TENSIÓN EN CLAVE DIGITAL

Uber ya les cobra comisión a los conductores y crece el debate sobre regulación de plataformas digitales

Uber comienza a ordenar su situación puertas adentro. ¿Cuáles serán los siguientes pasos? Una movida cuando se tensa situación con otras plataformas.
ECONOMÍA - 10 de Agosto, 2019

En estos días Uber comenzó a regularizar la situación referida al pago de la comisión que deben hacer los conductores por el uso de la plataforma. Se trata de un proceso en tres etapas, que durará un mes y medio y durante el cual condonará la deuda a los choferes entre un 60% y un 100%, siempre que paguen en los plazos fijados por la empresa.

¿Es el inicio de la normalización de Uber en ciudades conflictivas como Buenos Aires? No: la compañía recordó que continúa en la postura de ser considerada por la AFIP como una empresa de tecnología para tributar dentro de esa figura, demanda que el ente de control no acepta.

Este es uno de los principales puntos que generan debate con el advenimiento de las plataformas digitales: la mayoría de las compañías, como Uber, Airbnb, Glovo, Rappi o Cabify, se consideran empresas de tecnología o de servicios informáticos, más allá de que se les pueda asignar un mercado en el que operan, como el de transporte, alojamiento, mensajería y delivery, entre otros.

Es una de las consideraciones que se aborda en el informe Economía de Plataformas y Empleo elaborado por el CIPPEC. Allí, plantea la situación del trabajo en las empresas de este tipo que operan en el país y las tensiones que su advenimiento, impulsado fuertemente desde 2016, genera a nivel de regulaciones impositivas y laborales.

El caso de Uber es el más emblemático. La compañía encontró en los nuevos medios de pago digitales la manera de comenzar a cancelar la deuda que tienen los conductores con ella. Desde el viernes 2 de agosto los conductores comenzaron a recibir un correo electrónico en donde se les informaba que se iniciaría el proceso para cobrarles la deuda acumulada desde el 1° de julo pasado hacia atrás. Los choferes que se dieron de alta en la plataforma desde esa fecha en adelante ya están en el régimen normal de pago de 25% de comisión.

En ese mensaje, Uber informó a unos 20.000 choferes que podían comenzar a cancelar su deuda, que sería condonada entre un 60 y un 100%, según el caso, a través de cualquier tarjeta prepaga asociada a una billetera virtual. La plataforma informó que cuenta con 55.000 conductores activos en los últimos tres meses.

¿Por qué esta diferencia? Porque la empresa priorizó diversas variables para ser más o menos benevolente. Entre ellas: antigüedad, porcentaje de aceptación de viajes, calificación de los usuarios, monto adeudado.

Así, quienes abonen la propuesta realizada por la plataforma antes del 20 de agosto, tendrán el perdón total ofrecido. Pero si lo hacen después de ese día, esa eximición se reducirá.

"Si, por ejemplo, un chofer recibió un email en el que se le indicó que, pagando $5.000, obtendría el 100% de condonación y no lo hace, a partir de ese día, tendrá que abonar el mismo monto pero en vez de perdonarle el 100% se tratará del 90%", explicaron desde Uber.

Habrá hasta una tercera oportunidad para lograr la condonación. El esquema será el mismo. Siguiendo con el ejemplo dado, si el conductor al que se le ofreció perdonarle el 100% no pagó ni en la primera ni en la segunda fecha, a la tercera esa reducción llegará al 80%.

Para todos por igual

¿Qué pasará con aquellos a los que se les perdonará una parte de la deuda y no el total? Si acceden al plan de la compañía, la misma aplicación para trabajar les irá indicando cuándo realizar los pagos posteriores para cancelar el total del pasivo acumulado.

El pago no es voluntario, es obligatorio. "Si los pagos no se realizan los choferes se quedarán sin hacer viajes, por eso estipulamos seis semanas promocionales", agregaron desde Uber.

Esta situación correrá tantos para aquellos conductores que trabajan en Capital Federal, como en Buenos Aires y Mendoza, donde el servicio está regulado. En este último caso, e incluso cuando se trata de un plataforma legal, la empresa sólo podía cobrar en efectivo o mediante billeteras virtuales o tarjeta de crédito del exterior, por las decisiones de la Justicia de la Capital que obliga a las tarjetas de crédito a no operar con la plataforma, en una determinación que viola la jurisdicción de otros estados.

Independientemente de este aspecto –que resulta también problemático y genera una tensión adicional– la comisión comenzará a correr para aquellos traslados que se abonaron en estos tres años con cash.

La postura entre los choferes de Uber respecto al inicio del pago de la comisión es diversa. Mientras algunos consideran que es sensato, para otros representa un problema porque a partir de ahora ya no les resultará tan conveniente continuar trabajando en la plataforma.

En este sentido, algunos hicieron notar que la comisión que cobra la plataforma por cada viaje, de 25%, es superior a la que, por caso, deducen las remiserías, que es de 20 por ciento, según confiaron algunos a iProfesional.

La decisión de comenzar a cobrar la comisión resuelve una problemática puertas adentro de Uber. Y se dio justo unos días antes de que la compañía diera a conocer su segundo balance del año, en el que informara pérdidas por u$s5.240 millones en el segundo trimestre del año. Esto provocó que, el día que se conoció esa información, las acciones se desplomaron un 12%, hasta los u$s37,76. Cuando salió a cotizar, en mayo pasado, el papel se ubicó en torno a los u$s45 dólares. 

Más allá de la situación global –producida en parte por los conflictos que mantiene en varias de las ciudades en que opera– la compañía manifestó su intención de normalizarse en cada lugar en que opera.

¿Qué sería normalizar? ¿Esta posibilidad de condonar deuda y no permitir hacer viajes a quienes no la paguen funcionará como filtro?

"No lo descartamos, pero puede suceder. Por eso tratamos de que el pago tenga más facilidad para los conductores", agregaron desde la plataforma. Señalaron, además, que no hay estimación sobre cuánto podrían recaudar en el marco de este proceso. Tampoco fue posible saber a cuánto asciende la deuda acumulada.

Al ser consultada sobre versiones que indican que, después de las elecciones, Uber levantará su operación en la Argentina, la empresa aseveró: "No es verdad que Uber se va de la Argentina". En ese marco, señalaron que continúan tratando de entablar diálogo con distintas ciudades del país para poner en marcha el servicio. Entre ellas se mencionan a Córdoba, Neuquén y Río Negro, en donde se encaran conversaciones con foco en la regulación.

"El tema no es Uber sí o Uber no. El tema es Uber cómo. Queremos reglas claras para que el mercado sea saludable y ordenado. Estamos a favor de las regulaciones, tal como sucede en Mendoza. Y queremos regulación en Buenos Aires, como en cualquier otra ciudad", enfatizaron desde la compañía.

Empresas de tecnología, ¿sí o no?

Uno de los principales conflictos que mantiene la plataforma es con la AFIP, que no la reconoce como "empresa de tecnología", tal como quiere ser contemplada.

"Somos una empresa de tecnología. La AFIP no nos considera como tal y ahí está la discusión. Además de no verse un cambio de intención. Le hicimos consultas vinculadas en reiteradas ocasiones y no tuvimos respuesta", afirmaron desde Uber.

"Para la AFIP, Uber no es un servicio digital, sino una empresa de transporte que usa una app. De ahí la intimación por deudas impositivas que se le hizo", subrayaron desde el organismo que preside Leandro Cuccioli.

Uber pretende estar en el mismo listado de empresas de servicios digitales a los que la agencia de recaudación les cobra el IVA. Se trata de todos los servicios brindados por Internet consumidos en Argentina (excepto responsable no inscripto) prestados por un sujeto domiciliado en el exterior.

El listado de abril pasado, el último actualizado por el organismo recaudador, no la incluye. Hay allí consideradas unas 180 prestadoras de servicios digitales.

El conflicto existente entre Uber y la AFIP y, en paralelo, con el Gobierno de la Ciudad, es una muestra de cómo las plataformas desafían las estructuras del mercado tradicional y generan relaciones trianguladas. Este vínculo se da entre la plataforma, los usuarios proveedores y los usuarios consumidores, tal como se describe en el informe de CIPPEC.

Sucede que, independientemente de las tensiones, estas plataformas también provocan una gran adhesión de las personas que se ven beneficiadas por sus prestaciones. Aspecto que, hasta ahora, y con excepción del reporte mencionado, no es abordado en las escasas discusiones que se dan en torno a esta temática.

El aspecto no es menor, porque son los usuarios los que van poniendo, en definitiva, el ritmo en la adopción de la innovación volcada en nuevos servicios. Entienden rápidamente los cambios que proponen las tecnologías y, cuando les resuelven un aspecto de la vida cotidiana, no dudan en adoptarlas.

A tal punto esto es así que durante el primer fin de semana de agosto, cuando el juez Gallardo ordenó en la ciudad de Buenos Aires a las empresas Rappi, Glovo y Pedidos Ya a suspender sus operaciones hasta que no se regularizara la situación de los trabajadores, los comercios adheridos a sus prestaciones perdieron un 40% de sus ventas en promedio.

El texto de la reforma laboral elaborado por el Gobierno para iniciar su discusión en el futuro, y que se filtró en estos días a los medios de comunicación, contempla entre varias cosas la incorporación de la figura del "trabajador de plataformas".

Sobre este punto en particular, el objetivo es formalizar a quienes trabajan en estos servicios puesto que, de lo contrario, continuarían en una situación irregular al no poseer obra social, ni ART, ni aportes previsionales.

Algunas de estas obligaciones han sido pedidas por parte de las plataformas a los trabajadores, como el monotributo que deben pagar los conductores de Uber, entre otros. Otras plataformas, como Dog Hero, que ofrece el cuidado de mascotas cuando sus dueños no están, permiten a quienes ofrecen esa prestación ganar un dinero extra, les cobran una comisión, pero no les exigen nada en cuanto a las contribuciones impositivas.

Como se dijo, la regularización de la situación de Uber es puertas adentro de la compañía, pero todavía quedan muchos otros aspectos "en el aire".

La discusión que venga tendrá que contemplar las obligaciones de las plataformas y la seguridad de los trabajadores, además de las necesidades de los consumidores. Ellos son, en definitiva, quienes mueven a la economía.

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