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Deuda: con acreedores preocupados por la pandemia, Guzmán acelera una estrategia para "maquillarles" las pérdidas

Primeros contactos de Economía con acreedores mostró que el tema de la deuda no está en agenda. Fondos siguen tomando millonarias pérdidas por coronavirus
25/03/2020 - 21:00hs
Deuda: con acreedores preocupados por la pandemia, Guzmán acelera una estrategia para "maquillarles" las pérdidas

Mientras que el mundo sigue el minuto a minuto de la pandemia del coronavirus, desde el Ministerio de Economía comenzaron a tener los primeros "diálogos virtuales" con algunos acreedores de la deuda.

Martín Guzmán, el viernes pasado, realizó la invitación formal a los bonistas para ponerse a debatir lineamientos de la oferta y el escenario económico. Tal como adelantó la semana pasada iProfesional, hay desinterés por parte de los acreedores en escuchar los argumentos de Guzmán.

Esto, algo que ya lo sabía de antemano el ministro, había sido transmitido por los bancos asesores semanas atrás (los que realmente tienen el feeling del mercado). Guzmán tuvo que abrir el juego por la "formalidad" y espera, al menos, cumplir con los pasos burocráticos antes de lanzar la oferta.

Tanto los bonistas como las entidades contratadas por Economía vienen avisando que no es deseable que el Gobierno presente nada por ahora. El mundo está mirando para otro lado y la situación de la deuda argentina no está ni en el top 50 de las prioridades de los fondos de inversión.

Muchos de ellos con situaciones traumáticas en lo personal (en Nueva York, epicentro financiero del mundo, los infectados por el coronavirus ascienden a 30.000) y con la mirada puesta en el derrumbe de los activos a nivel global, la reestructuración argentina es una anécdota. 

Claro que si el país no tuviera la necesidad de acelerar algún tipo de arreglo esperaría a más adelante. Sucede que no tiene los dólares para hacer frente a los vencimientos de la deuda, si bien lo que es en moneda extranjera ley internacional (la que no se puede reperfilar) empieza a caer sobre finales de abril.

Pero, con los vencimientos "inamovibles" de la deuda ley extranjera podrían utilizar la prórroga de 30 días que permiten las condiciones de emisión. O sea, podrían patear para finales de mayo el pago del Birad 2021 por u$s155 millones, el Birad 2026 por u$s244 millones y el que tiene vencimiento en 2046 por u$s105 millones. Para esa fecha, o se tuvo un canje exitoso o se cae en default. 

Por eso Guzmán tiene apuro pero tampoco está contrarreloj. La estrategia, peligrosa y en cierto modo desaconsejada por los bancos, es que aproveche esta caída de los mercados para "colarle otra pérdida a los fondos". 

El argumento es que no habrá oferta que le sea apetecible a los bonistas y que sea pagable por la Argentina (al menos, según cree el Gobierno). Por eso, la interpretación de Economía es que esta crisis genera una oportunidad única: ya no el esquema amigable que imaginaba Alberto Fernández y Guzmán para volver al mercado de crédito (algo que será imposible durante casi todo el mandato); sino uno más agresivo aprovechando que estos inversores están tomando pérdidas en todos los mercados.

"Si se hace bien, es posible de lograr. En estos momentos los fondos de inversión están pasando a pérdida un montón de cosas y Argentina podría deslizarle una oferta agresiva que en circunstancias normales sería inaceptable. No porque los tipos no estén dispuestos a pelear en la justicia, sino porque tomar la pérdida por la inversión en Argentina ya no sería tan doloroso en este contexto", relató un banquero que hasta hace poco estaba en la lista de candidateables para asesor a Economía. 

"El paso del tiempo solo hará que la oferta argentina valga menos. Eso lo saben los acreedores. En lugar de esperar a que se tranquilice el mundo, creo que le conviene a la estrategia sacarse de encima este tema lo antes posible. Se puede maquillar una mala propuesta y que los acreedores la acepten porque saben que no habrá nada mejor para adelante", añade el banquero. 

El riesgo de la estrategia

Guzmán, para eso, no debería demorarse. Si bien el mercado hoy está muy castigado con las paridades de los bonos en 25%, lo que resulta "ganancia" casi cualquier cosa arriba de eso (por ejemplo una quita del 60% podría ser "jugosa" ya que reconocerían 40% del valor), se juega con un arma de doble filo.

Y Guzmán lo sabe: que los acreedores, vapuleados por la crisis global e "insultados" por la oferta agresiva del Gobierno, descarguen sus bonos en los "fondos buitre".

"A estos valores los Aurelius, Blue Angel, y demás son compradores. El tema es que BlackRock, Pimco, Templeton y Fidelity no los quieren vender porque compraron al 80% o 100%. Pero pueden darse vuelta y soltarlos ahí. Si eso sucede, Guzmán tendría un grave problema", contaba el mismo banquero, recluido por la cuarentena. 

Por eso es que el ministro podría lanzar la oferta para finales de este mes, con la idea de que haya dos semanas de negociación con los acreedores. Por ahora, de los primeros contactos no hubo novedades ni interés por parte de los bonistas.

Guzmán reafirmó lo que le venían diciendo los bancos asesores. Y ahora jugará la única carta que le queda: tratar de colarle una pérdida más a los fondos en medio de un mundo lleno de incertidumbre.

El riesgo no es menor. Grupo SBS escribió este miércoles: "Con menores grados de libertad, el cambio de contexto profundizará la recesión, creará mayores riesgos al escenario de inflación y llevará a un importante deterioro de la posición fiscal. En este marco, la probabilidad de default aumentó considerablemente dañando las perspectivas alrededor de la reestructuración de la deuda. Aunque todavía hay una gran incertidumbre alrededor del impacto del Coronavirus, un escenario disruptivo pasó a ser el desenlace más probable".

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