Carlos Melconian anticipa lo que viene: "Hay que bancarse la recesión con altas tasas de interés"
"Las tasas de interés continuarán en niveles altos (más del 40%) por un tiempo más, con un efecto directo en la desaceleración del crédito. Esa es hoy la principal herramienta que utiliza el gobierno nacional para contener al tipo de cambio y que no supere la barrera de los 30 pesos por dólar", asegura el economista Carlos Melconian.
"Mientras tanto, el fin de la caída e inicio de la recuperación generan dudas, y se producirían recién hacia fines de 2019 y no como lo estimó el propio gobierno hacia finales de este año", agrega.
"En diciembre de 2017 había subido a 28% y actualmente volvió a saltar hasta 47 y más de 60% en el mercado secundario", repasó, apoyado en un cuadro y contrastando con valores históricos de la tasa de interés, que de un nivel previo del 15% en noviembre-diciembre de 2013 saltó a 28% en febrero de 2014 (post devaluación) y se mantuvo en 27% en meses siguientes, con una inflación al 38% anual", añade.
En tanto, de un nivel previo de 28% en octubre-noviembre de 2015, saltó a 38% en diciembre de ese año, tuvo una baja fallida al 30% en febrero de 2016, un nuevo salto al 38 en marzo de 2017 y una baja al 27% en que se mantuvo hasta fines de ese año.
"Hay que bancarse la recesión con altas tasas de interés", enfatiza el ex presidente del Banco Nación. Por eso, advierte que la economía dejará de ser "un activo" de la gestión macrista.
"Gran parte de la estrategia duranbarbista o marcospeñista será que de economía no se habla", indica. También resalta que "la realidad" se encargará de la licuación del gasto público que, durante todo este tiempo, el Gobierno no supo bajar.
Entonces, en ese contexto, el debate entre economistas es cuándo comenzará el ciclo de recuperación tras la caída.
Es decir, gráficamente, cuándo comienza a formarse la pata ascendente de la "U". "El gobierno tiró diciembre. Pero la única seguridad la tendremos con la cosecha en el segundo trimestre del año que viene", asegura.
Para Melconian, la noticia más dolorosa que recibió este gobierno no fue la caída en las encuestas, sino que "se perdió el estamos bien pero vamos a estar mejor".
Es que la actual gestión, en dos años y medio, no demostró todavía que fuera capaz de resolver los problemas coyunturales del país.
Del acuerdo con el Fondo, marcó como "sorpresa positiva" que el préstamo es cuantitativamente importante (50.000 millones de dólares); y una negativa: "Argentina tiene deuda externa, interna, déficit primario, Letes y Lebac; necesita mucha plata y toda la que pone el Fondo no alcanza".
De hecho, con cifras lo expresa en forma contundente: hasta que finalice el gobierno de Cambiemos, el país recibirá desembolsos por 33.000 millones de dólares, pero tiene necesidades por unos 42.000 millones entre los pagos de la deuda externa, el déficit primario y los vencimientos de Letes en dólares, deuda interna en pesos y rescate de Lebac.
"Es un acuerdo presentado en sociedad para que, a partir de su cumplimiento, el país recupere la capacidad de tomar deuda porque necesita esto más deuda para este agujero", concluye.
Según aclara, la necesidad de recurrir al FMI no fue por un "evento internacional", argumento utilizado por la comunicación oficial de Cambiemos. La explicación fue la "corrida de reservas y su fuerte pérdida, que fue un cuarto del total en cuatro meses".
"Ese fue el gatillo del problema", señaló. Tanto, que el día en que el gobierno nacional decidió recurrir el Fondo el país estuvo "al borde del abismo", según su propia descripción.
"Si vos mirás la tasa, el mundo está igual", resalta Melconian. Y en su explicación del "por qué" apunta al desequilibrio cambiario.
"En el primer bimestre de este año, el atesoramiento y el turismo siguieron demandando 3.000 millones de dólares mensuales y la oferta más o menos siguió trayendo esa cantidad. El BCRA no tuvo corrida. Pero en marzo, cuando se le echó la culpa a la sequía y a las cerealeras, los velociraptores (las Lebacs, el carry-trade) dijeron que no traían más 1000 millones por mes para comprar Lebac", puntualiza.
"En la medida en que vencían, compraban dólares para salir. Al resto, préstamos de empresas y provincias, se les cerró el mercado. Entonces la oferta en lugar de 3000 fue 1000 millones. Y el Central vendió 2000 millones. Abril fue peor. Todo el mundo dolarizó carteras, producto de la desconfianza. Es la única manera de explicar esto genuinamente", describe.
Carlos Melconian habla de tres desbalances que significaban 30.000 millones "en rojo".
- "El desbalance fiscal (recaudación menos gasto), es decir, la deuda soberana que (Luis) Caputo iba a conseguir financiar en Wall Street".
- "El monetario, porque cuando le vendía los 30.000 a Sturzenegger y esos pesos iban al mercado, el presidente del BCRA terminó colocando 30.000 millones de Lebac".
- "Y un tercer 30.000, que significaba que alguien trajera ese volumen al mercado de cambio todos los días, porque si no entre la compra de dólares de la gente y el turismo, el BCRA tenía que poner 30.000 millones de dólares de algún lado", afirma.
Ante ese pronóstico de fracaso de ese "plan", que varias veces todavía estando en el gobierno había advertido, Melconian recordó que tras el derrumbe sobrevino el acuerdo con el FMI.
"Teníamos hasta el disparate de las planillas de Excel de los dos subjefes de Gabinete. CEOs muy importantes, que hacían esas planillas en base a una serie de supuestos sobre inflación, PBI, tipo de cambio real, el déficit primario", señala en tono de severas críticas a "una metodología irreal"."Nunca creí en esta payasada", cerró.