El punto más débil del plan de emergencia: los créditos para pymes siguen llegando en cuentagotas

Cuando el Gobierno anunció que habría ayuda para que las pymes pudieran pagar los salarios de sus empleados a pesar del parate económico ocasionado por la pandemia del Covid-19 muchas fueron las expectativas que se generaron. El ministro de Producción, Matías Kulfas, mencionó entonces que los bancos podrían prestar hasta $350.000 millones a una tasa subsidiada de hasta el 24% anual para que las pymes pudieran pagar sueldos. El jueves el Banco Central informó que los bancos apenas han prestado $60.236 millones, bastante menos de lo que se esperaba. 

Esto ha generado molestia en el ministerio que comanda Kulfas, donde esperaban que los bancos respondieran de manera más enérgica al pedido que se les hizo desde el Gobierno apenas se decretó la cuarentena, hace casi un mes. El ministro de Producción dijo hace un par de días que esperaba que esta semana "se acelerara el otorgamiento de créditos", pero eso no ocurrió. 

Desde la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) también se mostraron enojados con la situación. Según una encuesta que realizaron sobre 1.100 casos en todo el país, sólo el 3% de las empresas que solicitaron créditos para pagar salarios lo consiguieron. Y poco más del 50% de los afiliados a CAME pudieron pagar los salarios de marzo, el resto pagó parcialmente o aún no pudo pagar los sueldos. 

En realidad, la situación de las pymes frente a los bancos es muy difícil y delicada. A las entidades financieras no les gusta nada la idea de que sus deudores sean empresas pequeñas que no se sabe si sobrevivirán a la crisis económica que se prevé que ocurrirá en los próximos meses. "Muchos piensan que son créditos incobrables", reconocieron en una entidad privada. Y por eso ponen obstáculos a la hora de prestar. 

Una buena parte de los créditos otorgados se canalizó a través del Banco Nación, lo que resulta lógico, ya que tiene más de 700 sucursales en todo el país y más de 120.000 empresas entre sus clientes. Sin embargo, en el Nación admitieron que "la mayoría de los créditos otorgados fue a pymes que, además de ser clientes, pagan los sueldos de sus empleados a través nuestro, lo que hace que tengan sus carpetas y sus calificaciones actualizadas y sea mucho más sencillo poder prestarles", señalaron voceros de la entidad.

Es lo que la mayoría de los bancos hacen: le prestan a aquellos clientes en situación crediticia 1 y 2, que pagan los salarios a través de sus cuentas en el banco, y dejan en un cajón a aquellos con carpetas desactualizadas o que no son clientes. 

Hasta hoy, el Nación tiene aprobados créditos por $ 34.547 millones, pero sólo ha depositado poco más de $ 8.000 en las cuentas de los clientes que tuvieron la suerte de que sus préstamos fueran aprobados. Estos datos le fue a presentar el titular del banco, Eduardo Hecker, al presidente Alberto Fernández. Ambos analizaron la situación de las pymes, y concluyeron que los préstamos por sí solos no serán la solución, ya que alcanzarán -como máximo- para que las empresas cubran el pago de sueldos de un mes. ¿Y después? ¿Cómo harán esas empresas para pagar los salarios de mayo?

Muchos prefieren no adelantarse y pensar en eso por estos días. Y se conforman con tratar de conseguir un crédito en el banco con el que operan para poder pagar los salarios de abril. En el Santander, por ejemplo, ya le prestaron $6.750 millones a unas 6.200 pymes que son sus clientes y que ingresaron en esta línea de crédito que otorga una nómina salarial a una tasa nominal anual del 24% (a 12 meses) y con un período de gracia de tres meses. 

En el caso del Banco de la Provincia de Buenos Aires (Bapro), lo que ofrecen es la posibilidad de utilizar el descubierto en la cuenta por un monto equivalente a una nómina salarial, también al 24% anual pero a devolver en 90 días. Esa herramienta ya ha sido solicitada y otorgada a unas 2.137 empresas. 

Sin embargo, todo esto resulta insuficiente en una economía que difícilmente pueda abrirse antes de que termine el invierno (que aún no comenzó) y la pandemia sea tal vez un lejano recuerdo. Aunque no la recesión ecónomica.