CRUCES POR EL "AJUSTE"

El FMI negó en reunión con la CGT que quiera imponer una reforma laboral y jubilatoria

El jefe de la misión dijo que esos cambios no figuran en el programa, pero la cúpula sindical rechazó igualmente "el ajuste permanente" del Gobierno
ECONOMÍA - 21 de Febrero, 2019

La reforma laboral y jubilatoria no forma parte del acuerdo del FMI con el Gobierno. Ese fue uno de los principales mensajes que la misión técnica del organismo encabezada por Roberto Cardarelli le trasmitió esta mañana a la CGT durante la reunión que mantuvieron en la sede de la Uocra, en Balvanera, en donde los sindicalistas por su parte pidieron revertir el programa económico del Gobierno y rechazaron "la política de ajuste permanente".

"Se habló de la economía real, reformas en general y cómo garantizar el crecimiento de la economía argentina. La reforma laboral y jubilatoria no son parte del programa", aseguraron a iProfesional fuentes del FMI. 

El intercambio con la central obrera fue el tercero de este tipo desde la firma del stand by por el que el Fondo se comprometió a prestarle a Macri u$s57.000 millones, y tuvo como objetivo "escuchar" a la cúpula sindical, inquieta por el renovado impulso de Macri a la revisión de la legislación laboral y el sistema jubilatorio, y sus preocupaciones en torno a las metas del programa económico, que en Azopardo ven de difícil cumplimiento por su impacto sobre la economía y el mundo del trabajo.

Durante la audiencia a agenda abierta, Cardarelli se mostró más optimista sobre la economía que en noviembre pasado cuando le anticipó a los sindicalistas un agravamiento de la crisis, un diagnóstico que se cumplió entre diciembre y enero con la fuerte caída de la actividad, el incremento récord de la inflación y la suba de tasas de los últimos tres días para frenar el repunte del dólar. "Vamos a ver una recuperación gradual a partir del segundo trimestre", dijo hoy el funcionario al salir de la reunión en declaraciones radiales.

Pero de inmediato volvió a sugerir la necesidad de aplicar medidas para reducir el gasto público y promover la competitividad al asegurar que "la reforma estructural, la economía real, es garantía de crecimiento, trabajo, crecimiento, reforma estructural". Un diagnóstico que chocó con la postura de los sindicalistas, quienes tras el encuentro exteriorizaron un mayor cuestionamiento a los planteos de la misión, anticipándose al acto opositor que encabezará esta tarde el camionero Hugo Moyano.

"Reafirmamos nuestro rechazo a la política de ajuste permanente, la preocupación por la pérdida del poder adquisitivo del salario, tanto de trabajadores activos como pasivos, por efecto de la inflación, deteriorando gravemente la situación social", señaló el consejo directivo de la central obrera, cuyos miembros se reunieron luego de conversar con el FMI.

La cúpula también advirtió que la pérdida de empleos por la recesión "potencia los conflictos"; a la vez que apuntó contra las altas tasas, la caída del consumo y la apertura comercial. "Por ello planteamos a los delegados del FMI que debemos revertir el programa de ajuste económico y social sobre el pueblo argentino y estimular políticas de desarrollo que alienten el crecimiento industrial y comercial del país. Generando condiciones de desarrollo sustentable", concluyeron.

La delegación sindical estuvo integrada por el dueño de casa, Gerardo Martínez; los triunviros Héctor Daer y Carlos Acuña; y el estatal Andrés Rodríguez; junto al colectivero Roberto Fernández, el mercantil Armando Cavalieri y José Luis Lingeri, de Obras Sanitarias. Fue también de la partida Sebastián Maturano, en reemplazo de su padre quien lidera el gremio de maquinistas La Fraternidad y la Confederación del Transporte (CATT).

Previo a la reunión, el sindicalista de la CATT se había mostrado crítico de los cambios promovidos por el Gobierno en material laboral y la eventual revisión de los regímenes diferenciales, una jubilación anticipada de la que gozan unos 700.000 trabajadores por tareas riesgosas o insalubres. "Queremos saber si el FMI está pidiendo una reforma laboral y de las jubilaciones porque el Gobierno no viene solo por regímenes diferenciales, también por la jubilación en general", dijo ayer a este medio Maturano.

La reacción de los gremios transportistas fue en respuesta a la batería de notas enviadas en las últimos días por la secretaría de Seguridad Social a unos 25 sindicatos y unas 20 entidades patronales (aeronáuticos, marítimos, ferroviarios, taxistas, tranviarios, portuarios, entre otros) pidiéndoles información sobre su esquema de pensiones por el que los trabajadores se jubilan entre los 50 y 60 años, según el caso, tal como reveló ayer este medio.

La inquietud sindical coincide además con las medidas anunciadas ayer por el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que elevó la edad jubilatoria y los años de aportes de los trabajadores. Por otra parte, en medio de su escala en Buenos Aires, el organismo instó esta semana a Uruguay a avanzar en una reforma jubilatoria para disminuir el déficit fiscal. Y en enero había recomendado "reformas adicionales" en un informe que menciona dos veces a la Argentina y sugiere "reducir la generosidad de las jubilaciones".

Las señales de malestar enviadas hoy por la CGT resurgen en medio de un escenario agitado por la explosión de procedimientos de crisis en grandes empresas, el recrudecimiento de la campaña y el endurecimiento del sindicalismo opositor liderado por Hugo Moyano, quien hoy protagonizará un acto a las 18 en el microestadio de Ferro. Allí, se espera que haga un nuevo llamado a la central a adoptar medidas de fuerza en rechazo a la política económica de Macri y la presencia del FMI en el país.

El sindicalista estará acompañado por su hijo Pablo, el metalmecánico Ricardo Pignanelli, el bancario Sergio Palazzo y el docente Roberto Baradell, con quienes integra el Frente Sindical por el Modelo Nacional. La actividad será precedida por actos en todo el país para celebrar el aniversario de la masiva protesta protagonizada por los Moyano hace un año atrás en la 9 de Julio y que dio nacimiento a la multisectorial 21F, con la bendición del Papa.

El calendario de acciones auspiciado por el camionero que ya comenzó con pequeñas protestas por las tarifas proseguirá el próximo 26 de febrero con una suerte de audiencia paralela a la convocada por las autoridades para aumentar los servicios, de la que participarán además intendentes del PJ y movimientos piqueteros, para desembocar en marzo en una protesta que se prevé masiva, según sus organizadores.

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