Dos de cada tres jubilaciones fueron otorgadas a través de moratorias o leyes especiales
La Ley de Emergencia Económica sancionada recientemente por el Congreso de la Nación generó repercusiones negativas por la suspensión de la fórmula de actualización de haberes a los jubilados por 180 días, en un marco en el que se esperaba que cobrasen en 2020 un aumento superior a la inflación esperada para ese año.
A su vez, las jubilaciones de privilegio que cobran políticos, magistrados y diplomáticos no entraban en el congelamiento. Tras la polémica, el presidente Alberto Fernández anunció que enviará al Congreso una iniciativa "con el propósito de garantizar la igualdad" y que "se termine con las jubilaciones de privilegio".
La suspensión de la fórmula jubilatoria fue acompañada con el anuncio de un bono de $5.000 en diciembre y enero para jubilados y más un plus para beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo como compensación ante la interrupción de la actualización automática de los haberes.
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La consultora IDESA publicó un informe en el que señala que "la emergencia actual debería ser el inicio para una reforma jubilatoria" y que dos de cada tres jubilados -casi seis millones de personas- accedieron al beneficio a través de normas "especiales" en la Argentina, lo cual agrava la situación del sistema previsional.
La consultora señala que "se observa que la mayoría accedió a beneficios superiores a los que les correspondían de acuerdo con el régimen general".
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Por ende, en el país hay tres millones de jubilados y pensionados que accedieron al beneficio encuadrados en las reglas fijadas para el régimen general. Y que otros cinco millones de jubilados y pensionados sin aportes o con aportes insuficientes obtuvieron el beneficio a través de pensiones no contributivas y moratorias.
Mientras que unas 900.000 personas se jubilaron con algún régimen especial, diferenciado del general. "Estos datos muestran que, de los casi nueve millones de jubilados y pensionados existentes, aproximadamente un 10% obtuvo su beneficio por un régimen especial, es decir, reglas previsionales más generosas que las generales", sostiene el informe.
Destaca que entre el resto de los jubilados y pensionados, la gran mayoría también obtuvo su beneficio sin cumplir con la totalidad de aportes que exige el régimen general. De esa manera concluye al afirmar que "dos de cada tres jubilaciones y pensiones fueron otorgadas con normas diferentes al régimen general"."Que la excepción sea el régimen general demuestra la degradación del sistema previsional y la necesidad de abordar un ordenamiento integral", considera la consultora. Y añade que suspender transitoriamente la movilidad o la revisión de los regímenes especiales más abusivos (como podrían ser los de jueces, políticos y diplomáticos) son temas importantes, pero están lejos de ser los únicos.
"Para darle equidad y sustentabilidad al sistema previsional es necesario un abordaje integral que tienda a la unificación", concluye el documento.