Destacan que la renta por alquiler continúa en mínimos históricos
Tras el continuo proceso de devaluaciones sufrido a partir de mayo de 2018, la rentabilidad de los alquileres se redujo paulatinamente hasta llegar ya durante el año pasado a mínimos históricos del orden del 2,5 % anual.
La diferente dinámica de la evolución de los valores de mercado de venta y alquiler oficiaron para que esto ocurra.
Mientras que los valores de venta, atados a la cotización del dólar no se ajustaron en la medida de la devaluación y pasados a pesos cuando menos se triplicaron, el valor del alquiler evolucionó por debajo incluso de la inflación general más en línea con la capacidad de pago de una demanda que, en la mayoría de los casos, tampoco pudo recomponer la caída del poder adquisitivo de su ingreso con respecto a la inflación y mucho menos con respecto a la devaluación.
De esta forma, de los valores de publicación de venta y alquiler para febrero de departamentos de dos ambientes usados en la ciudad de Buenos Aires que surgen del relevamiento trimestral que Reporte Inmobiliario realiza desde el año 2005, la rentabilidad anual bruta promedio que brinda un alquiler de un departamento de estas características es del 2,42 %.
La máxima renta anual por alquiler se obtiene en el barrio de La Boca donde llega al 2.95 %, mientras que el valor mínimo se registra en Barrio Norte con el 2,11 % de rentabilidad anual.
La renta promedio actual resulta significativamente menor a la que se obtenía en el año 2017, previo al proceso de devaluación acelerada del peso, cuando alcanzaba el 5,4 % anual, según indica el sitio Reporte Inmobiliario.
En caso de que se pretendiera llegar a ese mismo nivel de rentabilidad los valores de venta de los departamentos deberían caer a menos de la mitad de los de publicación actual o bien el precio del alquiler mensual aumentar un 124 % con relación a los que se solicitan hoy, pasando de $ 16.130 a casi $ 36.200 mensuales.
Si bien cualquiera de estos escenarios teóricos extremos sería sumamente improbable que se reflejaran de forma práctica en la realidad, resultan ejemplificadores a la hora de extraer algunas conclusiones, entre otras, observar cuál de los dos valores tendría mayores chances de ajustar en pos de lograr un aumento de la rentabilidad, dentro de un contexto donde las operaciones de venta se ubican en un mínimo histórico y en el cual la recuperación del ingreso real de los hogares difícilmente se logre en el corto plazo.