Efecto coronavirus: a fin de año podrían funcionar 15 millones de billeteras virtuales
La cantidad de billeteras virtuales a partir de CVU que pudieran habilitarse para que los sectores más postergados de la población cobren sus beneficios sociales mientras duren las restricciones por el coronavirus podría pasar de 6,5 millones en la actualidad a 10 o 15 millones, en las perspectivas más conservadoras y más optimistas, hacia fin de año.
Es la previsión de la Cámara Argentina de Fintech, una de las entidades que colabora con el Gobierno para que, rápidamente, se habilite el cobro del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) a través de las distintas billeteras virtuales que existen en el mercado y que se constituirían en una alternativa más de cobro para los beneficiarios de ANSES.
Así lo confirmó a iProfesional, Ignacio Plaza, presidente de la Cámara Argentina de Fintech, quien destacó el cambio de rumbo que tomó el Gobierno respecto del uso de herramientas digitales para que los haberes sociales de jubilados y de personas en situación de vulnerabilidad puedan cobrarse a través del teléfono móvil, dispositivo que está presente en el 100% de la población mayor de 18 años.
"En este contexto se vio que los atributos que es necesario avanzar más rápidamente hacia la digitalización porque los riesgos que representa ir en esa dirección son menores que los que significa exponerse al virus para ir a cobrar un haber", sostuvo Plaza, en directa alusión a la foto que el viernes dejaron las colas de jubilados en distintos bancos del país que acudieron en masa a cobrar los haberes de marzo.
Plaza confirmó que "en la actualidad hay 6,5 millones de CVU (Clave Virtual Uniforme) que habilita una billetera virtual. Esto no quiere decir que sean necesariamente personal porque una persona puede tener dos o más CVU. La variedad de usuarios comprendidos en esa cifra es muy grande y aún no tenemos discriminados los segmentos a los que pertenecen".
Esta cantidad de cuentas CVU se cuadruplicó en el último año, amplió el directivo, puesto que los usuarios las adoptan con facilidad aunque, luego, hay que ver cómo deciden usar los diversos serviciso que habilitan.
En este contexto, y teniendo en cuenta que los 11 millones de argentinos que se anotaron para recibir el IFE debieron crear una CVU, estimó que "hacia fin de año podrían haber entre 10 a 15 millones de CVU, aunque podrían ser más si el sistema se estimula. Dependerá de las decisiones que se tomen".
Esa CVU es la que permite las transferencias de dinero entre cuentas bancarias y virtuales y que pertenecen a fintech o a empresas no adheridas a un banco como Proveedores de Servicios de Pago (PSP), tal como Mercado Pago, PIM, Plus Pagos, que iniciaron la prueba piloto para el pago de beneficios de ANSES.
En este grupo quedan incluidas otras tantas billeteras virtuales como Moni, Ualá, ValePei, NaranjaX, CAME Pagos, TodoPago, Resimple, Yacaré, BKR, Billetera País, BenkoPay, Billetera Rapipago, y xCoop, entre otras.
La Cámara Argentina de Fintech fue una de las entidades que, durante todo el fin de semana, estuvo trabajando junto con distintas áreas de Gobierno para avanzar en el pago de beneficios sociales a través de billeteras virtuales, y que ofreció un plan que se detalló en este artículo de iProUP.
Plaza reconoció que impulsar el pago de beneficios sociales a través de billeteras virtuales también demandará un esfuerzo de comunicación importante, no sólo de la ANSES sino también de las distintas empresas que formen parte de esta iniciativa puesto que cada una de ellas brinda distintos servicios y tendrán que ajustar sus mensajes teniendo en cuenta sus públicos.
"Hay desafíos técnicos y de comunicación. Hay segmentos de la población que están muy acostumbrados a ir al cajero y sacar el efectivo. Y también hay cuentas bancarias que alcanzan a usuarios de segmentos muy bajos que no pueden hacer transferencias ni home banking, y es una limitante cuando, además, quiere comprar en un comercio. Por eso también se trabaja en paralelo con este sector para que las personas puedan pagar con billeteras virtuales", subrayó.
El trabajo en estos días se concentra, entonces, en robustecer los sistemas para soportar los futuros crecimientos de tráfico de estas transacciones financieras cotidianas, como también de comunicación para despejar dudas y temores sobre la conveniencia de operar por la vía virtual.