Peor momento de Vaca Muerta: el "fracking" había caído 40% el último mes y ahora la golpea la crisis global
La turbulencia internacional -con su combinación de pánico ante la epidemia de coronavirus y, además, por la nueva crisis del petróleo- ha supuesto un drástico cambio de visión respecto de Vaca Muerta, la ultra promocionada "joya energética" de la Argentina que ahora corre el riesgo de caer en la inactividad.
Ya había motivos domésticos para la preocupación, derivados de la recesión y la incertidumbre política. Pero el desplome en el precio internacional del petróleo -derivado de la situación geopolítica en Medio Oriente- determinó que ahora muchos hablen de un futuro muy incierto para el megayacimiento de Neuquén. Básicamente, el problema es que el combustible no convencional, cuya extracción requiere la técnica del "fracking", no puede ser rentable a los actuales valores.
Ya el CEO de YPF, Daniel González, había señalado en su reciente conferencia anual con inversores de Wall Street que con niveles del Brent por debajo de u$s50 el barril no había espacio para desarrollar nuevos yacimientos de producción no convencional, como los que están en la formación de Vaca Muerta. Y ahora, tras el desplome de 30% en la cotización, los analistas ven factible que el precio del barril Brent caiga incluso por debajo de los u$s20.
Lo cierto es que Vaca Muerta cruje por todos lados y nada hace suponer el despegue largamente pretendido por los sucesivos gobiernos de Cristina Fernández, Mauricio Macri y ahora Alberto Fernández.
Y, por estos días, más allá de cómo evolucione la situación del mercado internacional, se verifica un efecto de políticas que las petroleras entienden a contramano de cualquier rentabilidad. Así, el yacimiento transita su momento más crítico desde que la Argentina activó la explotación a través de la polémica técnica de la fractura hidráulica, mejor conocida como "fracking".
Recorte de subsidios estatales, congelamiento del precio de los combustibles, control sobre el giro de divisas al exterior, imposición de un precio en boca de pozo lejano de los costos, son algunos de los factores que, indicaron a iProfesional analistas, ejecutivos de compañías e incluso gremialistas, comenzaron a paralizar la actividad en esa zona de la Patagonia a partir de agosto del año pasado.
Desde entonces, la explotación no ha dejado de caer y el peor momento, exponen las estadísticas, ocurre por estos días. De acuerdo con un monitoreo de NCS Multistage, la fractura cayó 43,6 por ciento en febrero último respecto de igual mes del año pasado. Pasó de las 712 etapas concretadas en 2019 a las recientes 402.
En simultáneo, esta merma también tuvo repercusión directa en el número de compañías que realizan las fracturas: de cinco se bajó a tres. A principios de 2019 el "fracking" era desarrollado por Calfrac, Halliburton, Schlumberger, Baker Huges y Weatherford. En febrero de este año operaron sólo Halliburton, Schlumberger y Baker Hughes.
De este pelotón acotado vale señalar que Halliburton le "comió" mercado a Schlumberger dado que, de un año a otro, pasó de realizar menos del 30 por ciento de las etapas a dominar más del 70 por ciento de las operaciones.
Ya en lo que hace a los movimientos de las petroleras, NCS Multistage señala que, mientras que en febrero de 2019 seis empresas realizaron perforaciones –YPF, Pan American Energy, Shell, Pluspetrol, Total y ExxonMobil–, el mes pasado ese número bajó a cuatro: Vista, Shell, Pan American Energy e YPF.
Parate laboral
En Neuquén el primer síntoma de malestar ante el parate corresponde al segmento de los trabajadores del petróleo, que a través de su gremio vienen dando detalle de suspensiones de personal, retiros voluntarios y otras medidas aplicadas por las empresas que recortaron o directamente cesaron el "fracking".
En diálogo con iProfesional, Guillermo Pereyra, secretario general de Petroleros Privados de Río Negro, Neuquén y La Pampa, fijó en 3.000 el número de operarios afectados por la decisión de las petroleras de desactivar equipos en Vaca Muerta.
"La situación de recorte se intensificó a partir de agosto del año pasado, cuando Mauricio Macri estableció un precio para el crudo y fijó un congelamiento en los valores de los combustibles. Esas primeras medidas generaron una meseta en la actividad que después se fue profundizando", aseguró.
Pereyra comentó que la mayoría de las petroleras "está aplicando suspensiones rotativas", y que si hasta ahora no se han dado despidos "es porque el sindicato mantiene una instancia de negociación permanente con las compañías".
"El decreto que dictó Macri y que generó el freno sigue vigente, por lo que no tenemos una perspectiva positiva en lo inmediato. Esperamos, sí, que Alberto Fernández avance con el proyecto de ley de hidrocarburos que anunció hace unos días. Es una posibilidad concreta para devolver a la actividad a muchos trabajadores", dijo.
Reconocimiento oficial
Muy cerca de la Secretaría de Energía reconocieron la menor actividad, aunque relativizaron el tenor expuesto por la consultora NCS Multistage.
"Hay cuestiones para explicar la baja que tienen que ver con lo estacional. En enero y febrero siempre el trabajo es un poco menos y la realidad es que el número mejoró del primer mes del año al segundo. Pero no se puede negar que hay un parate", expusieron ante iProfesional las voces consultadas.
"El sector está a la espera de definiciones a mediano y largo plazo. Las empresas están dejando a la vista que requieren otro tipo de políticas para retomar sus planes iniciales de explotación. El presidente Alberto Fernández ya informó que promoverá una nueva ley de hidrocarburos. Hay confianza en que eso volverá a impulsar el negocio en pocos meses", añadieron.
En torno a las petroleras, distintos analistas interpelados por este medio señalaron que, en gran medida, la caída es consecuencia de las últimas decisiones implementadas por Mauricio Macri en lo referente a control de precios en las estaciones de servicio y el control sobre el manejo de las regalías.
"El sector no ve señales positivas, sólo amagues y especulaciones. El congelamiento de las naftas se mantiene y hasta ahora no hubo más que una promesa respecto de una eventual nueva ley de hidrocarburos. La menor actividad queda a la vista, también, porque la actividad no convencional no es como la ya conocida. Si no hacés fractura, no hay petróleo. No existe eso de la bomba que saca hasta que se agota", explicó a iProfesional un experto, en estricto off the record.
"Sin definiciones a largo plazo es difícil hablar de recuperación de la actividad. Hoy los precios internos para el petróleo no tienen atractivo. En la mayoría de los casos, las empresas no alcanzan ni a empatar los costos. Ocurre con el gas, por ejemplo, que se paga muy poco. Esos aspectos, sumados al control sobre el giro de divisas y el recorte de subsidios se volvieron una bola de nieve que paralizó Vaca Muerta", añadió.
¿Qué es el "fracking"?
La técnica en cuestión comprende la perforación de pozos mediante la rotura de rocas subterráneas con explosivos. Y la posterior inyección de una mezcla de agua -recurso por el que las petroleras abonan apenas $4,90 el metro cúbico– y una batería de formulaciones que puede ir de 20 a 500 aditivos.
En tanto combina aspectos de la explotación petrolera consolidada y la labor minera más cuestionada, en la actualidad enfrenta la oposición de organizaciones ambientalistas, ONGs locales e internacionales, e incluso vecinos de la zona de Vaca Muerta, por generar temblores.
Sólo en 2019, en ese punto de Neuquén ocurrieron 135 sismos confirmados por el Instituto de Prevención Sísmica (INPRES) y la Red Geocientífica de Chile -ex Sismología Chile-. A la par, en Vaca Muerta la explotación por "fracking" viene generando un volumen anual de "flowback", esto es, agua con químicos y otros residuos industriales que devuelve cada perforación, equivalente a algo más de 500 piletas olímpicas de 50 metros de largo.
El "flowback" culmina alojado en 60 pozos sumideros que albergan sin tratamiento alguno a esos mismos líquidos, en filtrado permanente hacia la dorsal Huincul, falla geológica predominante en esa zona de la provincia de Neuquén.
Una particularidad derivada del parate operativo en el reservorio: los sismos en torno a centros poblados como Sauzal Bonito se frenaron a partir de la desactivación de los equipos de fractura. La actividad sísmica, aseguran expertos de la Universidad Nacional del Comahue y del Observatorio Petrolero Sur, "acompaña la actividad hidrocarburífera" hecha con "fracking" en Vaca Muerta.