Miércoles decisivo para Kicillof: cuál será la estrategia legislativa para que se vote la reforma impositiva
Luego de arduas negociaciones con la oposición, y tras haber accedido a modificar la letra del proyecto, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, junto a sus principales referentes dentro del Senado y la Cámara de Diputados provincial, define cuál será la estrategia legislativa que llevarán a cabo este miércoles para lograr en el mismo día la sanción de la Ley Fiscal 2020, que contendrá aumentos de un 55% en promedio pero que en algunos casos, como en el Inmobiliario, las subas serán de hasta un 75% para las propiedades de mayor valuación.
Mientras el texto del proyecto termina de redondearse, tanto la Cámara de Diputados y el Senado convocaron a sesionar este miércoles, a la espera de un largo día de negociaciones de último momento y debate en los recintos.
En ese marco, el oficialismo provincial sabe que la estrategia que despliegue en la jornada parlamentaria será clave, dado que Juntos por el Cambio tiene mayoría en el Senado y la posibilidad no sólo de imponer modificaciones con los votos propios, sino incluso de dejar caer el tratamiento.
Sin embargo, las negociaciones de los últimos días parecen surtir efecto. El lunes hubo un acercamiento entre las partes, por lo que tanto Kicillof como los principales referentes del Frente de Todos se mostraron confiados en que la ley podría salir el mismo miércoles, a pesar de que aún no hay una señal clara de la oposición sobre el acompañamiento total al proyecto, que fue modificado pero que todavía contiene el 75% de aumento para algunas partidas del Inmobiliario.
Este fue el punto principal de conflicto en el proyecto de la nueva ley impositiva bonaerense: Juntos por el Cambio quiere que no supere en ningún caso el 55%, pero el Gobierno defiende el carácter "progresivo" del esquema de incrementos del Inmobiliario y sólo aceptó disminuir la incidencia de ese 75% de aumento al imponerlo, en el caso del Urbano, sólo para las propiedades de más de u$s3 millones de valor de mercado.
No obstante, la decisión es que el proyecto ingrese por la Cámara de Diputados y no por el Senado. En la Cámara baja, el oficialismo es primera minoría y con el apoyo de bloques minoritarios, podría tener quorum y poner el proyecto en consideración.
Ante este panorama, el titular del cuerpo, Federico Otermín pergeñó un esquema de tres sesiones en el mismo día: La primera será a las 11:00, donde se cumplirá con el trámite de poner en consideración el tratamiento del proyecto en extraordinarias. Luego, a las 13: será la sesión para tratar le ley.
Además, hay una tercera sesión prevista para las 18:00, pero sólo para el caso de que en el Senado se agreguen modificaciones al texto de la norma, algo que podría pasar si lo decide Juntos por el Cambio, que tiene mayoría en la Cámara alta.
Mientras tanto, el Senado convocó a sesionar a las 16:00. De esta forma, está claro que la estrategia oficialista contempla varias posibilidades, todas cruzadas por especulaciones numéricas y del equilibrio de fuerzas entre el peronismo y la oposición en la Legislatura bonaerense.
El Frente de Todos, con aliados, puede votar el proyecto original que mande Kicillof en Diputados. Sin embargo, Juntos por el Cambio puede meter cambios en el texto, que de esa forma volvería a la cámara de origen.
En caso de que suceda esto, el Frente de Todos tiene dos opciones: o bien acepta las modificaciones que vengan del Senado, refrenda el proyecto y lo convierte en ley, o podría insistir con el proyecto original y volver a remitirlo a la Cámara alta, lo cual podría recrudecer el clima de tensión que se vivió las últimas semanas, y le daría la posibilidad a Juntos por el Cambio de hacer caer el tratamiento en el Senado y dejar a Kicillof sin ley, el peor escenario para el gobernador.
"Si se cae el tratamiento deberíamos volver a hacer toda la convocatoria a extraordinarias y arrancar de nuevo", advirtieron fuentes del Frente de Todos.
Alberto Fernández salió a respaldar la suba de impuestos que impulsa Kicillof
En el marco de la maratón de reuniones que tuvo el lunes, el presidente Alberto Fernández salió a abogar por la Ley Impositiva bonaerense impulsada por el gobernador Axel Kicillof, que sería aprobada esta semana.
El Presidente llamó a dirigentes de Cambiemos para aflojar la resistencia de la oposición al proyecto que se tratará el miércoles en la Legislatura, y el tema también fue objeto de interés por parte de la vicepresidenta Cristina Kirchner, quien habló desde Cuba con el jefe de Estado.
Uno de los encuentros clave en la Casa Rosada fue el que mantuvo Fernández con el intendente de Lanús y referente de Cambiemos, Néstor Grindetti.
Por la tarde, además, ministros de la Provincia se reunieron con legisladores oficialistas y referentes de Juntos por el Cambio, y la vicegobernadora Verónica Magario confirmó cambios en la Ley Impositiva: "El famoso 75% llegará a menos partidas", anunció.
Uno de los puntos que trababa las negociaciones era el gravamen sobre el Inmobiliario Urbano, ya que en el proyecto original, el 75% de aumento alcanzaba a las propiedades que superaban los $680.877 y con las modificaciones tributarán sólo aquellas que superen $1,3 millones.
"Cedemos en parte la recaudación, esto es real. Pero con esta recaudación podemos llevar adelante lo más importante que es trabajar en las escuelas, los hospitales, combatir el hambre y trabajar en pos del crecimiento de la Provincia", dijo Magario.
El gobierno bonaerense aceptó retrotraer la tasa extraordinaria en algunas actividades portuarias y cedió también al incremento de los Ingresos Brutos sobre los servicios profesionales y no profesionales que iban del 3,5% al 4,5% en la iniciativa anterior.
La sesión extraordinaria está convocada para este miércoles y la intención es que a las 11:00 el proyecto ingrese por Diputados para luego lograr la sanción definitiva en Senado.
Según trascendió de fuentes oficiales, el Presidente se comunicó también con Gustavo Posse, intendente de San Isidro, y le dijo: "Hay que darle una mano a Axel".
Delegados del presidente negociaron con Posse y también con intendentes del PRO para que esta misma semana Kicillof pueda tener listo su paquete de aumentos, que contempla subas en los impuestos inmobiliarios rural y urbano, y en Ingresos Brutos en varios rubros de la actividad económica.
Cambiemos pidió achicar la cantidad de viviendas que quedarían alcanzadas por el incremento máximo del impuesto inmobiliario urbano -que en el caso del municipio que gobierna Posse, por ejemplo, alcanzaba al 70% de las casas y departamentos del municipio- y que el tope de aumento sea del 65% y no del 75% como pretende Kicillof.
También solicitó que no suba la alícuota de Ingresos Brutos para la producción de medicamentos.
Esta vez Kicillof buscará que el proyecto comience a tratarse en Diputados, la cámara en donde el peronismo tiene el número suficiente para aprobar el proyecto.
Luego, el proyecto se girará al Senado, donde Cambiemos tiene 26 votos propios y el peronismo seis menos.
El cambio de planes busca aprovechar mejor el reglamento de la Legislatura provincial, que le da más peso a la cámara en donde se inician los proyectos y obliga a la revisora a conseguir dos tercios de los votos para insistir en las modificaciones a las leyes.
Este lunes Kicillof llegó a la Casa Rosada con la intención de oficializar el apoyo del Presidente al proyecto impositivo.
Primero se reunió con el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, y luego visitó a Fernández, con quien se fotografió sonriente.