Plan K para la desdolarización: sumar bancos al pacto social para validar cepo, más emisión y quita a Leliq
Una de las mayores preocupaciones del próximo gobierno es la necesidad de ampliar su base de apoyo. Con un 48% de los votos y un Congreso polarizado, Alberto Fernández busca sellar un pacto social para coordinar precios y salarios. Pero en su entorno también sostienen que ese ámbito debería servir, además, para impulsar un plan de desdolarización en un escenario en el que escasean las divisas, el sector privado requiere de crédito y no se espera "viento de cola" de las exportaciones.
La principal impulsora de esas medidas es Mercedes Marcó del Pont, quien suena como posible titular de la AFIP. En su esquema, el Banco Central debería tener un rol clave asistiendo al Tesoro, como ya empezó a hacerlo el actual titular de la entidad, Guido Sandleris, en las últimas horas.
En este marco, será importante llegar a un "consenso" con los bancos para canalizar el ahorro a la actividad productiva. Todo esto, en momentos en los que el sector financiero aguarda con incertidumbre el plan económico de Fernández y teme una nueva aceleración de la demanda de dólares previa al cambio de mando.
"Es necesario discutir la desdolarización no solo como un problema para la acumulación, sino que es importante para el acuerdo social que las regulaciones cambiarias sean parte de una política macroeconómica permanente", sostuvo este miércoles la expresidente del Banco Central durante un desayuno en la UCES en Paraguay al 1457, organizado por la organización que preside actualmente, la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE).
Allí, estuvo acompañada por el exministro de Trabajo, Carlos Tomada, y el líder de La Bancaria, Sergio Palazzo. La charla titulada "Diálogo en torno al acuerdo social" comenzó con un análisis del escenario político posterior al acto eleccionario y un mensaje de cautela ante ciertas señales obstructivas que perciben en la oposición, el sector empresario y algunos gremios.
"Nos equivocamos si creemos que ganamos definitivamente. El desafío es mantenernos movilizados y anticipar las movidas que va a haber", advirtió la exfuncionaria. Y reconoció que "uno de los frentes es la renegociación de la deuda", pero señaló que "eso se encamina" y que no le preocupa.
Frente a un auditorio integrado por el diputado Héctor Recalde y otros dirigentes de extracción kirchnerista, Marcó del Pont aseguró que lo más relevante es el acuerdo social. No solo para desacelerar la inflación, establecer una pauta redistributiva equitativa y estabilizar los precios en los primeros 180 días, sino para que "esta unidad política se pueda condensar en un proyecto con desarrollo y equidad", explicó. Con ese objetivo, Fernández se reunió en las últimas horas con el expresidente Eduardo Duhalde y sumó a su equipo a Marco Lavagna para dirigir el INDEC.
Pese a la tregua ofrecida por el grueso de la CGT con la suspensión de hecho de las revisiones paritarias, dentro del Frente de Todos están preocupados por la fragilidad de la economía y la escasez de dólares. En el desayuno se habló de la "falta de herramientas" y se hizo un balance crítico de los últimos años del kirchnerismo, cuando la actividad dejó de crecer, la puja distributiva continuaba y los que "tenían la manija" no querían ceder más.
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Además, se advirtió que ahora debe haber un "acto reparatorio" con aquellos que sufrieron la pérdida de poder adquisitivo. Así, hubo referencias directas al paquete de medidas de emergencia que anunciará la nueva gestión el 10 de diciembre, que incluye un aumento del 20% en salarios, jubilaciones y AUH, como anticipó iProfesional en exclusiva el 1° de noviembre.
Varios de los asesores de Fernández buscan emular el espíritu del "Diálogo Argentino", un espacio que bajo el gobierno de Eduardo Duhalde congregó a la UIA, CGT y la Iglesia para instituir las retenciones al campo y los planes jefas y jefes de hogar.
Buscando consenso para el cepo y las retenciones
De buen diálogo con Fernández, la candidata a ocupar la AFIP cree que es clave arrancar cuanto antes con el acuerdo de precios y salarios frente a la posibilidad que barajan otras figuras de concretarlo recién en marzo. En su opinión, se podrá recomponer la capacidad de consumo, sobre todo en realación a la industria alimenticia, que tiene una capacidad productiva ociosa "récord".
En ese sentido, aseguró que mientras los sindicatos muestran "cierta conciencia", los empresarios armaron un "colchón de precios". De esa manera se refirió a los aumentos registrados en las góndolas de entre el 15% y 20% desde las últimas elecciones a esta parte.
Marcó del Pont también propuso sumar otros ingredientes "tabú" al debate nacional y a la mesa de diálogo social. "¿Podremos incorporar la desdolarización?", se preguntó. Y a continuación señaló el estrangulamiento externo como "un factor de desestabilización" económico, financiero y monetario, aunque se mostró más "tranquila" con la decisión del gobierno de Macri de restaurar los controles de cambios.
"Ha eliminado una de las fuentes de aceleración inflacionaria y no podemos entender la devaluación de 2016 y 2018 sin las presiones de dolarización del ahorro", sostuvo.
Uno de los datos que sigue de cerca la economista es el balance de cambios. Desde octubre, cuando el BCRA puso un cepo a la compra de dólares de hasta u$s10.000, aseguró que la adquisición de divisas llegó a u$s4.000 millones, una cifra que habría descendido a los u$s200 millones con los controles posteriores más estrictos que limitaron la compra hasta los u$s200 dólares.
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El otro punto que destacó son las "medidas de manual" que se tomaron con el regreso de la obligación de liquidar las divisas en cinco días, luego de que Nicolás Dujovne eliminara los plazos de liquidación.
En cuanto al frente externo, la extitular del BCRA señaló que el país está con "viento de frente" en materia de inversiones, precios de exportación y el estancamiento del Mercosur. En ese contexto, planteó la necesidad de una política de "protección" acompañada de una sustitución de importaciones, a la vez que advirtió que "un muy buen tipo de cambio devaluado no es condición suficiente ni necesaria para mejorar las exportaciones".
"El tipo de cambio ya es alto, no se va a utilizar como ancla inflacionaria pero tampoco como acelerador de la inflación", afirmó.
En el FIDE creen que el uso de tipos de cambio efectivos diferenciales mediante retenciones y reintegros puede convivir en armonía con un proceso de industrialización. Por eso, los equipos de Fernández también buscan sumar a las entidades rurales al acuerdo social. Sin embargo, esta es una invitación que genera divisiones en la Mesa de Enlace.
"Hay que aprender de la 125, cuáles son los intereses sociales comunes, cómo se pueden armonizar y qué instrumentos utilizar", dijo en el desayuno Marcó del Pont. Si bien reconoció que hay sectores del agro que se resisten con la convocatoria a una eventual movilización, "la discusión de las retenciones –aseguró- debe ser parte del acuerdo social" para recién después habilitar un canal bilateral de diálogo exclusivo con los empresarios de la actividad.
¿Los bancos aceptan una quita de las Leliq?
En cuanto al sistema financiero, la exconsultora del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo destacó que el nuevo gobierno va a "poner en el centro" a la producción y el trabajo, siguiendo el camino de Néstor Kirchner en 2003, pero también al financiamiento a través de la autoridad monetaria y los instrumentos de crédito "disponibles".
"El Banco Central tiene las atribuciones, porque no pudieron cambiar la carta orgánica para decirle a los bancos que tienen Leliq que liberen los recursos para la producción", afirmó.
Justamente, durante su gestión en el Central, se reformó la Carta Orgánica para restituirle al organismo su rol de promotor de crecimiento y el empleo, a la vez que se implementaron restricciones para atesorar dólares. Ahora, lo que se evalúa es volcar los $721.000 millones de las Leliq en préstamos al sector privado, probablemente a una tasa inferior al 63% que pagan las letras. El temor a esos cambios llevó a los bancos a incrementar la colocación de sus pases pasivos en el Banco Central. Pero la extitular del BCRA sostuvo que la situación es mejor que entre el 2002 y 2003.
En su intervención, el titular del gremio bancario reveló que mantuvo contacto con un banquero y que no lo vio con "intenciones de petardeo". Por el contrario, aseguró que las entidades de capital nacional con Leliq en sus manos estarían abiertas a una quita del 20 al 25%, una actitud que, en su opinión, contrasta con la de banca extranjera.
"El HSBC empieza a querer cerrar no porque tengan déficit, sino porque no ganan lo que quieren", advirtió el sindicalista, en referencia al plan anunciado por la entidad en las últimas semanas para eliminar varias sucursales en el país.
El otro instrumento financiero en vista son los adelantos transitorios al Tesoro. En el marco del acuerdo del FMI, el 7 de junio de 2018 se dispuso la finalización de las transferencias al Tesoro por ese concepto y la remisión de utilidades con el objetivo de reducir las necesidades de esterilización del Banco Central y moderar el aumento del stock de pasivos remunerados.
"El FMI había pedido que se prohibiera al BCRA financiar al Tesoro pero eso no ocurrió y no descarto que este gobierno tenga que financiar la brecha fiscal con adelantos", sostuvo la extitular del Central.
En efecto, la autoridad monetaria le giró el viernes el 5% de los recursos que tiene permitido inyectar al Tesoro hasta fin de año para facilitar el cierre de las cuentas, con la transferencia de $20.000 millones. Ahora, la intención de Marcó del Pont es "consensuar" en el pacto social que los adelantos se conviertan en un "instrumento necesario".
"Efectivamente, es un mecanismo de financiamiento genuino y remplaza mecanismos de endeudamiento", afirmó. Una postura que fue respaldada por Palazzo, quien señaló que en lugar del BCRA el macrismo "se financió con la banca pública y el Presupuesto".