"En Argentina, deuda es sinónimo de droga y vale para muchos gobiernos"
El economista Carlos Melconian advirtió que "en Argentina, deuda es sinónimo de droga y eso vale para muchos períodos y gobiernos" y describió tanto al frente financiero como a la sustentabilidad del sistema previsional como los dos "graves problemas" que enfrenta el país en el futuro próximo.
"La deuda es droga en la Argentina, porque tuvo mal uso, como fue atender una situación fiscal y de gasto insostenible en varias épocas. Esto vale para muchos períodos y para muchos gobiernos", aseguró el ex presidente del Banco Nación, en declaraciones a TN.
Melconian subrayó que "tener un problema de deuda es vivir en la anormalidad", algo que atribuyó a "un problema reputacional, que no ha tenido la capacidad de encontrar una solución. Es un problema, entorpecedor y obstaculizador para crecer".
Sobre la negociación tanto con el Fondo Monetario como con los acreedores privados, el economista trazó una diferencia: "Una cosa son los mercados voluntarios y otra el FMI como organización".
"El Fondo no otorgó ni nunca va a otorgar quitas (en procesos de renegociación). Nadie puede pensar que Alberto Fernández o Cristina Kirchner ignoran eso, porque el FMI es un club que funciona de esa manera, con esas reglas, por eso creo que plantearlo tiene más que ver con la política", afirmó.
Melconian consideró que "el préstamo del Fondo fue un monto récord y en tiempo récord con apoyo político y sin hacer los deberes para ver si sos merecedor o no".
Sobre la cuestión de las jubilaciones y el sistema previsional, resaltó que tanto el gobierno de Mauricio Macri como el actual aplicaron un "ajuste" en los jubilados: "Uno comiéndose un trimestre de aumentos y otro aplicando un hachazo en la mitad que más cobra".
Recordó que "en 2008 se jubiló a una cantidad de personas que el sistema no podía soportar porque no aportaban y eso fue impagable".
Para el economista, tanto la deuda como el sistema previsional son los dos "graves problemas" que enfrenta el país; "Estamos con graves problemas, lo que pasa es que la deuda no tiene dueño y podemos decir 'no la pago' y no se jode nadie y acá hay ocho millones de personas a las que no se les puede decir eso. Por eso creo que toda la política se va a tener que poner pantalones largos para resolverlos".