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Macri y empresarios inician la pulseada por la "letra chica" del acuerdo con la Unión Europea

Representantes de diversas cámaras plantearán en la reunión de hoy su lista de inquietudes. La posible triangulación desde Asia, principal temor industrial
03/07/2019 - 10:04hs
Macri y empresarios inician la pulseada por la "letra chica" del acuerdo con la Unión Europea

El Gobierno avanza con una postura triunfalista. Y muchos de los empresarios que fueron convocados para la cumbre, que tendrá lugar en la quinta de Olivos, acompañarán con gestos de apoyo. Pero habrá otros representantes de cámaras industriales que asistirán al encuentro con una lista de puntos que generan preocupación.

Es que el acuerdo histórico entre el Mercosur y la Unión Europea, celebrado por el macrismo por permitir la integración de un mercado de 800 millones de habitantes, genera tantas expectativas como temores.

Durante su posición, Macri intentará bajarle el tono a las críticas que provienen principalmente del arco opositor, desde donde disparan contra el acuerdo de libre comercio firmado en Bruselas por la supuesta amenaza que representa para la industria nacional y, en consecuencia, para el empleo.

En la cumbre habrá espacio para plantear dudas, pero el Gobierno se centrará en explicará los lineamientos generales de este TLC y cómo esto se enmarca en la estrategia de "inserción inteligente" en el mundo. Muchos de los empresarios presentes asentirán. Pero otros aprovecharán la previa y el post para plantear su lista de preocupaciones, sabiendo además que hay en carpeta una serie de reuniones sectoriales en las cuales los representantes de las cámaras tendrán varios mano a mano con funcionarios del equipo del ministro de Producción, Dante Sica, para hilar más fino. Según pudo saber iProfesional, este jueves, por ejemplo, será el turno del sector línea blanca.

Entre las cámaras que participarán del encuentro de alto nivel de hoy figura la que nuclea a los fabricantes de calzado, que vienen de sufrir un revés. 

Es que, durante las mesas de negociación que se organizaron en los últimos años en la Argentina y hasta en Bruselas –con las contrapartes europeas-, pidieron expresamente que se excluya del paraguas del TLC a los zapatos de cuero. Sin embargo, la propuesta fue rechazada por los negociadores de ambos bloques.

Ahora, lo que les preocupa a los industriales es la falta de transparencia que ven en una cuestión sensible como las reglas de origen.

"Los europeos quieren poner un umbral de precios a partir del cual no se les exija certificar el origen a ningún calzado. Para nosotros esto es inaceptable", afirmó un directivo que pidió off the record. "No queremos que el día de mañana compren zapatos de cuero de China y luego le pongan el sello 'Made in Italy'", agregó. "Vamos a plantearles a los funcionarios que es necesario que un producto que salga de Europa y que pretenda entrar a nuestro país sin aranceles, tendrá que tener un contenido regional de al menos 60%, que es lo mismo que por normativa nos exigen en el Mercosur", acotó.

El riesgo que observan es que reglas muy laxas habiliten la posibilidad de que empresas radicadas en la UE importen calzados asiáticos y, tras un mínimo valor agregado, los reexporten hacia la Argentina.

¿Hay posibilidad de debatir y de modificar la letra chica? Ante la consulta de iProfesional, el directivo se mostró cauto pero firme: "No lo sabemos realmente, pero entendemos que siendo un preacuerdo hay lugar para discutir las cosas, sería lo más sano y lo más justo, considerando que tras todas las reuniones que tuvimos con nuestra contraparte europea nunca se pudo llegar a una posición en común".

Este miércoles, además, esperan conocer los detalles de cómo será el cronograma de desgravación para todos los productos.

"Sabemos que, en el caso del calzado de cuero, el proceso se completará en 15 años, pero no estamos al tanto de lo pactado para el resto de las posiciones arancelarias. Por eso queremos conocer bien la letra chica y, de ser necesario, exigir una desgravación paulatina, porque estamos al tanto de que la UE pretende bajar los aranceles muy rápido y muy fuerte", alertó. En la cámara del calzado saben que tienen un largo camino por delante y por eso ya solicitaron una reunión a solas con funcionarios de Producción.

Temor por las autopartes

Otra de las cámaras cuyos representantes se acercarán a Olivos y, en paralelo, ya tuvieron un mano a mano con el área de Comercio Exterior, es la que nuclea a los autopartistas.

Desde el vamos, en la entidad están bastante disconformes con lo que se firmó porque la actualidad del sector es muy endeble. No solo por la crisis, sino también por el aluvión de importaciones que vienen sufriendo. Pese a la caída de la producción, en 2018 el déficit sectorial fue de u$s6.800 millones. Lo más llamativo es que superó por u$s3.000 millones al rojo que registró todo el comercio exterior argentino el año pasado.

De ese total, u$s1.700 millones de déficit se explicaron por el intercambio con la Unión Europea.

"Es el bloque con el que tenemos más desbalance. Y lo más preocupante es que los aranceles para entrar a la UE hoy son de entre 3% y 4%. En cambio, los del Mercosur van del 16% al 18%. Por eso, si con estos niveles salimos perdiendo, ¿cómo nos va ir cuando ambos bloques los bajen al 0%", disparó la fuente.

Y, al igual que los fabricantes de calzado, alertarán al Gobierno sobre los riesgos de una triangulación encubierta: "El día de mañana van a poder entrar con autos o motores armados con la mitad de piezas chinas. ¿Cómo nos cubrimos de eso?", se quejó el directivo.

En el sector aseguran que una de las pocas cosas positivas es que la mayoría de las autopartes se desgravarán en un plazo de diez años, mientras que unos 30 componentes irán al 0% recién en 15 años.

De cualquier manera, irán a este y a todos los encuentros con tres reclamos ambiciosos pero bien concretos: "No tenemos problemas en competir, pero necesitamos que baje la presión tributaria, que se modifiquen las leyes laborales y que se avance con mejores concretas en infraestructura. Sin eso no hay chances". 

Terminales y la cuestión impositiva

La postura entre las automotrices es mucho menos beligerante para con el acuerdo. "El TLC venía madurando desde hace años. No fue algo que se cerró de un día para otro. Por eso no nos tomó por sorpresa. Además, hasta la implementación demandará un mínimo de 15 años", explicó un alto gerente de una terminal.

Sin embargo, sí pueden verse ciertas diferencias entre las marcas con casas matrices en la UE y el resto, especialmente tras las crudas declaraciones de Cristiano Rattazzi, quien afirmó que la Argentina sufre una invasión de autos brasileños y que sería mejor tener modelos europeos, que "son de mejor calidad y hasta más baratos". 

En este marco, fuentes del sector consultadas por iProfesional comentaron algunos puntos claves y dieron su visión sobre la medida:

-Durante los primeros siete años se implementará un cupo de 50.000 unidades que podrá exportar la UE al Mercosur abonando el 50% del Arancel Externo Común del bloque. Se estima que a la Argentina ingresarán unas 15.000 unidades.

-La desgravación comenzará a regir a partir del octavo año. Será gradual hasta llegar al año 15.

Los plazos generan algo de tranquilidad, pero el punto del cual se parte es preocupante, según el diagnóstico de las empresas, debido a los problemas de competitividad que arrastra la economía doméstica, comenzando por la inflación, la carga tributaria y las altísimas tasas de interés. 

"Si tomamos la foto actual y hoy se pusiera en marcha el libre comercio con arancel 0%, sí estaríamos muy mal", agregó.

En este lapso de tiempo que queda por delante saben que hay que trabajar para ser más competitivos y que dependerá de la ayuda del Gobierno reconvertir a la industria en un sector que pueda pelear de igual a igual con los líderes mundiales.

"Si un 50% del valor del auto son impuestos, entonces deberemos atacar ese problema", anticipó el directivo consultado sobre uno de los principales reclamos. 

Entre los sectores más sensibles, como el textil, hay otras preocupaciones, además de las reglas de origen. Y están vinculadas con la eliminación de una herramienta clave, que tuvo mucho protagonismo durante la gestión de Cristina Kirchner: las licencias no automáticas, que no estuvieron exentas de polémica.

"Ese instrumento quedó prohibido con el acuerdo. Esto es preocupante, porque es un arma muy útil con la que debería contar un gobierno para manejar su política comercial", se quejó un directivo de una cámara textil, sabiendo que este reclamo no tendrá respuesta entre los funcionarios.

Sindicatos, luz de alerta

Cabe destacar que este martes hubo una cumbre presidida por el ministro Sica y para la cual se convocó a representantes de cámaras como la UIA, CAME, CIRA y ADEBA, entre otras. Allí, se abordaron detalles del acuerdo Mercosur-UE pero con el foco puesto en el tema laboral.

"Fueron todas voces de apoyo al TLC", afirmó uno de los directivos que formó parte de la mesa, muy cerca del ministro. "Quienes sí mostraron su preocupación fueron los representantes de la CGT, que pidieron más detalles de la letra chica del acuerdo", agregó la fuente.

En efecto: los gremios enfrentados con el Gobierno son los que prometen dar la pelea más dura en contra del TLC. 

Tal como informó iProfesional, a través de un comunicado, desde la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur, integrada desde el lado argentino por la CGT y las dos CTA, plantearon que el acuerdo con la UE tendrá "un funesto impacto" sobre el sistema productivo.

Tras criticar lo que consideraron fue una negociación poco transparente, agregaron que la misma no tuvo en cuenta las sensibilidades que existen en materia de empleo, especialmente del lado del Mercosur.