ECONOMÍA EN RECESIÓN

Pasada la "temporada de corte de cintas", la construcción vuelve a mostrar signos de estancamiento

Expertos coinciden en señalar que, pasados los grandes proyectos de obra pública, la actividad privada no alcanza para hacer repuntar a esta actividad
ECONOMÍA - 25 de Julio, 2019

La esperanza duró poco. Tras hilvanar un trimestre con números que mostraban una desaceleración marcada de las tasas de caída, junio volvió a marcar otro revés importante para el sector de la construcción, que se encamina a cerrar un año con resultados incluso peores a los registrados en 2018.

Según reportes del sector, una variable como la comercialización de materiales mostró un derrumbe de casi 14% en junio respecto de igual mes del año pasado, al tiempo que exhibió una caída del 1% frente a los números de mayo. 

Los empresarios alertan que hubo una fuerte baja en el despacho de hierro, cal, caños y accesorios, a la par de un menor ritmo en la colocación de cerámicos y terminaciones en general. Todos síntomas de que la actividad perdió dinamismo. 

Algo similar ocurre con el cemento. De mayo a junio, de acuerdo a AFCP, la asociación que nuclea a las firmas del segmento, la demanda cayó más del 11% respecto de igual lapso de 2018, en tanto que la contracción fue superior al 10% en el comparativo con el mes de mayo. 

 

Al momento de indagar sobre las causas que explican este presente negativo para la construcción, empresarios y expertos del rubro coinciden en que las malas nuevas son, en gran medida, consecuencia directa de la culminación de los principales proyectos de obra pública que fueron motorizadas por el macrismo y que habían cobrado impulso en la previa electoral. 

A esto hay que sumarle una profundización de la caída en el sector público, una tendencia que se viene haciendo evidente en los últimos dos años. 

"Si el 2018 fue malo, todo muestra que este año será peor. Hoy estamos en un escenario complejo: la obra pública se derrumbó porque no hay grandes proyectos nuevos y el sector privado sigue perdiendo ritmo. Para colmo, el proceso electoral cercano juega en contra, como siempre, ya que genera incertidumbre y no alienta a que haya nuevas iniciativas", afirmó a iProfesional Pedro Brandi, titular del grupo Construya, organización que aglutina a los once principales proveedores de insumos de esta rama de actividad.

Incluso, el directivo fue más allá al asegurar que la relativa calma que viene exhibiendo el dólar en las últimas semanas no alcanza para llevar tranquilidad a los empresarios del rubro, en un contexto en el que en el mercado crece la incertidumbre sobre la evolución del tipo de cambio en función del escenario político que se abra. 

"Seguimos observando al 2017 como el último gran año para nuestra actividad. La propuesta de los contratos enmarcados bajo la figura de la Participación Público Privada no prendió entre los potenciales inversores. Y, aunque en dólares hoy resulta hasta un 30 por ciento más barato construir que hace un año, la realidad es que el escenario de la economía en general desalienta incluso el aprovechamiento de esa ventaja", expuso Brandi.

En paralelo, Rozados aseguró que, más allá del abaratamiento en dólares de los costos de la construcción por efecto de las sucesivas devaluaciones, la obra privada no despega por la incidencia de variables como la incertidumbre derivada de la inflación permanente.

"La devaluación no funcionó de la manera que muchos en el sector esperaban. La falta de estabilidad en los precios en general despertó más miedos que otra cosa. Muchos de los inversores que tienen dólares prefieren la estrategia del 'wait and see' para ver cómo evoluciona el tipo de cambio", indicó.

"Quienes tienen que hacer un desarrollo y desembolsar fondos por los próximos dos años prefieren esperar a que se generen condiciones más firmes", indicó.

Parate oficial

José Rozados, CEO de Reporte Inmobiliario, también vinculó la caída de junio con la conclusión de los principales proyectos que habían sido impulsados por el Gobierno. En diálogo con iProfesional sostuvo que, hasta la primera mitad de 2019, la obra pública incidió positivamente, morigerando los números bajos de la construcción.

"Esos proyectos permitieron que los indicadores no resultaran tan negativos. Ahora la situación complicada queda más en evidencia porque los proyectos más grandes se terminaron y no hubo nuevos lanzamientos de la misma magnitud", explicó.

En sintonía con esto, a fines de mayo el macrismo llevó a cabo la inauguración del Paseo del Bajo y, en el transcurso del mismo mes, puso en marcha el viaducto del ferrocarril Mitre y un tramo de autopista para la ruta 7. Luego, el Gobierno activó el viaducto del tren San Martín, una nueva extensión del Metrobus y obras en la ruta 40.

"La caída por efecto de la menor obra pública queda en evidencia cuando se observa la menor venta de materiales como el cemento o el hierro. En ese sentido, emprendimientos como el Paseo del Bajo mantenían una demanda importante de esos insumos", explicó. 

"El contexto de menor actividad privada viene complicando a la construcción desde hace más de un año. El tema es que ahora, por la baja de la obra pública, quedó más a la vista la dificultad de esta rama de actividad", recalcó.

Los emprendimientos promovidos por el Gobierno, reconocen en organizaciones como la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO), representan casi el 30 por ciento de todo el movimiento que genera la actividad.

Es decir que los proyectos estatales no alcanzaron para cambiar los números rojos del segmento en todos estos meses. Sin embargo, disimularon de alguna forma el momento más complicado que enfrentó la construcción. 

"Las obras que se hicieron demandaron muchos insumos y ahora no tenemos a la vista iniciativas de gran envergadura. Si bien es cierto que los años electorales sirven para promover la actividad, estamos en la etapa de las inauguraciones y eso implica que las obras llegaron a su fin", expresó.

Complicación a la vista

Desde la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) coinciden en señalar el renovado mal momento que enfrenta la actividad.

Su titular, Julio Crivelli, expuso recientemente que el sector "la está pasando mal" y señaló que además del menor ritmo que muestra la obra pública otro inconveniente corresponde a las dificultades financieras que sufren los emprendimientos aún en marcha.

"Hay muchos problemas de pago. Vialidad está haciendo un esfuerzo para arreglar las cuentas pero al mismo tiempo está paralizando algunas obras. Y disminuyendo el ritmo en otras", declaró.

Desde la Asociación de Empresarios de la Vivienda (AEV) su vicepresidente, Gustavo Llambías, sostuvo que más allá de movimientos puntuales, la construcción permanece en situación amesetada sobre todo desde mediados del año pasado a esta parte.

"El parate fuerte viene desde mediados de 2018, cuando escaló el dólar y se complicaron otros aspectos. Hoy al freno hay que sumarle la incógnita vinculada con las elecciones. La enorme incertidumbre hace que se paralicen todas las decisiones y eso marca una gran diferencia respecto del año pasado", expresó ante iProfesional.

Llambías sostuvo que la expectativa de una eventual recuperación está puesta ya en el 2020. "El interés está, aunque con vistas a lo que suceda después de los comicios. El resultado de las PASO será muy importante para ver qué ocurre con los potenciales proyectos", añadió.

Darío López, socio en la desarrolladora Arquitectonika, también repasó detalles de la merma de la construcción en el ámbito privado. El experto destacó la incidencia de variables como la inflación permanente y, por supuesto, el peso de las cercanas elecciones. 

"Los precios de los materiales no paran de subir. En nuestro caso, compramos fuerte hace un tiempo pero hoy con asombro seguimos notando que todo continúa aumentando. La incertidumbre económica y política y la recesión juegan en contra de cualquier recuperación", sintetizó ante la consulta de iProfesional.

El entrevistado coincidió con sus pares al señalar que, en términos de obras privadas, la construcción enfrenta en la actualidad un período incluso peor al del segundo semestre del año pasado. 

Para luego concluir: "En metros cuadrados aprobados, los números volvieron a dar para abajo. Es más: hoy tenemos muchas unidades terminadas para las cuales no hay compradores. No se venden. La perspectiva es complicada para lo que resta del año por el contexto que enfrentamos. No es de esperar que los inversores se metan en proyectos nuevos en lo que queda de 2019".

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