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El shock bursátil y la ralentización alertan del riesgo de recesión global

El coronavirus bloqueó la economía china y al daño tangible en la cadena de suministro global le sumó la afectación de sectores productivos
08/03/2020 - 10:48hs
El shock bursátil y la ralentización alertan del riesgo de recesión global

El pasado viernes se conoció la estadística sobre el mercado de trabajo de Estados Unidos en febrero. La cifra de nuevos contratos superó en positivo las expectativas de los analistas, aunque lo increíble es el hecho de que la economía estadounidense lleve 113 meses consecutivos creando empleo.

Nunca había pasado nada igual, pero nadie lo celebra. Sólo tres días antes de que el departamento de Trabajo de la Administración Trump difundiera los datos, la Reserva Federal –que, a diferencia del BCE, sí tiene entre sus objetivos maximizar el empleo– bajó por sorpresa los tipos de interés desde el 1,75% hasta el 1,25%, señala La Vanguardia.

Con una tasa de paro en el 3,5%, la economía creciendo por encima del 2% y las bolsas con valoraciones altísimas y no muy lejos de sus máximos, la Fed se erigió como muro de contención ante la desconfianza de los agentes económicos y para apaciguar los ánimos en los mercados.

El Dow Jones perdió casi 4.000 puntos, el equivalente a un 13%, desde los máximos de mitades de febrero y el dinero busca refugio en la deuda del Tesoro y otros activos considerados seguros, cuya rentabilidad está en mínimos históricos. La actual no es una corrección como las que se dan cuando las bolsas han subido demasiado y se repliegan mucho o poco. Ahora es miedo.

El recuerdo de Lehman Brothers y todo lo que llegó después sirve de advertencia: los canales financieros son claves. Y las respuestas siguen ese patrón. Como había hecho por última vez tras el hundimiento de Lehman Brothers, la Fed intervino el martes de urgencia, fuera del calendario de reuniones de su comité de política monetaria.

De momento, el coronavirus bloqueó la economía china en el inicio de año y al daño tangible en la cadena de suministro global le sumó –cuando se han empezado a disparar los contagios fuera– la afectación de sectores productivos de todo el planeta, la contracción del consumo relacionado con viajes y ocio, la suspensión de ferias, congresos y acontecimientos deportivos y culturales, junto con un retraso o anulación de millones de decisiones empresariales imposibles de cuantificar. Todo lo anterior supone menor crecimiento o un retroceso en aquellos países que estaban ya estancados.

El petróleo, que perdió más del 30% desde comienzos de año, apunta todavía más abajo. "Si el mercado se rompe, el precio mínimo del crudo está en algún lugar entre aquí y cero, pero apostaría más cerca de cero. Hasta que Moscú o Riad acaben su guerra interna o EE.UU. vea cierres masivos en sus plataformas, la caída seguirá", dijo Bob McNally, presidente de Rapidan Energy.Más de un analista pronostica que el petróleo podría caer por debajo de los 40 dólares en los próximos meses debido al exceso de oferta. La pregunta que muchos se hacen ahora es cuánto aguantarán los productores estadounidenses. Las perforaciones de roca que permiten la extracción de crudo esquisto (shale oil) son una técnica cara.

Por ello, esta industria necesita que el barril no baje demasiado, para que la inversión sea rentable. Es verdad que en los últimos años su coste ha descendido. Hay plataformas que aguantan con un barril en 50 dólares. No obstante, estamos cerca del límite. El WTI de Tejas, referencia en EE.UU. está cerca de los 42 dólares. "Podríamos ver algunas quiebras o, al menos, renegociaciones de préstamos", anticipaba Andrew Lebow de Commodity Research Group.

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