ANÁLISIS

Advierten que la telefonía móvil atraviesa una crisis local y una desaceleración global

El consultor Enrique Carrier analiza la evolución de las ventas de celulares. En 2018 se combinaron factores de la macro local con la situación global
ECONOMÍA - 13 de Enero, 2019

"A pesar de ser los electrónicos menos impactados por la crisis, los celulares no salieron indemnes del 2018. Se combinaron factores de la macro local con la situación global de la propia industria. Así, se hizo imposible que los datos del año que terminó fueran positivos", señala a Clarín, Enrique Carrier, consultor especializado en la industria.

A nivel local, para mediados de año ya la macro se comenzaba a resentir, luego de un proceso devaluatorio que se inició en el 2do trimestre y se haría evidente hacia mediados de año. Y su impacto directo e indirecto signaría el resto del 2018 y lo seguirá haciendo en el inicio del año en curso.

La disparada de precios en pesos de productos importados (más allá de su paso por Tierra del Fuego) y la pérdida de capacidad adquisitiva de los salarios combinadas con una fuerte restricción monetaria y la consecuente suba de la tasa de interés, que impactaron fuertemente en la financiación, llevaron a una recesión que se sintió en todos los ámbitos.

"En consecuencia, para los fabricantes de celulares el 2018 resultó ser el peor año en volumen de unidades vendidas desde el 2004. Las condiciones del mercado y las reacciones de cada uno de los actores determinaron que éste haya quedado concentrado en Samsung y Motorola. Entre ambos se alzaron con las tres cuartas partes del mercado. LG y Huawei entraron en procesos de reorganización interna luego de alcanzar valores de participación muy por debajo de lo esperado", puntualiza Carrier al matutino.

Todo esto sucedió mientras el mercado mundial de smartphones registró una caída de entre el 1 y 3%, logrando por primera vez en su historia que el crecimiento fuera negativo.

Aquí se combinaron factores coyunturales con estructurales. A nivel coyuntural, el impacto de China, el mayor mercado de smartphones del mundo, fue decisivo, con ventas que vienen cayendo en los últimos dos años. Esta caída no pudo ser compensada por los crecimientos en India y África, donde todavía se estima quedan 1.000 millones de habitantes sin smartphone.

Pero también hay que considerar que la escasa innovación en los celulares en los últimos tiempos (generalmente concentrada en la cámara y la pantalla) hicieron que no sobren las razones para cambiar un equipo. Así, las reposiciones se fueron postergando a la espera de novedades significativas.

A esto se sumó en los últimos tiempos la suba de precios en los equipos de gama más alta, cuyo valor en dólares prácticamente se duplicó en el último lustro, lo que sirvió para mantener facturación pero no los volúmenes.

"Para este año, el panorama local no permite prever un retorno a los volúmenes de antaño. Seguirá la recesión y, si bien se espera una baja progresiva y moderada de las tasas de interés, habrá que ver si alcanza para un retorno masivo de la financiación, que en la Argentina suele tener más relevancia que el precio en sí mismo. Quizás ayude un dólar que se prevé estable en su valor nominal, pero atrasándose como consecuencia de la inflación, lo que haría que todo lo que sea importado baje su precio relativo, incluyendo a los celulares. De todos modos, seguramente no será un año para grandes celebraciones", concluye Carrier.

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