Inesperado alivio para Macri en pleno debate por tarifas: la baja del petróleo le saca presión al ajuste de las naftas

Para festejo del Gobierno, baja el petróleo en el mundo: ¿frenará el aumento del precio de la nafta en Argentina?
ECONOMÍA - 30 de Mayo, 2018

En uno de los momentos más difí­ciles de su gestión, Macri encontró una inesperada fuente de satisfacción: el precio del petróleo, que comenzó a descender.

Esto, luego de un proceso de fuertes subas que lo llevó a un nivel tal que el Gobierno lo apuntó como uno de los factores globales negativos que justificaban un rápido acuerdo con el FMI.

Cuando Macri dio su aparición televisiva en la que adelantó el pedido de un préstamo stand by, el barril cotizaba a $80.

El Gobierno sufrí­a el embate de las petroleras y de estaciones de servicio, que ejercí­an su poder de lobby para que aprobara cuanto antes un alza en el precio de los combustibles.

Con un dólar que ya no podí­a ser utilizado como "ancla" inflacionaria, y en plena puja polí­tica por actualizar tarifas, el único elemento a mano para contener los precios era el de las naftas, lo que colocó al Gobierno en una postura de tensión frente al sector de combustibles.

Para los funcionarios, se hací­a muy difí­cil argumentar en contra de los empresarios, quienes señalaban que sus costos se habí­an elevado porque el petróleo en el mundo estaba más caro.

En este contexto, las petroleras estimaban que las naftas y el gasoil tení­an que aumentar no menos de un 12% y de manera inmediata.

En rigor de verdad, estas quejas parecí­an bien fundadas, ya que el sector de los combustibles generó un verdadero "boom" de importación: sólo en el primer bimestre las compras al exterior fueron 11 veces superiores a las de otros perí­odos como 2015-2016.

Según pudo constatar iProfesional a partir de información aportada por empresarios del expendio, compañí­as como Shell, Esso, Petrobras y Oil compraron a razón de 27.500 barriles por dí­a: hace tres años, ese número no llegaba a los 2.400.

Mientras el ingreso de crudo se expande, la producción nacional sufre una caí­da cada vez más pronunciada.

"El crudo es el insumo principal de las refinerí­as. Representa el 80% del costo de la producción básica", afirma el consultor especializado Eduardo Barreiro.

Acuerdo con pronóstico incierto

Desde hace ya varios meses el Gobierno ejerce una marcada influencia en las decisiones de YPF, más allá de que siempre hizo referencia a una empresa "libre" operando en un mercado desregulado.

Con la estatal como punta de lanza, los funcionarios "fumaron la pipa de la paz" con los empresarios, con quienes acordaron congelar el precio de las naftas hasta junio inclusive para demorar el efecto contagio de un dólar que pasó de $20 a $25.

La viabilidad del acuerdo fue puesta en duda desde el primer momento. Al punto que firmas como Axion buscaron un modo "elegante" para quedar bien con Macri sin resignar tanto dinero: comenzaron a dosificar entregas de gasoil y establecer un sistema de cupos.

Como telón de fondo, la suba del barril de crudo parecí­a imparable y se hablaba de un barril superando los u$s100 en poco tiempo.

Pero ocurrió lo impensado. Se sucedieron una serie de acontecimientos que cambiaron de golpe ese ciclo alcista y el precio fue descendiendo hasta posarse en u$s75. Más aun, hay claros indicios sobre la persistencia de una tendencia bajista.

Sin duda, este cambio favorece al Gobierno y debilita la posición de los empresarios.

Esto ocurre justo en momentos en que se comenzaba a observar cierta reticencia a un normal abastecimiento, a la espera del nuevo incremento en julio.

El principal motivo de festejo para el oficialismo es claro: en pocos dí­as, la nafta dejó de ser sinónimo de una agudización de la inflación para el segundo semestre.

Ahora que el petróleo bajó ¿se abaratará la nafta?

En el mercado argentino, el interrogante se centra en cómo incidirá este cambio de contexto que se da a nivel global. Y, más especí­ficamente, qué ocurrirá con el cronograma de aumentos en los surtidores.

Algo que muchos argentinos se plantean es: cuándo el petróleo aumenta en el mundo, la nafta se encarece en Argentina. Entonces, ahora que baja, ¿no deberí­a producir un abaratamiento del combustible?

Como era de prever, esta opción está descartada: desde las empresas aseguran que el atraso tarifario es demasiado fuerte como para que pueda ser compensado con una caí­da en la cotización del barril.

Desde CECHA, la confederación que nuclea a las firmas que comercializan combustibles, su secretario, Oscar Dí­az, no luce muy optimista.

Considera que el desfasaje entre los costos y el actual precio de venta es tan pronunciado que ninguna petrolera podrí­a "darse el lujo" de reducir el valor del litro aunque sea unos centavos.

"No hay que olvidar que en estos dos meses los precios en las estaciones se mantiene incluso con un dólar que pasó de $20 a $25. Hoy estamos vendiendo naftas con un atraso del 25% respecto de lo que deberí­a valer", asegura.

Para Dí­az, el precio actual del barril, calculado en pesos, sigue estando muy por encima del año pasado aun con la baja internacional de estos dí­as.

"En octubre del 2017, rondaba los $1.000. Pasó a casi $1.700 en mayo de 2018, cuando se firmó el acuerdo con el Gobierno para congelar precios hasta julio. Luego, el dólar trepó de $20 a $25. Todo esto atenúa cualquier tendencia bajista del crudo", indica.

El empresario comentó que la brecha queda a la vista si se considera que desde el año pasado hasta principios de mayo:

- El costo de barril trepó casi 70%

- El precio de las naftas sólo subió 29%.

"El petróleo en el mundo podrí­a desplomarse mucho más y ni siquiera así­ eso se trasladarí­a a las estaciones de servicio", expresa.

Desde la Cámara de Empresarios del Combustible (CEC) su referente, Raúl Castellano, señala a iProfesional que de haberse cumplimentado con la premisa de precios liberados, "el alza del tipo de cambio hubiese llevado la súper a $31".

Como premio consuelo, hay expertos que afirman que al menos le restará algo de presión a los aumentos futuros.

Los analistas califican al cambio de contexto del petróleo en el mundo como un "bálsamo", en medio de otros costos inherentes al sector que no detienen su escalada.

Este término puede parecer algo exagerado si se tiene en cuenta la difí­cil situación financiera de las petroleras, pero refiere a una transición que se hará más llevadera al menos hasta julio, mes en el que podrán aumentar las naftas según lo pactado con el Gobierno.

"Ayuda mucho que el barril se abarate, porque para las petroleras implica destinar menos dólares a la compra del insumo", indica a iProfesional un analista con llegada al Ministerio de Energí­a.

"La realidad es que los costos se dispararon en los últimos meses y resulta impensado suponer una caí­da de precios en las estaciones de servicios, con el mercado liberado como está ahora", completa.

Desde el entorno de Juan José Aranguren señalan que la tendencia a la baja ha generado calma entre los empresarios.

En particular, entre aquellos que vienen solicitando un fuerte incremento en los surtidores de la Argentina.

"Las empresas hoy operan con muy poco margen. Pero estarí­an aún más comprometidas si el petróleo en el mundo se encarece. Por suerte, se está dando lo contrario y esto resta presión al actual escenario de precios congelados", asegura la fuente consultada por este medio.

¿Por qué ahora el petróleo baja en el mundo?

La caí­da en la cotización responde a varios factores. Entre ellos, que tanto la OPEP (Organización de Paí­ses Exportadores de Petróleo) como el gobierno de Rusia deslizaron la idea de elevar la oferta entre 300.000 barriles diarios (opción más conservadora), hasta 700.000 u 800.000.

Esto se produce en medio de fuertes tensiones en torno a las sanciones que el temido Donald Trump impondrá a Irán y a la Venezuela de Maduro.

Con todo, la cuestión de fondo pasa por la mayor producción mundial que ahora valida la OPEP.

Mientras la organización se mantuvo firme en acotar la oferta (hace un año), el barril pasó de u$s45 a rozar los u$s80. Ahora, ese panorama empezó a revertirse.

Tal es así­ que, los analistas creen que es seguro que en la próxima reunión se decidirá un nuevo incremento de la elaboración, hasta que el precio del barril se ubique en torno de los u$s60.

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