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Jorge Triaca: "La cláusula de revisión previene el conflicto porque obliga a negociar"

El ministro de Trabajo dijo que esta herramienta "brinda tranquilidad al trabajador y al empresario". También habló del proyecto de reforma laboral
13/06/2018 - 08:08hs

Jorge Triaca habló en el cierre del Summit de Recursos Humanos organizado por La Nación, que se llevó a cabo el 23 de mayo último. El ministro de Trabajo dio definiciones claves sobre el déficit fiscal, la cláusula de revisión y los juzgados laborales, entre otros términos, y también describió a perfiles reconocidos de la polí­tica local.

El Ministro xplicó la diferencia entre el acuerdo de revisión de las paritarias de este año y la cláusula gatillo, aquella que permití­a que se disparara automáticamente un aumento superior al acordado si la inflación superaba lo estimado.

En el caso actual, en cambio, si el avance de los precios es mayor que lo proyectado, las partes están obligadas a sentarse a negociar. "El 15% de meta de inflación podí­a tener vaivenes como los que tuvimos, por eso la cláusula de revisión brinda tranquilidad al sector empresario y al trabajador", detalló. Añadió que es una herramienta que "previene la conflictividad porque obliga a ambas partes a sentarse a negociar".

El ministro detalló que siete de cada diez negociaciones salariales están cerradas y proyectó que el 30% restante avanzará sin inconvenientes.

También opinó que cada sector deberí­a poder negociar con relación a cómo le está yendo este año: "No es lo mismo para el que no puede llegar al mismo nivel que la inflación, eso es una variable de negociación y ahí­ está la habilidad de los dirigentes para encontrar esos equilibrios".

Reducir la litigiosidad es clave para mejorar la competitividad, destacó el funcionario. Por ahora, constituye una traba para que se generen nuevos puestos de trabajo, añadió. "Para una empresa de 50 trabajadores, un punto de la alí­cuota de la ART es igual a la masa salarial de un empleado más, por lo que estamos perdiendo una oportunidad de emplear a más personas", expresó.

Explicó que el Gobierno comenzó a cubrir vacantes en el fuero laboral del Poder Judicial y señaló que en el pasado esos espacios quedaban libres para favorecer que determinados jueces tomaran más casos y evitar que otros con diferente ideologí­a lo hicieran.

Añadió que el Gobierno avanza con perfiles que tengan "una mirada más equilibrada entre el cuidado de los derechos de los trabajadores y del proceso productivo". De acuerdo con Triaca, es necesario "construir un marco institucional que favorezca el consenso y el desarrollo", porque el actual da margen para la conflictividad.

Triaca confesó que el Gobierno no tiene la mayorí­a necesaria para que el proyecto de reforma laboral completo se trate en el Congreso en un futuro cercano. Explicó que si bien los dirigentes sindicales y los gobernadores "comprenden el problema", el hecho de que 2019 sea año electoral le quita madurez al debate porque hace que algunos prioricen su posicionamiento.

Subrayó que, hasta el momento, más del 40% de los convenios colectivos de trabajo ya tuvieron modificaciones. "A veces parece que plantear cambios es como tocar a la vaca sagrada, pero creo que es una gran oportunidad para dar el debate entre el sector empresarial y los trabajadores, siempre teniendo claro que hay que cuidar a quienes tienen mayor nivel de desprotección", dijo.

Para terminar pidió "no rasgarse las vestiduras" para hacer los cambios que permitan que cada gremio defienda a sus trabajadores actuales y a quienes podrí­an sumarse.

El ministro utilizó el ejemplo del paro de metrodelegados de mayo pasado para hablar de la conflictividad gremial. "Cuando el Presidente señala que las conductas mafiosas no son parte de la Argentina que queremos construir, nos referimos a este tipo de cosas", resaltó, e insistió en que se debe resguardar a los trabajadores, pero "no puede haber abuso".

El funcionario insistió en que este año el Gobierno tiene dos objetivos claves: un proceso de cuidado de gasto, pero también de priorización de crecimiento. Y dio definiciones sobre la situación económica actual: "Estamos transitando un camino de reducción de déficit fiscal de manera menos gradual y apresurada".

El Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) mostró crecimiento el año pasado, destacó el funcionario. "El año pasado se crearon 600.000 puestos de trabajo, de los cuales 280.000 fueron formales", detalló. Explicó que hay cinco sectores de mano de obra intensiva que tienen movimiento significativo -como el comercio o la construcción-, pero que no formalizan "al ritmo que a uno le gustarí­a".

"Son sectores donde hay niveles de crecimiento de empleo, pero donde no hay niveles de formalización suficientes", añadió. Explicó que hay rubros en los que hay mayor informalidad por falta de incentivos o porque la tarea de fiscalización es más complicada.

En ese sentido, señaló un avance: una tarea conjunta con organizaciones empresarias y con el sindicato en el caso de los trabajadores rurales para mejorar el control. "Detectamos más de 93.000 trabajadores que no estaban registrados", recordó, y señaló que por ese motivo es importante que se debata la reforma laboral.

El ministro de Trabajo no escatimó en definiciones para otros funcionarios, gremialistas y otras figuras. Comenzó por Elisa Carrió: "Un aporte extraordinario a la república, nos sube la vara de las instituciones", resumió. Siguió por Mario Quintana, al que describió como "un gran trabajador" y "una persona de muy buen corazón" y "muy comprensiva en la tarea de coordinación".

Siguió por dos referentes de la oposición. Primero, Cristina Kirchner: "Una dirigente que mira más por el espejo retrovisor que hacia adelante", dijo. Más adelante, llamó a Juan Manuel Urtubey "un gobernador serio, inteligente y moderno" que "tiene la oportunidad de hacer su aporte a la Argentina".

Terminó por dos dirigentes gremiales. Armando Cavalieri (Comercio) es para el ministro un dirigente ejemplar: "Ha logrado mucho para su gremio, no solo en términos laborales, sino también sociales y de salud, les puede enseñar a muchos". El último fue Hugo Moyano: "Un dirigente más preocupado por cuestiones personales que generales".