Desde el primer caso de coronavirus en la Argentina, las empresas valen u$s6.385 millones menos
El último capítulo del desplome bursátil local señala que desde el día que se anunció un primer caso de coronavirus en Argentina -el 3 de marzo pasado- las empresas consideradas líderes según el índice S&P MerVal perdieron más de 6.385 millones de dólares.El conjunto de empresas -son las principales del país, y solo falta Arcor porque aún no abrió su capital- valía u$s20.025 millones hace 14 días y al cierre de la rueda del lunes sumaban u$s13.640 millones, es decir 32% menos, en dólares.
Párrafo aparte para Mercado Libre, la empresa fundada por Marcos Galperín, que cotiza en Nueva York. Hoy vale u$s23.230 millones, el 3 de marzo valía 31.039 millones. Una pérdida de valor de mercado de 7.809 millones.
Para llegar a las pérdidas en Argentina se tomó el valor de capitalización en pesos de las empresas, que informa cada día el Instituto Argentino de Mercado de Capitales (IAMC), y se lo dividió por el valor del dólar realmente existente, es decir el Contado con Liquidación de cada día, que es además el que se toma como referencia para determinar el valor de los ADR de empresas locales que cotizan en Nueva York.Los u$s6.385 millones de pérdida de valor se agigantan si se corre para atrás el punto de referencia. En último día de 2019, el valor en dólares de ese conjunto de acciones era de 30.334 millones de dólares. El viernes 9 de agosto, última rueda antes de las PASO, valían 40.864 millones de dólares. Es decir, la depreciación alcanza al 66% desde que los mercados supieron que habría cambio de signo político.
Con el desplome de precios, las miradas están puestas en lo que valen algunas compañías, como por ejemplo, la petrolera YPF. En 2014 el Gobierno le pagó u$s5.000 millones a Repsol por el 51% de la firma, que estaba en poder de los españoles y que habían sido expropiadas en 2012. Hoy toda la empresa vale menos de 1.500 millones de dólares.
Como la mitad de las acciones están en manos del Estado, si alguien se propone comprar todas las acciones de esta empresa que se negocian en el mercado solo podrá comprar el 49%. Pampa tiene un capital flotante del 82%, Grupo Galicia 80%, Cresud 67,8% y Banco Macro 66%, según datos del IAMC.
El promedio del panel líder es del 54%, aunque si se lo ajusta por la tenencia en poder de la ANSeS (que no compra ni vende acciones) ese porcentaje baja al 46 por ciento.
Los que quieren mirar el vaso lleno, apuestan a detectar el momento en que los mercados hagan piso. A decir verdad, los más atentos son los que tienen liquidez para entrar a comprar papeles de empresas valiosas a precios impensadamente baratos. La clave es el timing. El problema es que los analistas se enfrentan con un fenómeno difícil de mensurar por ahora -el impacto del coronavirus- y por eso nadie se anima a salir a comprar, al menos no abiertamente.
Así opina el especialista Claudio Zuchovicky, director del IAMC: "Por ahora no hay nada que hacer, la ola de ventas se lleva puesto todo, no funcionan los stop loss porque de entrada los precios arrancan el día cayendo 10%. El problema adicional es que Wall Street venía de 11 años de suba, y mucha gente tomó deudas para invertir o para otra cosa, a tasas bajísimas, y ahora todos quieren vender lo que tienen a mano para bajar pasivos", según Clarín.Dice que hay que estar atentos a dos factores para empezar a suponer que se está llegando al piso: que baje el volumen de operaciones y que se tranquilice el índice VIX. Este indicador marca que las cosas están tranquilas cuando ronda los 12 puntos, hoy está en arriba de los 80 puntos, una locura".
El otro indicador del desplome es la disparada del riesgo país. Este índice marcó un mínimo histórico de 185 puntos en enero de 2007, justo antes de que el Gobierno de turno tomara la decisión de intervenir el INDEC. Fue el mínimo que se observó durante los 12 años de gobierno K. Macri pudo ver un riesgo país de 346 en diciembre de 2017. Seis meses después negociaba un paquete de ayuda con el FMI.Este lunes el riesgo país volaba arriba de los 3.500 puntos, una altura donde se hace visible el riesgo cierto de un default, al menos a ojos de los inversores.
Justamente para cubrirse de un riesgo creciente, es que aumenta el costo de los seguros. Ayer, para asegurar bonos por valor de un millón de dólares, había que pagar 350.000 dólares.
Todas apuestas en medio de una incertidumbre que pocos pueden soportar.