Economistas advierten que la recuperación económica beneficiará sólo a dos sectores
Tras el derrumbe registrado en la economía durante 2018 se avizoran mejores perspectivas para el 2019, pero la recuperación económica se va a limitar al agro y al turismo.
Así lo analizó el Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano en su último informe.
El campo será uno de los grandes motores de la actividad este año: la cosecha será superior a la del año pasado, castigada por la sequía.
Según los pronósticos de la Bolsa de Comercio de Rosario, la soja excedería en 17 millones de toneladas a la campaña anterior, con un 50% de aumento en el volumen.
En el caso del maíz se espera un incremento de 6 millones de toneladas. "Ello implica una mayor demanda de maquinaria agrícola, fertilizantes y otros insumos para la campaña 2019/2020. También significa un mayor volumen de exportaciones", dijo Víctor Beker, director del CENE.
El economista analizó también que el tipo de cambio revirtió la balanza de turismo, a favor del receptivo y en detrimento del emisivo.
"La Argentina está a un paso del colapso económico"
"Ya en noviembre y diciembre de 2018, el saldo pasó a ser positivo, mientras que hasta entonces venía siendo crónicamente negativo. Ello impactará positivamente sobre actividades ligadas como la hotelería y la gastronomía", señaló el economista.
Agregó que la normalización de la economía brasileña, en tanto, debería repercutir en un alza en las exportaciones hacia ese destino, particularmente las de la industria automotriz.
"En cambio, no se avizoran mejoras para el resto de la industria manufacturera y de la construcción", señaló el director del CENE.
La base de comparación permitirá que haya mejores resultados este año porque la caída del año pasado fue muy aguda; de hecho, el Estimador Mensual de Actividad Económica del INDEC retrocedió un 2,6%, en comparación con 2017.
El derrumbe estuvo liderado por la producción de motos, equipos de informática, televisión, comunicaciones y componentes electrónicos, aparatos de uso doméstico, asfaltos, muebles y colchones, productos textiles y vehículos, junto con la construcción.
"El uso de la capacidad instalada bajó 13% entre diciembre de 2018 e igual mes del año anterior", puntualizó Beker.