Dólar, precios y la economía que viene: la visión de tres analistas de cara al próximo gobierno
Gane quien gane las elecciones de la semana próxima, la siguiente administración de la Casa Rosada deberá implementar en términos económicos un plan de estabilización. Si resuelve esa tarea, según analistas, luego deberá encarar los problemas de financiamiento de corto plazo.
En esto coinciden Ricardo Arriazu, Marina Dal Poggetto (directora de EcoGo) y Rodolfo Santángelo (presidente de Macroview), tres de los especialistas más consultados por el sector privado en materia económica, durante el panel del que formaron parte, en el marco del 55º Coloquio de IDEA.
Para Arriazu, el próximo presidente llegará con una gran capacidad ociosa del sector productivo, pero con superávit comercial, en un contexto en que el aumento de la demanda interna "puede hacer subir tempranamente el PBI". Además, consideró que no tendrá demanda de pesos y convivirá con la imposibilidad de hacer frente a los vencimientos de la deuda.
Para Santángelo, "plan de estabilización le queda grande a lo que va a venir. A pesar de eso, me da la sensación de que algunos márgenes de acciones hay. Pondría los cañones en que si sale bien, lo aprovechemos".
Para Arriazu, el país está en 1870 en términos de la marcha de la actividad. "No es un gobierno. Son 100 años. La competitividad es uno de los temas que explican esto. Por muchos temas dejamos de ser competitivos y cerramos la economía".
Santángelo hizo sus propias cuentas. Sostuvo que en los últimos 50 años casi todo el mundo creció en términos de PBI per cápita, pero la Argentina está en el quintil más bajo. "El 25% de PBI es lo que perdimos por la inestabilidad macroeconómica", recordó. Y agregó: "Muchos de los problemas que tenemos hoy no los tendríamos".
Para Dal Poggetto, más que errores sucesivos, hay péndulos. El Rodrigazo, recordó, vino después de un período en que se aceleró la distribución del ingreso, que condujo a un país sin moneda y con un shock inflacionario. "Luego vino el Proceso, hizo todo lo contrario y terminaste en una crisis de deuda", agregó.
Más adelante, cuando "se alinearon los planetas, en 2003, con superávit fiscal, externo y un mundo de commodities altas se volvió a combinar con un intento de shock distributivo". Para la economista, cuando las oportunidades están, "los argentinos nos esmeramos en dilapidarlas".
Para revertir esta situación, dijo Arriazu, hay que restaurar equilibrios macro. "No puede haber déficit fiscal ni externo, hay que erradicar la inflación. Tiene que haber funcionamiento de la Justicia y de las instituciones. No podemos competir con el exterior con las manos atadas a la espalda. Pero si seguimos cerrados, nunca vamos a mejorar", sostuvo, según consignó La Nación.
El pronóstico de Arriazu es que la administración siguiente deberá apuntar a alcanzar el "equilibrio macroeconómico, estabilizar y resolver los problemas de financiamiento de corto plazo. Ahí se requiere creatividad".
"Si una reforma estructural atenta contra la estabilidad, no la quiero, porque nos hace perder mucho tiempo. Impuestos es igual a gasto. No podemos seguir hablando de reforma tributaria si no hablamos de reforma de gasto. No hablemos de quita de impuestos si no dice cómo lo va a financiar", concluyó Santángelo.