El BCRA subió la tasa de interés al 45% y prometió no bajarla hasta octubre para contener a la inflación
Por temor a que la inflación se salga de control, el Banco Central elevó este martes 500 puntos básicos la tasa de interés de referencia, para ubicarla en el 45% anual y prometió no volver a bajarla hasta octubre.
La decisión de la autoridad monetaria se conoció cuando el dólar era comercializado a 30,85 pesos en algunos bancos privados y en hasta 31 pesos en casas de cambio del centro de la Ciudad de Buenos Aires.
Los temores por el impacto que podría producir la crisis de la lira turca crecían hacia el interior del Banco Central y del Gobierno de Mauricio Macri, con una eventual aceleración inflacionaria como principal amenaza.
Turquía anunció este lunes una serie de medidas para frenar el hundimiento de su moneda, en un contexto de tensiones con Estados Unidos, al que Recep Tayyip Erdogan acusa de querer golpear "por la espalda" a su aliado turco.
La Argentina "está al borde de la quiebra", advirtió el economista Carlos Rodríguez
El Banco central de Turquía, con la esperanza de tranquilizar a los mercados, indicó este lunes que aportaría toda la liquidez que necesiten los bancos y que tomaría "todas las medidas necesarias" para asegurar la estabilidad financiera.
La situación de Turquía generaba efectos en cadena sobre las economías emergentes que veían fuertes presiones devaluatorias sobre sus monedas.
"En respuesta a la coyuntura externa actual y el riesgo de que implique un nuevo impacto sobre la inflación doméstica, el Comité de Política Monetaria (COPOM) resolvió por unanimidad reunirse fuera de su cronograma preestablecido y aumentar la tasa de política monetaria a 45%", dijo la autoridad monetaria en un comunicado.
Asimismo, para garantizar que las condiciones monetarias mantienen su sesgo contractivo, el COPOM se compromete a no disminuir el nuevo nivel de tasa de política monetaria al menos hasta el mes de octubre.
Así, la entidad que conduce Luis Caputo busca dar señales positivas a los inversores financieros, tanto locales como extranjeros, cuya desconfianza aumentó en las últimas semanas por la debilidad externa de la Argentina.