REUNIONES CLAVE

Llega la nueva misión del FMI y Guzmán define de cuánto será la quita a los acreedores privados

En el mercado creen que la poda podría ser de entre el 35% y el 50%. Lo definirá con el Fondo, que además quiere saber el sendero fiscal de la Argentina
ECONOMÍA - 11 de Febrero, 2020

El arribo de la misión técnica del Fondo Monetario Internacional (FMI) servirá para terminar de pulir la oferta por la deuda que presentará en breve Martín Guzmán. El guiño del organismo a la propuesta argentina será clave para que los acreedores acepten la reestructuración. 

De hecho, habrá un indicio de esas condiciones cuando el ministro de Economía, este miércoles, exponga los lineamientos del Análisis de Sostenibilidad de la deuda en el Congreso.

De ahí saldría el sendero fiscal que el Gobierno promete mantener, algo que fue charlado con el Fondo durante las reuniones informales de la semana pasada.

Se cree que Guzmán buscará extender el programa Stand-by con el FMI y no tener que solicitar el de Facilidades Extendidas, siempre más restrictivo y con las "reformas estructurales" a cuesta.

La visión del equipo económico sería la de estirar el período de gracia al Fondo para no tener que poner un sólo dólar en los próximos años. Para eso, y más allá de que el organismo pueda tener buena predisposición, el Gobierno algo tendrá que prometer. 

"El presidente Alberto Fernández concluyó su gira por Europa, donde buscó reunir el apoyo de Alemania, Francia, España y otros países para la estrategia económica de Argentina, que incluye un nuevo perfil de la deuda pendiente del país con el FMI. Argentina necesita el apoyo de más del 85% de los miembros del directorio para volver a reperfilar la deuda. Esto, a su vez, requiere un apoyo casi unánime de los grandes prestamistas europeos", afirma Ashmore Group, un fondo londinense.

Por eso, el apoyo del Tesoro de Estados Unidos -país que tiene el 16% de los votos en el directorio del organismo- es crucial en la estrategia oficial. 

Para definir en simultáneo un acuerdo con el Fondo y la oferta a los bonistas es que llegará a Buenos Aires Luis Cubeddu, nuevo jefe de la misión quien reemplaza al italiano Roberto Cardarelli. También estará Julie Kozack, directora Adjunta del departamento del Hemisferio Occidental.

La comitiva del organismo, que también se reunirá con el Banco Central y otras dependencias del Estado, pondrá especial énfasis, tal como dijo Guzmán, en que el arreglo que se lleve adelante con los bonistas privados haga que la deuda sea pagable hacia adelante. Obviamente que el Fondo no acepta quitas a sus acreencias, como insinuó Cristina Kirchner desde Cuba, pero sí estaría dispuesto a reprogramar los vencimientos.

La fórmula para definir la quita

Para que la deuda sea "pagable" en el futuro como pide el Fondo y desea Guzmán, que siempre criticó en sus papers esas inconsistencias, es que en el mercado hacen distintos escenarios de la quita que podrían recibir.

Tanto inversores locales como del exterior saben que los tenedores de bonos serán los que tengan que aceptar algún nivel de poda. La pregunta es cuánto.

Allaria Ledesma, la sociedad de bolsa que más opera en la Argentina, espera una propuesta que implique una quita de la deuda en valor presente en torno a 35% utilizando una tasa de descuento de 10% (9% para ley extranjera) y que sea aceptada por la mayoría de los tenedores. 

"Esto no implica que el mercado de deuda internacional vuelva a estar disponible para el país en forma inmediata. Para eso, el Gobierno deberá mostrar que puede volver a encauzar la economía en una senda de recuperación", señala. 

Desde Nueva York, Jorge Piedrahita, CEO de Gear Capital, dice que la quita será una combinación de varios factores entre el capital, los intereses y el plazo.

"Guzmán va a tener que sopesar entre una reestructuración rápida y otra que solucione más de fondo el tema de la deuda", dice. Para Piedrahita, el FMI va a ver el comportamiento fiscal de la Argentina para medir de cuánto debería ser la quita a los bonistas. 

"Creo que la quita debería ser del 50%, los precios de los bonos indican que el mercado cree que podría ser así. El tema es que si hacés un quita baja del 25% tenés problemas con la deuda más adelante. Porque la gente va a pensar que vas a tener que reestructurarla en algún momento", afirmó el CEO de Gear Capital. 

"No va a ser un proceso fácil, tenés que ir por algo un poco más duro contra el mercado. No quiere decir que Argentina tenga que ser intransigente como en el canje del 2005, pero que sea una reestructuración que tenga sentido", añadió. 

Guzmán, a contrarreloj

El cronograma que tiene Economía es ambicioso y apunta a tener resuelto todo a finales de marzo. Por eso, Guzmán necesita que el Fondo se pronuncie a favor de la Argentina lo antes posible y, si es posible, en simultáneo con el lanzamiento de la oferta a los acreedores.

Por lo pronto, desde el organismo se han venido manifestando con "optimismo" en relación a las negociaciones con Economía. La semana pasada Guzmán se reunió con Kristalina Georgieva en el Vaticano y se avanzó en el temario.

"Continuamos con las conversaciones ya iniciadas con el organismo, en un marco de creciente entendimiento mutuo. Intercambiamos opiniones sobre el programa económico en marcha, distinguiendo entre medidas para lidiar con la situación actual de emergencia económica y aquellas para solucionar problemas estructurales de la economía. También discutimos las políticas en curso para resolver la crisis de deuda soberana de forma sostenible", dijo Guzmán la semana pasada.

"Como dije en previas ocasiones, somos conscientes de la difícil situación socioeconómica que enfrenta la Argentina y su población. Y compartimos plenamente el objetivo del presidente Fernández de estabilizar la economía, proteger a los más vulnerables de la sociedad y garantizar un crecimiento más sostenible e inclusivo. En este sentido, las medidas adoptadas hasta el momento van en la dirección de restaurar la estabilidad macroeconómica y proteger a los pobres", afirmó Georgieva en una declaración posterior dada a conocer por el FMI.

Así, mientras "se tiran flores" de un lado y del otro, se cree que alcanzar un acuerdo con el organismo que sirva como paraguas para la oferta a los bonistas es más factible.

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