Eduardo Levy Yeyati: "Gobierno y oposición saben que hay que evitar un corralito a cualquier costo"
Eduardo Levy Yeyati, decano de la escuela de gobierno de la Universidad Di Tella y fundador de Elypsis, cree que tanto el oficialismo como la oposición tienen que lograr consensos para que la crisis no escale a niveles inimaginados.
Dice que terminar en un "corralito", como sucedió en el 2001, es evitable y que no habrá rebote posible para la Argentina el año próximo. Levy Yeyati, ex economista jefe del Banco Central en 2002 y otrora estratega de Barclays en Nueva York, sabe de tormentas y recuerda: "El gran temor es que la corrida te lleve a un descontrol cambiario que espiralice la inflación. Y que esto genere pánico bancario como en el 2001. Pero se puede evitar".
-¿Te sorprendió la medida de los controles cambiarios? ¿Llega tarde o todavía tiene chances de ser efectiva?
-No me sorprendió, era una medida anticipada y pedida a ambos lados de la grieta política. Podría haber sido lanzada junto a la propuesta de reperfilamiento. En realidad, fue una medida forzada por la dinámica. Si va a estabilizar o no, dependerá de cómo se comuniquen las cosas y la respuesta de la oferta. O sea, cuánto del saldo comercial se va a reflejar en la oferta de divisas en el mercado. Ahora está solo el BCRA y debería aparecer ese saldo. El éxito final dependerá de si las medidas estabilizan el escenario cambiario.
-¿Se puede frenar la salida de los depósitos?
-La primera reacción va a ser que los dólares sigan saliendo. De hecho, se va a acelerar la salida de los dólares del sistema. El tema es que, si el ahorrista corrobora que los dólares están en los bancos, podría volver con el tiempo, o al menos se estabilizará la salida. Se podría llegar a un piso de depósitos en dólares con una sangría que deje un nivel de reservas razonables.
-¿Tendría que haber sido más agresivo el Gobierno con el límite máximo para comprar dólares?
-El límite estuvo por debajo de lo que muchos analistas esperaban. No fue light. Dónde está el umbral es difícil precisarlo. Ponerlo más bajo es riesgoso porque habría el temor a que replique el cepo anterior. El tema con los depósitos en pesos es la expectativa de tasas. Además, tienen un fuerte componente transaccional. Pero también dependerá de cómo se comunican el oficialismo y la oposición. Si el dólar se estabiliza y la salida de depósitos también, habrá una dolarización pero hasta el punto en que no tengas que usar los pesos.
-¿Miguel Angel Pichetto dice que si gana Macri, dan vuelta el cepo al día siguiente. ¿Es tan fácil desactivarlo?
-Es difícil si no vuelve la confianza. Una vez que la rompés es complicado recuperarla. Los desequilibrios que enfrenta la Argentina son por la falta de confianza. Si pensaras que pueden refinanciar los vencimientos de deuda, si no hay escasez de dólares, etc., podría revertirse. Por eso va a ser fundamental el diálogo entre los referentes políticos. Recién ahí podés restituir la confianza de las ahorristas.
-¿Se puede llegar a octubre sin este nivel de crisis económica?
-Se puede llegar con el cepo pero el factor político será fundamental. Si hay consenso entre los políticos de no generar nuevas fuentes de incertidumbre, se puede llegar.
Incluso en una situación de crisis, con riesgo país a niveles de default y depósitos en moneda extranjera cayendo. Podés tener esta dinámica sin que sea en términos explosivos para que no sea necesaria una devaluación mayor. El gran temor es que la corrida te lleve a un descontrol cambiario que espiralice la inflación. Y esto genere pánico bancario como en el 2001. Pero se puede evitar.
-¿Es tan distinto el escenario actual de lo que fue la crisis del 2001-2002?
-La Argentina venía de caer 16%, en gran medida por el pánico bancario y el corralito, que fue un error garrafal que generó un parate de la economía que se maneja con efectivo. Por eso, hay que tratar de evitar el corralito a cualquier costo.
Pero eran condiciones distintas. El sistema estaba basado en que casi todos los depósitos y préstamos estaban dolarizados; hoy el sistema no está dolarizado y es más líquido en dólares. No hay razones para que los bancos tengan problemas. Además, hay varias diferencias pero también en términos económicos. En síntesis, estamos lejos de esa situación. Pero siempre hay que anticiparse: el Gobierno, en ese sentido, con sus medidas se anticipa a cosas que pudieran pasar.
-Entonces, se podría pensar que no escalarán a mayores las tensiones en el sistema bancario.
-Los bancos están en una situación distinta. Hay un aprendizaje de la clase política. Tanto desde el Gobierno como desde la oposición tienen en claro y saben que hay que evitar el corralito, que es muy nocivo para la economía real. Todo el mundo lo tiene claro. Y como está la situación, no hay necesidad de eso. La única manera en la que se puede llegar a eso es por una sumatoria de errores no forzados en lo político que aviven esa situación. Pero ahora estamos lejos. Hay que tratar de que se estabilicen las cosas.
-¿Se puede pensar en una salida con rebote de la economía como lo hubo en el 2003-2004, después de la crisis?
-Abusando de la analogía histórica, te diría que estamos transitando el final del 2001. Antes del 2003 pasamos un 2002. Nunca hubo un rebote inmediato. Pasamos un largo y muy duro período de reconstrucción en el 2002.
La idea, me imagino más en el caso de la oposición, es evitar el 2002. Es vital no equivocarse ahora, porque es fundamental tender puentes y llegar a octubre o diciembre. Si no evitamos eso, vamos a estar transitando en el piso de la crisis. Ese es el objetivo, evitar esto. ¿Se puede? Sí. Porque no vamos a llegar en condiciones tan desfavorables. Pero tenemos que tener claro el plan de salida.
Va a costar mucho que vuelva la inversión privada. A mi juicio, el único motor que te puede ayudar a una recuperación.
-¿Se puede cortar con este déjà vu que es la economía argentina o somos 'incorregibles'?
-Se puede, Argentina tiene potencialidades para estar mejor. Pero la historia te hace dudar. Y la historia de los últimos años también. Pero hay un camino que se puede transitar para que, por lo menos, se salga del estancamiento volátil en el cual estamos. Pero se necesita, en cualquier caso, salir de la polarización. Con este nivel de falta de coincidencias es muy difícil.