Dudas sobre una reactivación del consumo a pesar de las medidas del Gobierno
La sostenida depresión de la demanda interna, debido a la caída generalizada del salario real en los últimos años, es uno de los factores que demora la recuperación de la actividad, de acuerdo con el último informe de la consultora Ecolatina.
"La sostenida depresión de la demanda interna es uno de los factores que demora la recuperación de la actividad. En este marco cobra relevancia el plan para 'poner plata en el bolsillo de la gente (de menores ingresos)', que no solo fue una plataforma electoral del oficialismo, sino que es necesario para frenar la caída del consumo", señaló Ecolatina en su informe titulado "Poder adquisitivo y un nuevo año en rojo".
La consultora detalló que "el salario real de la economía cayó en promedio 6,3% en 2018 y exhibirá una contracción media superior a 8% en 2019, producto de una inflación mayor a la esperada".
"La pérdida de los ingresos reales fue generalizada y tuvo su correlato en el consumo, el cual acumula una caída superior al 10% (en términos desestacionalizados) desde el pico del primer trimestre de 2018", agregó.
El informe indicó que la decisión de otorgar bonos de suma fija para los beneficiarios de AUH y jubilados y los bonos a cuenta de paritarias para el sector privado refleja que "la lógica del gobierno es que la transferencia de recursos a los sectores más bajos dinamizará su consumo en los primeros meses del año".
"Por su parte, la clase media y alta, solo incrementará su consumo en caso de encontrar facilidades de financiamiento, o a través del gasto de ahorros, en su mayoría dolarizados. En definitiva, esta variable podría encontrar un aliciente en los próximos meses, pero no iría de la mano de un marcado aumento del poder adquisitivo, pese al deterioro de los últimos dos años", según Ecolatina.
En este contexto, consideró que "la mayor incógnita es acerca del efecto neto de esta política de ingresos. Si bien elevar el ingreso de sectores que consumen una gran parte del mismo fomenta el consumo, el congelamiento de ingresos que recae sobre parte de los jubilados y el aumento impositivo al cual se enfrentará la clase media y alta (que tampoco experimentarán una mejora real de sus ingresos), son factores que ponen en duda si la política de ingresos emprendida es suficiente para reactivar el consumo y evitar que otros sectores reduzcan su gasto compensando los estímulos al mismo".
"Por otro lado, el plan dista de ser generalizado. Los trabajadores independientes o asalariados no registrados, una parte significativa de la masa salarial, no tendrán ningún beneficio. En estos casos, la paulatina mejora de la actividad y la desaceleración de la inflación serán los mecanismos que puedan darle aire a estos trabajadores en los próximos meses", concluyó.