ECONOMÍA

La misión del FMI recibió a la CGT en medio de la tensión por reforma laboral y jubilatoria

Los líderes sindicales perciben señales intranquilizadoras del Gobierno respecto de los regímenes jubilatorios, los planes sociales y el plan económico
ECONOMÍA - 21 de Febrero, 2019

La CGT se reunió este jueves con la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) para obtener precisiones sobre la reforma laboral y jubilatoria impulsada por estas horas por el Gobierno, el futuro de los planes sociales, y el programa económico en el marco del acuerdo con la Argentina.

El encuentro arrancó cerca de las 10 de la mañana en la sede del gremio de la construcción UOCRA, previo a la reunión del consejo directivo de la central obrera que será a las 17.30, en simultáneo al acto previsto del líder del sindicalismo opositor, Hugo Moyano, en el estadio de Ferro, en donde volverá a diferenciarse con el anuncio de una agenda de protestas contra el Gobierno.

La misión encabezada por el italiano Roberto Cardarelli y su acompañante Trevor Alleyne, había anticipado a iProfesional que asistiría con el objetivo de "escuchar la visión y perspectivas" de la delegación de la central obrera.

En esta ocasión –es la tercera vez que mantienen conversaciones- la CGT pidió definiciones a los técnicos sobre el intento del Gobierno de modificar la legislación laboral y los convenios colectivos –ayer este medio dio a conocer el proyecto en estudio del Ministerio de Producción y Trabajo para introducir esos cambios en una nueva Ley Pyme- así como la eventual reformulación de los regímenes diferenciales, una jubilación anticipada de la que gozan más de 50 actividades consideradas riesgosas o insalubres.

La comitiva sindical (integrada por el dueño de casa, Gerardo Martínez; el triunviro Héctor Daer; el estatal Andrés Rodríguez; José Luis Lingeri, de Obras Sanitarias; y Sebastián Maturano, hijo del conductor ferroviario) se hizo eco de los gremios nucleados en la Confederación del Transporte (CATT), liderada por Juan Carlos Schmid y Omar Maturano, que en las últimas horas salieron a rechazar una eventual modificación de la pensión temprana vigente en sus actividades.

"Queremos saber si están pidiendo una reforma laboral y si hay una iniciativa sobre las jubilaciones que ellos llaman especiales y no lo son, porque el Gobierno no viene solo por los regímenes diferenciales, también por la jubilación en general", había dicho a este medio Maturano.

El FMI volvió a recomendar "reformas adicionales" del sistema jubilatorio en un informe publicado el 15 de enero pasado, en el que menciona dos veces a la Argentina y sugiere "reducir la generosidad de las jubilaciones" mediante la disminución de la tasa de cobertura en relación al salario o bien a través del recorte de los regímenes diferenciales.

Pero la reacción sindical fue en respuesta a la batería de notas enviadas en las últimos días por la secretaría de Seguridad Social a unos 25 sindicatos y unas 20 entidades patronales (aeronáuticos, marítimos, ferroviarios, taxistas, tranviarios, portuarios, entre otros) pidiéndoles información sobre su esquema de pensiones por el que los trabajadores se jubilan entre los 50 y 60 años, según el caso.

La dependencia bajo la órbita del Ministerio de Desarrollo Social se interesó por "las tareas y puestos de trabajo incluidos en el régimen diferencial", "condiciones y medio ambiente en que se desarrolla cada puesto", "organización del trabajo", "regímenes horarios", "cantidad de trabajadores en actividades diferenciales", y "factores riesgo para la salud", entre otros ítems.

"La nota enviada en ningún momento habla de recortar regímenes, dice que los regímenes que merezcan tener un régimen diferencial deberán ser sustentables y para tareas que efectivamente conlleven un riesgo, desgaste o envejecimiento. Y que para eso se solicita la información", explicaron a este medio desde Seguridad Social.

Durante el encuentro con el FMI, los sindicalistas también indagaron sobre el futuro del programa acordado con Macri, quien espera en marzo el desembolso de fondos extra por u$s10.800 millones.

La CGT buscó despejar la incertidumbre reinante sobre las próximas medidas que adoptará el Gobierno en línea con las directrices del Fondo, ante la fuerte recesión que azota la economía, con el cierre de empresas, despidos y una inflación récord de casi un 50% interanual.

La dirigencia gremial solicitó asimismo un refuerzo de los planes sociales, una posibilidad contemplada en la "cláusula de salvaguarda social" incluida en junio del año pasado por la cual el Gobierno puede aumentar las asignaciones como la AUH en caso de subir la pobreza, como finalmente ocurrió.

Definición de agenda sindical

En noviembre, la central ya había propuesto una mayor protección a los desocupados –un sector por el que también se interesa el Papa Francisco-. Fue durante una reunión con la misión en la que también solicitaron un adelanto a los jubilados y medidas para preservar el empleo, mientras Cardarelli les anticipó un agravamiento de la crisis.

Con la certeza de que esos presagios terminaron por cumplirse, la cúpula sindical se reunirá este jueves por la tarde para analizar los próximos pasos, en lo que será su primera reunión del año en un escenario agitado por el recrudecimiento de la campaña electoral y las señales de endurecimiento de los sectores sindicales opositores al Gobierno.

Al frente de estos últimos, Hugo Moyano intentará mostrarse como el principal dirigente capaz de aglutinar el descontento social, con el acto que encabezará a las 18 en el microestadio de Ferro, junto a su hijo Pablo, el metalmecánico Ricardo Pignanelli, el bancario Sergio Palazzo y el docente Roberto Baradell, quienes al igual que el camionero integran el Frente Sindical por el Modelo Nacional. La actividad será secundada por un centenar de actos en todo el país para celebrar el aniversario de la masiva protesta protagonizada por los Moyano hace un año atrás en el Obelisco que dio nacimiento a la multisectorial 21F, con la bendición del Papa.

El calendario auspiciado por el camionero continuará el próximo 26 de febrero con una suerte de audiencia paralela a la convocada por las autoridades para aumentar las tarifas, de la que participarán además los intendentes y movimientos piqueteros, y en marzo desembocará según lo previsto en una protesta masiva.

La intención de Moyano es ratificar su rol de "dueño de la calle" en medio de un incremento de la conflictividad gatillado por los sucesivos procedimientos de crisis iniciados por empresas de la talla de FATE, Avianca y en las últimas horas por la embotelladora FEMSA, de Coca Cola, lo que motivó la declaración del estado de alerta y movilización en Camioneros, quienes ya rechazaron cualquier intento de "flexibilización" de su convenio laboral. 

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