El nervioso encuentro anual de los supermercadistas, entre el dólar que se escapa y el consumo que se enfría
El consumo masivo caerá este año. Y esto ocurrirá más allá de lo que suceda con el dólar. Según quién lo mida, las previsiones actuales dan cuenta de un retroceso que oscila entre 1% y 2% para 2018. Y el retail tiene que acomodarse a esas cifras.
Los precios de los productos continuarán siendo la variable vedette del mercado, tal como viene ocurriendo desde hace años.
Los proveedores y supermercados tendrán que continuar ajustándose a este panorama. Y la situación de cada uno de ellos dependerá de cuán bien hagan su trabajo.
Estas fueron las conclusiones que dejó el inicio de la edición número 16 del Encuentro Nacional Retailer, que reunió a los referentes del sector de todo el país en el Hotel Hilton de Puerto Madero y estuvo signado por el anuncio del presidente Mauricio Macri sobre el pedido de asistencia al FMI para evitar una crisis mayor.
De hecho, el encuentro arrancó una hora y cuarto más tarde de lo previsto. Para ese entonces, el dólar había traspasado la barrera de los $23,50. Cuando finalmente empezó el evento, la divisa ya se había colocado por debajo de los $23.
Apenas una muestra del vértigo que se vivió en la Argentina en la mañana de este 8 de mayo.
La expectativa por el inicio del encuentro estuvo marcada no sólo por la coyuntura. El consumo masivo en 2017 se mantuvo estable respecto de 2016, cuando se retrajo fuertemente en comparación con 2016. Y las mediciones de los primeros meses de este año volvieron a dar negativas, como también el recálculo para todo el año.
Como si esto no fuera suficiente, el sector aún está sensibilizado por la crisis de Carrefour. Y la obligación de que la cadena ordene su organización para no afectar las fuentes de trabajo. Tal vez una metáfora de la Argentina.
El encargado de dar la palabra inicial fue uno de los vicejefes de Gabinete, Gustavo Lopetegui, quien además de ratificar todo lo que una hora antes había pronunciado el Macri, sostuvo: "Somos conscientes de la situación de las empresas como las que representan y de la problemática que atraviesan".
"El desafío es complejo. Lo sabíamos nosotros y también los empresarios", agregó el funcionario, quien señaló que las compañías se enfrentan a "muchas décadas de emparchar, pegar, y volver a emparchar". Además, completó: "Sabemos lo que significa ir por atajos, de no decir la verdad".
Y acudió a las cifras para enfatizar su afirmación. "Habíamos vivido un crecimiento del gasto público inédito en la Argentina. Pasamos de 23 puntos del producto en 2004 a 40 puntos en 2015, es decir, 17 puntos en 11 años, tanto de las provincias como de la Nación. Nunca jamás en la historia hubo un gasto semejante, ni de lejos", subrayó Lopetegui.
Por otra parte, destacó que esto estuvo acompañado por un aumento "también inédito" de la presión impositiva. "Aquel superávit de 5% del producto en 2004 se transformó en 5 puntos de déficit en 2015, o sea, un giro de 10% que diría que fue temerario y trágico; así como una gran oportunidad perdida, otra más, para el país", lamentó.
También sostuvo que en ese lapso hubo una "inflación reprimida" de 60%, escondida debajo de la alfombra, tras marcar la diferencia que en aquellos años había entre el dólar oficial y el dólar blue.
Lopetegui también cargó contra el intervencionismo estatal y enumeró algunos de los logros del Gobierno, como los dos años de crecimiento, el aumento de la inversión total de sector público y privado -con un avance del 2%-, exportaciones que también se incrementan pese a la sequía y el avance en el saneamiento de las cuentas públicas.
"El desequilibrio fiscal de Nación y provincias, que era de 40%, será de 37% en 2018 y de 35% en 2019", señaló el vicejefe de Gabinete.
"En 2019 tendremos una presión fiscal como la de 2007. Es decir, habremos 'rebobinado' hasta ese año", señaló el funcionario, quien ratificó que el objetivo del Gobierno es mantener un avance sostenido de la actividad en el largo plazo.
"Crecer al 3,5% anual seguido durante 20 años no puede aparecer como muy épico, no es una bandera muy excitante, pero para nuestro país sería revolucionario. Para eso hay que construir un modelo económico sustentable, resiliente a las crisis", resaltó.
En este punto, aseveró que "en este nuevo modelo, lo que cada uno haga y cuán bien lo haga va a definir su desempeño", lo que calificó como "distinto a otras recuperaciones". Algo que resulta contradictorio frente a los beneficios que obtuvo Carrefour de parte del Gobierno para salir de la crisis que atraviesa.
Lo que viene Luego de la exposición de Lopetegui, quien se mostró optimista respecto del futuro y arengó a los empresarios a entusiasmarse con su tarea, fue el turno de los pronósticos del consumo.
El primero en salir al escenario fue Guillermo Oliveto, director de la consultora W, quien se fue acercando al Hilton mientras seguía el comportamiento del dólar y los anuncios oficiales por el teléfono. Una foto que se repitió en la mañana.
Con el dólar ubicándose por debajo de los $23, el experto mostró que el consumo del primer trimestre del año sigue dando muestras de que el sector aún no se acomoda a los nuevos comportamientos de los argentinos.
Al igual que en 2017, todas las categorías de productos de consumo masivo registraron índices negativos durante los primeros tres meses de 2018, con excepción de bebidas (cervezas) y alimentos, que avanzaron 2% y 1% respectivamente.
"La comida se lleva el 22% de los ingresos de un hogar y el promedio de ingresos de un hogar en la Argentina es de $40.000 por mes", describió. En base a esa situación, sostuvo, deben acomodarse las estrategias del sector, aún cuando se esté en un escenario complejo.
"Es difícil hacer cálculos sobre el impacto que el dólar tendrá en los precios, porque en 10 minutos bajó 80 centavos", explicó en relación a lo que estaba ocurriendo apenas un rato antes de su exposición.
Y si bien señaló que en el actual contexto hay un cambio de modelo a la fuerza y que el ahorro emerge como nuevo concepto, advirtió que "el consumo masivo actual está en los niveles de 2010/2011, aunque se trata de un panorama más complejo".
Según Oliveto, "hay mercado", en una afirmación que seguramente nadie esperaba en el auditorio.
"Se está muy lejos de la crisis de 2001/2002 porque el consumo hoy está 55% por encima de los niveles de aquel entonces", apuntó.
"Hay que acomodarse a estas cifras. Un comportamiento de consumo que se puede mover en caídas de 1% y 2%", donde habrá que pagar las tarifas tal como hoy se están planteando, con la chance de acceder al crédito, y cambiar de una lógica temporal del puro consumo al ahorro, sin olvidar que se pasará también del vértigo de la velocidad a la sustentabilidad", completó.
Ese pronóstico de consumo masivo en negativo es el que, luego, ratificó Osvaldo del Río, director de la consultora Scentia, quien recordó que en noviembre del año pasado, durante las Jornadas de los Supermercados, advirtió que éste sería el comportamiento para este año. "Se veía lo que pasaría con las tasas en Estados Unidos", indicó.
La previsión de la consultora para este año es que el consumo masivo se moverá entre 0% y -2%. Y en la actual coyuntura, con el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, ya instalado en Washington para acordar la ayuda del FMI, se inclinó más por un retroceso del 2%.
"Para nosotros, este año, el consumo va a ser negativo, pese a que en el primer cuatrimestre dio 2,2% positivo", insistió.
Al igual que Oliveto, Del Río aseveró: "El consumo actual es razonable. Y este año, que tendrá una caída relativamente baja, va a sentar la base para el crecimiento hacia adelante".
Con respecto a lo que puede esperarse en materia de precios con una tendencia alcista del dólar, proyectó que seguramente habrá un traslado a los productos en una situación similar a la que ocurrió el año pasado.
Sobre el dólar y su influencia en los bienes de la canasta, el ejecutivo se preguntó si esta suba está acolchonada o no. E indicó que eventuales aumentos dependerán de cuándo arranque la campaña con vistas a las elecciones de 2019.
"Los precios son la variable vedette desde hace años", enfatizó, al tiempo que admitió que si bien creían que la inflación sería más suave este año, las cifras que se manejan no son tan auspiciosas.
"El aumento de precios de los alimentos fue de 5,6% en el primer trimestre del año", alertó. Si este nivel se mantiene durante el año, la previsión es que este número ronde el 22%, similar a las cifras más optimistas de inflación que se manejan por estos días para todo 2018.