparan para dar pelea. Alguno más, otros menos, la "guerra" por la reestructuración ya comenzó.