Masivo rechazo al confinamiento agravado para mayores de 70: "Es injusto, denigrante e inhumano"
Los mayores de 70 años deberán pedir permiso para salir a la calle. Así lo dispuso el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en una medida que entrará en vigencia este lunes. Ni bien se conoció la decisión, respetados intelectuales, así como voces calificadas del Derecho, expresaron su rechazo, en algunos casos en muy duros términos.
El escritor Marcos Aguinis consideró que la cuarentena inicial dispuesta por el gobierno nacional "fue oportuna y positiva", pero aún comprendiendo que responde a "la facilidad de contagio y a que son más débiles frente a la enfermedad", sostuvo que la restricción a los mayores de 70 "fue planteada en forma inadecuada, porque parece considerarlos como un sector condenable de la sociedad, un sector que molesta".
"Son medidas que, además de incómodas, denigran a los mayores. Esto debió plantearse de otra forma, como una actitud de respeto y del cuidado que merecen, para protegerlos y no para denigrarlos", señaló a Infobae.
De igual manera se pronunció Graciela Fernández Meijide: "Los mayores sabemos de nuestra fragilidad, pero no es prohibiendo que van a lograr que nos cuidemos mejor. Nunca las prohibiciones o restricciones de este tipo son buena idea". "Esta es, además, una medida absurda, e impracticable", subrayó la ex integrante de la Conadep.
"Hay detrás de esta idea ─que el ministro de Salud de la Ciudad, Fernán Quirós, hoy ni siquiera podía justificar, lo que me hace pensar que no fue idea suya─ una vibra autoritaria frente a la que reacciona cada fibra de mi cuerpo", señaló a Clarín.Y desafió: "A mí, que me detengan, a ver dónde me mandan. ¿Van a amontonarnos dónde? Hay una tendencia autoritaria contra la que visceralmente todas mis células reaccionan. Ojalá esta ocurrencia de alguno sea revisada y no llegue a ponerse en práctica en los hechos".
"Protección SI. Prisión domiciliaria NO". Esa fue la consigna que eligió Alcira Argumedo para expedirse sobre el tema en las redes sociales. "Miren que los mayores de 70 fuimos los jóvenes de los 60´. Vamos a resistir: no nos encerrarán!!! (sic)".
El mismo tono empleó el periodista y analista económico Dardo Gasparré. "No tramiten ningún permiso. Que la policía tenga que detener a 100.000 viejos por día", manifestó desde su cuenta de Twitter.
"Con la misma indiferencia conque hoy se analiza la prisión domiciliaria de los viejos, fue creciendo el nazismo hitleriano", lamentó.
"¿Qué disposición autoriza a Rodríguez Larreta a infringir los artículos 14 y 16 de la Constitución Nacional? ¿Y la interpelación e indagación policial en base a la apariencia o vestimenta?", se preguntó en otro mensaje.
En tanto, Juan José Sebreli, señaló: "Me parece un disparate", lanzó. El prestigioso intelectual recordó que no es opositor, que votó a Horacio Rodríguez Larreta y que quizás lo seguirá haciendo. Pero cree que en este caso el mandatario porteño se equivocó."Es discriminación a los ancianos. Yo sufrí toda mi vida la discriminación. Discriminación por por ser antipopulista en un país populista; por razones sexuales... Toda mi vida fui discriminado y ahora, al final de la vida, cuando por primera vez logro disfrutar de la libertad, vuelvo a ser un prisionero domiciliario", dijo.
Sebreli, además, llamó a incumplir la norma que entrará en vigencia este lunes. "Incito a todos los mayores de 70 años, que somos millones, a que desobedezcan esta ley. Y esto no es ser antidemocrático; la democracia instauró como una de sus leyes la ley de desobediencia civil. Yo estoy dispuesto a salir a a la calle todos los días -con barbijo y con distancia social- e incito a todos, que somos millones, a hacer lo mismo".
Alejandro Fargosi, abogado y ex integrante del Consejo de la Magistratura, indicó: "Dicen que la prisión domiciliaria para los post-70 ‘cayó mal porque fue mal comunicada’. No. Cayó y cae (porque sigue) mal, porque es inconstitucional, excesiva, injusta, denigrante e inhumana. Cuánto mas quieren justificarla, mas demuestran que está mal".
Juan Archibaldo Lanús también se expresó duramente. "Nos quieren poner en un corral cuyos protocolos se asemejan a las normas que se impusieron en Alemania en el siglo pasado", dijo el ex embajador en Francia."La decisión de Larreta no solo es inconstitucional sino que atenta contra uno de los ideales básicos de la nacionalidad de nuestro país, donde la libertad de movimiento fue un paradigma de nuestra cultura popular", explicó.
"El simulacro de la cuarentena con que se quiere hacer frente la pandemia ahora se quiere agregar el control de al libertad de movimiento. Contra este aprendiz de dictador, que es nuestro jefe de gobierno, debemos levantar la bandera del más precioso ideal que sostiene la dignidad de los argentinos: la libertad", finalizó.
El historiador Luis Alberto Romero consideró que la medida "fue tomada en el estilo de los médicos sanitaristas, que históricamente siempre ha sido drástico".
"En este caso, como dice Semino, es unilateral, pues no toma en cuenta la variable del estado de ánimo de los mayores que quedamos enclaustrados y que, como cualquier médico clínico sabe, es de gran importancia para la forma en que cada persona reacciona a la agresión del virus. Y respecto del estado de ánimo, ciertamente es una medida humillante", dijo.
"Esto lleva no al fondo de la medida sino a la forma: la prohibición, el papel para circular, el interrogatorio telefónico, el policía que puede detenernos en la calle. Parece tomado de una película sobre el nazismo o los regímenes comunistas. Solo nos queda ver si el 147 está preparado para recibir tantas llamadas, si hay telefonistas entrenadas para llevar adelante el interrogatorio, sin convertirlo en inquisitorial, y lo mismo para los policías en las calles. Veremos", escribió en un mail que envió ante la consulta de Infobae.
"Ha habido una reacción, por parte de personas con llegada a los medios. Una de ellas es la de mi colega y amigo Gastón [por José Emilio] Burucúa. Una reacción dura, extemporánea, quizá criticable desde muchos puntos de vista, pero eficaz, pues ha instalado el tema en la discusión. Él y otros han alertado al Gobierno de la Ciudad, que rápidamente dulcificó los términos, transformando la prohibición en recomendación", abundó Romero.
"Como lo conozco bastante bien, estoy convencido de que calculó el efecto que iba a producir y eligió los términos y la forma, como para que ningún periodista lo pasara por alto. Una suerte de sacrificio personal por una causa respetable. Chapeau. (En otra ocasión podría comentar la reacción -que ya es un reflejo pavloviano- de la comunidad judía cada vez que alguien alude al genocidio judío por los nazis)", agregó.
Y cerró: "Esa causa respetable es la de las libertades personales, que no es menor en la Argentina. Nadie duda de que, durante una pandemia, se requieren decisiones que comprimen esas libertades. Pero precisamente en la Argentina, con una tradición muy próxima de gobiernos decisionistas, prestos para avanzar sobre las libertades en muchos terrenos, es necesario estar atento. Que la pandemia no sea finalmente el camino del ‘vamos por todo’. Obviamente, no es la intención del Jefe de Gobierno de Buenos Aires, pero nadie es dueño de las consecuencias de sus actos".
En tanto, el escritor y diplomático Abel Posse entiende que se trata de una medida exagerada. "Le van a dar al encierro un golpe de llave", graficó. "Podría hacerse de una forma más suave, me parece que esta forma de control continuo es ridícula", dijo.
"Parece una exclusión, y todo lo que parece una exclusión está mal. Yo salgo muy poco, pero de todas maneras no me gusta tener que pedir permiso", señaló a Infobae.
Y concluyó: "Entiendo que es fundamental conseguir el aislamiento, pero que no sea a costa de una discriminación, porque de eso se trata: una discriminación con fines buenos, pero a fin de cuenta es antipático".
El escritor Jorge Asís, por su parte, se expresó a través de las redes sociales: "Creer que con sedentarismo y reclusión se los cuida es un error bobo #gerontofobiainstitucional. Es protección tóxica. Una falta de respeto que estigmatiza. Discriminación simulada".
"El Estado Autoritario (con causa noble) mantiene la sutileza del carnicero soviético de la década del 30. Cortes iguales #gerontofobia Ordena: 'Tenés 74 y corresponde que se te pegue el viejazo’. Bobos", agregó en otro mensaje.
Y remató: "Resistencia a ser escuchado, contenido, entretenido por los analfabetos funcionales que creen que con sedentarismo y reclusión cuidan al discriminado por portación de edad. #gerontofobia".
José Carlos Chiaramonte, profesor de historia y ex director del Instituto Ravignani, autor de numerosos libros, apuntó: "Creo que si la medida inicial fue de prohibición es criticable. Aparentemente, si fue así, habrían dado marcha atrás".
Chiaramonte analizó: "Aunque no soy prosélito del partido en el gobierno, creo que, junto a parte de la oposición, parte de ella en el gobierno de la ciudad de Buenos Aires ha encarado bien la amenaza de la pandemia, pese a varios errores que no me parecen tan inesperados dada la dificultad enorme que implica afrontar esa amenaza. Por otra parte, mientras actitudes de crítica frente a esos y posibles nuevos desaciertos son útiles mientras tengan por objetivo mejorar el combate contra el virus, otras críticas parecen responder más a posturas partidistas movidas por el temor al grado de aprobación que recibe el Presidente, que a una verdadera preocupación por la amenaza de la pandemia".