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La actividad industrial sigue en crisis: en abril cayó 9,6 por ciento interanual, según un informe de FIEL

La industria acumula cuatro meses de caída en torno a 0% de variación mensual desestacionalizada, según el Índice de Producción Industrial (IPI)
22/05/2019 - 15:11hs
La actividad industrial sigue en crisis: en abril cayó 9,6 por ciento interanual, según un informe de FIEL

El Indice de Producción Industrial (IPI) de abril, elaborado por la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), mostró una contracción de 0,5%, respecto del mes anterior y una disminución del 9,6% respecto de abril de 2018.

En un comunicado, FIEL remarcó que "el IPI ajustado por estacionalidad mantuvo el mismo nivel en el periodo diciembre – marzo, para luego retroceder ligeramente en abril, de acuerdo a información preliminar. En términos interanuales, el IPI registró en abril una caída de 9.6% respecto al mismo mes del año anterior".

FIEL remarcó que "aun cuando todas las ramas de actividad muestran un retroceso interanual, en abril se suman sectores que reducen el ritmo de caída respecto a lo observado en el primer trimestre, destacándose por su importancia el bloque de alimentos y bebidas, el rocesamiento de petróleo, la producción de minerales no metálicos y la industria metalmecánica".

En relación al mes de marzo, "la producción industrial resultó ‐1.8% inferior incluyendo factores estacionales".

Finalmente, "en el acumulado para los primeros cuatro meses del año, la actividad industrial mostró una caída del 9,8% respecto al mismo periodo de 2018", según FIEL.

Según el informe de FIEL, en el primer cuatrimestre del año todas las ramas de actividad acumulan caídas en la comparación interanual.

El ranking de crecimiento es encabezado por la producción de insumos textiles que registra un retroceso de 2%, seguido de la producción de alimentos y bebidas y proceso de petróleo (4,4%), papel y celulosa (4,9%), cigarrillos (6,9%), minerales no metálicos (7,5%) y metalmecánica (8%).

Las restantes tres ramas de actividad muestran un retroceso interanual superior al promedio de la industria, comenzando con insumos químicos y plásticos (‐14%), y siguiendo por la siderurgia (‐16.3%) y la producción automotriz (‐32%).  

"Observando la clasificación de las ramas industriales según el tipo de bienes, en el acumulado para los primeros cuatro meses del año no se han observado cambios. La contracción es liderada por la producción de bienes de consumo durables con una caída interanual acumulada en el primer cuatrimestre de 18.2%, seguida de la producción de bienes de capital que acumulan una caída de 13.9% sobre la misma base de comparación", señaló el comunicado de FIEL .

Por su parte, el estudio destacó que "los bienes de uso intermedio acumulan un retroceso de 9,7% cercano al promedio de la industria, mientras que finalmente, los bienes de consumo no durable retroceden en el cuatrimestre 5,5% interanual".   

"Derivado del freno en la caída mensual de la producción industrial en términos desestacionalizados, los indicadores que permiten anticipar una reversión de la fase recesiva del ciclo han mostrado una muy ligera mejora. Sin embargo la dinámica de contracción medida sobre los últimos seis meses o el año, resultan aún muy elevadas y su moderación avanza con parsimonia", añadió.

FIEL remarcó que "el freno en la caída mensual de la producción industrial ajustada por estacionalidad, resulta insuficiente para fechar el inicio de una nueva fase de recuperación industrial. Finalmente, la difusión sectorial de la contracción mostró en abril una ligera reversión, manteniéndose una aún elevada proporción de la industria con caídas de actividad en el último trimestre móvil".

"En síntesis, la medición desestacionalizada alterna variaciones en torno al cero por ciento  entre diciembre y abril, indicando que la caída de la actividad se habría detenido sin que ello permita concluir que la industria dio comienzo a una fase de recuperación cíclica. Para los próximos meses puede esperarse un menor ritmo de caída de la producción agregada a partir del aporte del proceso de la cosecha gruesa, un freno en el retroceso de la metalmecánica y la siderurgia, así como una mejora en la producción de minerales no metálicos. La demanda de durables continuaría deprimida, al tiempo que en Brasil persiste la incertidumbre económica y se recortan las expectativas de crecimiento  agregado e industrial", concluyó.

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