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Efecto cuarentena: vendedores de computadoras tienen un inesperado pico de demanda

La compulsiva modalidad de teletrabajo que imponen las medidas de prevención tienen su parangón en el mercado de notebooks. Entre la demanda y la recesión
26/03/2020 - 18:00hs
Efecto cuarentena: vendedores de computadoras tienen un inesperado pico de demanda

De un día para otro, miles de personas tuvieron que guardarse en sus casas y hacer teletrabajo. Son días que se convierten en una prueba de fuego para aquellos que, de tanto en tanto, hacían home office y que, ahora, lo ven transformado en su nueva rutina. Lo cual implica para muchos una exigencia de puesta al día en el equipamiento: la vieja notebook modelo 2012 o la PC con un procesador ya lento podían ser suficientes para un uso esporádico, pero no están a la altura de la nueva exigencia.

Es en este contexto que surge el interrogante sobre si el castigado sector de electrónica podría encontrar una inesperada oportunidad de repunte en medio de esta drástica modificación del comportamiento laboral: ¿se traducirá en una mayor demanda de computadoras?

A juzgar por lo que se esta viendo, la respuesta es sí, aunque se tratará de un fenómeno coyuntural, tal como las medidas que el Gobierno toma diariamente para prevenir el contagio de coronavirus y que se modifican día a día. En este mes, coincidente además con el inicio del ciclo lectivo, hubo un mayor pedido de computadoras, especialmente de notebooks, requerimiento que se potenció un poco más en los últimos días a partir de lo que se venía en términos de aislamiento social.

"Los pedidos se duplicaron en esta semana, y hay margen de respuesta. Esto que está sucediendo con el coronavirus es un golpe. Esto del teletrabajo se extenderá durante algo más de 15 días, y luego se podrá ir agregando algo más pero no es mucho lo que se prevé", dijo a iProfesional, Carlos Scimone, presidente de la Cámara Argentina de Multimedia, Ofimática, Comunicaciones y Afines (CAMOCA) que nuclea a las principales ensambladoras de computadoras del país.

Para el directivo, en estos días la demanda ha sido de unas 50.000 máquinas, por sobre un promedio mensual de unas 30.000. Las decisiones tomadas por el presidente a última hora del jueves posiblemente hagan que el nivel de pedidos crezca un poco más pero no de manera exponencial.

"El stock que hay es lo que se puede ensamblar en la Argentina. En caso de que hubiese mayor demanda a la estimada se podrá traer equipamiento de afuera, pero no es algo complicado", agregó Scimone.

Se intensifica lobby sectorial

Lo cierto es que el teletrabajo considerado como una alternativa legal en la Argentina lleva más de una década. Cisco e YPF fueron dos de las compañías que instauraron el sistema con el acompañamiento del ministerio de Trabajo en tiempos en que era liderado por Carlos Tomada. Sin embargo, son los trabajadores y profesionales independientes los mayores usuarios de esta modalidad laboral.

Aún así, las cifras sobre teletrabajadores en la Argentina son difíciles de mensurar. Datos del 2013 del Ministerio de Trabajo de la Nación daban cuenta de dos millones de personas haciendo home office en aquellos tiempos. El dato nunca fue actualizado.

Por esa razón, también resulta difícil de calcular qué tan grande puede resultar el impacto del obligado teletrabajo hoy. Porque, tal como lo expresó Scimone, el parque de computadoras de la Argentina, estimado "en unos 10 millones de equipos vetustos, porque no se pudieron renovar por precios, por recesión o por lo que sea, no se va a renovar ahora".

"No van a haber más computadoras en el parque. Los que se agreguen por primera vez van a ser muy pocos. El mayor problema hoy es la conectividad, no las computadoras",  reflexionó.

En otras palabras, quienes deban hacer home office se arreglarán con la máquina que ya tienen en casa. En la semana previa a la suspensión de las clases, varias casas de servicio técnico de computación experimentaron demandas de mantenimiento, alguna renovación de dispositivos, pero sin sobresaltos.

"La demanda que existe no está muy vinculada con lo que está ocurriendo con el coronavirus. Las consultas tienen que ver más que nada con una eventual suba de aranceles", comentó, por su parte, Marcelo Aloy, director comercial de Air Computer.

Los ensambladores locales le vienen solicitando al gobierno que se vuelva a aplicar el arancel de 16% a la importación de computadoras, tributo que se eliminó durante la gestión de Mauricio Macri y que golpeó de lleno a las empresas nacionales.

Desde hace varias semanas se venía especulando con que la eliminación del arancel cero se aplicaría de un momento a otro y fue la razón por la que empresas decidieron renovar equipamiento antes de que se tomara esta decisión y vinieran, eventualmente, con aumento.

A esto se sumaron dos factores más, explicó Aloy. Por un lado, los resellers se estoquearon, "sobre todo de notebooks por las licencias no automáticas (LNA). Como el requerimiento de aprobación hace que los procesos sean más lentos lo abarcado por la LNA fue también lo más demandado".

Por el otro, también hubo una reacción de la industria para contar con producto ante la problemática de los procesadores Intel. Desde hace unos 10 meses hay desabastecimiento de estos dispositivos –el corazón de cualquier computadora- y entonces los integradores están sustituyendo ese faltante con su competidor, AMD. "Como el mercado viene planchado esto no se notaba tanto", subrayó el ejecutivo de Air Computer.

Para esta empresa, la mayor demanda de equipos en este mes rondó el 20% "y no creo que se sostenga en el tiempo, es más bien coyuntural, especialmente porque también se espera hacia adelante un parate de la economía", en una mirada que coincide con la de Scimone.

Mejor a corto plazo, peor en el largo

El sector de la informática experimenta la misma recesión que afecta al de los electrodomésticos en general. En 2019, experimentó una caída de 24% de acuerdo a datos de la consultora Gfk y la previsión para este 2020, antes de la crisis del coronavirus, era que hubiera alguna mejora a partir del segundo semestre que terminara dando, al final del año, un retroceso menor al del anterior.

Pero en tiempos en que las perspectivas indican que la economía caerá entre no menos de 2% durante este año, no es posible aventurar por estos días cómo terminará impactando esta nueva crisis en el sector de la informática local.

Y las cifras del sector lo reflejan claramente. En 2018 se importaron más de 2,1 millón de computadoras, contra menos de 500.000 que se ensamblaron a nivel local, de acuerdo a los datos de CAMOCA.

Las cifras preliminares de 2019 dan cuenta de sólo 350.000 equipos fabricados en la Argentina, contra 3 millones de notebooks que ingresaron al país, de las cuales menos de un millón entraron por la vía del contrabando.

Aunque en el contexto actual el contrabando sería menor, eso no se traduciría con una mejora en la industria nacional por cuanto todo depende, al fin, del bolsillo argentino.

De hecho, desde la misma Gfk señalaron en artículos anteriores que hoy no hay ninguna razón para que se reactive el mercado de electrodomésticos. Esto en parte explicó la realización del Electrofest, la semana pasada, para activar ventas en un mes donde, tradicionalmente, no se registran buenos números. Y donde la financiación era el principal anzuelo para atraer el interés de los consumidores.

El panorama sombrío que experimenta, en este contexto, el segmento de las computadoras nacionales tratará de revertirse a través de un proyecto de ley que la tarde de este jueves presentaron al ministerio de Desarrollo Productivo, a cargo de Matías Kulfas, los ensambladores junto al Foro para una Nueva Política Industrial.

En esa propuesta se pedirá expresamente, el retorno del arancel del 16% para la importación de computadoras, aunque también se solicitará que sea inexistente en el caso de aquellos componentes que no se producen a nivel local.

Medidas para reactivar a un mercado que, más allá de la dimensión coyuntural que está tomando el teletrabajo por estos días, quiere volver a tener peso en el país.