Las siete plagas que azotan la economía de Macri y cómo se disparó la incertidumbre sobre Argentina
El 28 de diciembre. La suba de tasas en Estados Unidos. La sequía. Los intentos de la oposición y socios de Cambiemos por desarmar la suba de tarifas. Las idas y vueltas de Federico Sturzenegger a la hora de intervenir durante la corrida contra el peso. Los cuadernos de la corrupción. Las dudas sobre si Argentina cuenta con los dólares suficientes para llegar a 2019.
Son siete episodios que sirven para repasar la evolución del riesgo país en el período. Esta semana el Embi JP Morgan cruzó la barrera de los 700 puntos. Hay que retrotraerse al 13 de febrero de 2015, con una economía en default, para encontrar un nivel similar.
¿Por qué se vuelve a hablar del riesgo país en Argentina? Porque su economía gasta por encima de lo que produce y sostener esa conducta lleva a pedir prestado y aumentar la deuda. “De ahí que bajarlo sea prioritario”, señala a Clarín, Martín Vauthier, economista de Eco Go, sobre el riesgo país. “Servirá para dar la señal de que Argentina podría volver a los mercados”.
¿Cómo se lo reduce en lo inmediato? La mayoría de los economistas repite la misma fórmula: el Gobierno debe procurar dar certidumbre de que cumplirá con el programa financiero del próximo año, esto significa, que los dólares que vengan prestados del mercado, o de los desembolsos del FMI, se utilicen para pagar los vencimientos de la deuda de corto plazo y no para otros fines, como por ejemplo, intervenir para sostener el dólar en 31 pesos.
Los economistas refieren a problemas más estructurales: el déficit fiscal y el tamaño del Estado. Ambos desequilibrios de la macroeconomía no sólo cedieron sino aumentaron en estos años.
El déficit fiscal neto aumentó de 3,8% del PBI en 2015, a 5% en 2017 y el de cuenta corriente creció desde 2,7% del PIB a 4,9% del PIB. “La dinámica de 2016 y 2017 no fue ni shock ni gradualismo, sino directamente un no ajuste’”, puntualiza Vauthier al matutino.
Primer cortocircuito entre el Gobierno y FMI: a sólo dos meses del acuerdo, tensión y reproches por el precio de dólar y el rumbo de la economía
Un trabajo de Oscar Cetrángolo en el blog Alquimias Económicas, demuestra que la presión tributaria cayó en el primer año de Cambiemos deteriorando así la situación fiscal.
También se suma como causal la obligación a inversores extranjeros a pagar el impuesto sobre la renta financiera o el cumplimiento de las metas de desarme de Lebac con el FMI.
“Uno hace un repaso de estos eventos y mucho ha sido daño autoinflingido”, señala a Clarín Daniel Marx. “¿Qué espero ahora? Que se corrijan los errores y ver señales claras tomando decisiones sobre un diagnóstico realista”.
El Banco Central perdió más de $11 mil millones por sus apuestas con dólar futuro
Para el ex secretario de Finanzas, el Gobierno fue optimista con creces en 2016-2018. La hoja de ruta hacia adelante, recomienda, debiera incluir una explicación más detallada acerca de cómo se financiarán las necesidades de 2019, brindar señales políticas de que el país cumplirá sus obligaciones y anunciar medidas que alienten la inversión. “El modelo de Vaca Muerta funcionó bien”, dice Marx con respecto al último punto. “Ahí el Gobierno reunió a distintos actores bajo la consigna que todos cedían algo: hay que expandirlo”.
¿Cuál es la estrategia del Gobierno para bajar el riesgo país? Cumplir el programa con el FMI, esto es básicamente, honrar la meta de déficit fiscal primario en 2019 (1,3% del PBI).
Este plan del oficialismo implica dos supuestos. Primero, en lo inmediato el riesgo país podría no ceder. Los resultados fiscales demoran en registrarse y, además, el mercado estará atento al debate sobre el Presupuesto 2019.
“Hasta que no estabilice la situación financiera difícilmente vamos a ver el final del ajuste en el plano de la actividad”, advierte Vauthier. La economía en junio registró la caída más profunda en casi diez años. El aumento del costo del endeudamiento complica los planes de las empresas.
El segundo supuesto refiere a que el ajuste ya es un hecho. Pero, ¿será así? “No parece tan difícil”, dice Sebastián Briozzo, director senior para la región de Standard & Poor’s. “Es importante que el Gobierno haga foco en subsanar los desequilibrios macro mientras el acuerdo con el FMI actúa como un buen seguro en un mundo donde el financiamiento ya no es tan fácil”.
Un estudio publicado por el Instituto para las Finanzas Internacionales con sede en Washington, ubica los niveles de liquidez global en el mismo escalón a los previos de la crisis de 2008. Las condiciones se endurecerán para la región. Sufrirán más Argentina, Brasil y Turquía.