Cómo es la solución que impulsa el Gobierno para aliviar a los deudores de créditos UVA
Al boom de los créditos hipotecarios modo UVA -en los que el capital adeudado se ajusta a la par de la inflación y por ende la cuota refleja ese ajuste mes a mes en su monto- le siguió en las últimas semanas un disputa, que gira en qué pasa con la cuota si la inflación supera por varios puntos a la evolución de los salarios, algo que está sucediendo este año.
Estos créditos arrancaron en abril de 2016 pero tomaron fuerza en 2017. Y su demanda se frenó abruptamente a partir de abril de este año, cuando estalló la crisis cambiaria que derivó en una fuerte aceleración del índice de precios.
El Gobierno estaría por anunciar en los próximos días una clausula que se gatille cuando la inflación supere en más de 10 puntos porcentuales la variación del Coeficiente de Variación Salarial.
Según el plan oficial, el cliente podrá solicitar que la parte de la cuota que exceda esa relación se capitalice, es decir, que pase al saldo de deuda. Cuando la relación entre inflación y CVS se normalice, la parte capitalizada vuelve a integrarse a la cuota de cada mes.
Esta discusión se da porque la inflación está corriendo más rápido que las paritarias, y se altera la relación cuota-ingresos. De ahí que hayan empezado a aparecer proyectos de Ley para proteger a los deudores UVA ante el supuesto riesgo de morosidad.
Lo de supuesto merece una explicación.
1. Por un lado, el dato objetivo: el Banco Central informó que de los 90.000 hipotecarios UVA otorgados, apenas el 0,2% -180 créditos- están observando algún atraso en el pago de cuotas.
2. Se puede hacer un ejercicio tomando como ejemplo un crédito cuya cuota en diciembre de 2017 era de $10.000 y la relación cuota ingreso era del 25%. Esto quiere decir que el ingreso familiar era de $40.000.
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Si al cabo de 2018 la inflación resulta del 45% y el aumento salarial del 25%, la cuota de diciembre será de $14.500 y el ingreso familiar de $50.000. En este caso, la relación cuota ingreso habrá saltado al 29%. Además, los $4.500 de incremento de la cuota, distribuidos en 12 meses, dará un incremento mensual de $375. A priori, un monto manejable.
Ahora veamos cómo se aplicaría la clausula que ideó el Gobierno con el ejemplo del crédito citado más arriba. La cuota arrancó el año en $10.000. Como el CVS -tomando como ejemplo esa paritaria- habrá subido 25% y la cuota tendría un tope en $13.500 (un 35% más que al inicio del año, y 10 puntos sobre el CVS).
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Los $1.000 pesos excedentes se sumarían al capital adeudado. En los meses siguientes, cuando el CVS se acerque a la inflación, esos $1.000 que se capitalizaron se integrarán otra vez a la cuota correspondiente, ejemplifica Clarín.
Hay que recordar que hoy los deudores pueden apelar a la clausula que dice que si la inflación supera en 10 puntos al CVS se puede solicitar extender en hasta 25% el plazo originalmente previsto para el préstamo".
En el Gobierno hoy admiten que dicha clausula -que no les gusta ni al Banco Central ni a los bancos- tuvo que ser incluida para que se autorizara el sistema UVA. Y a funcionarios y banqueros no les gusta porque la hipoteca que sufre modificaciones a sus plazos originales no puede ser securitizada, es decir no puede ser vendida en el mercado de capitales.
La securitización es un mecanismo que les sirve a los bancos para hacerse más rápido de liquidez para mantener activa la oferta de créditos. La opción que propondrá en los próximos días el Gobierno no altera los plazos originales del crédito.