"Cuídenlo a Federico", la sugestiva orden de Macri ante ola de rumores y en medio de la volatilidad del dólar
"Cuídenlo a Federico". La orden de Mauricio Macri no se tardó en llegar.
En medio de la ola de rumores que daban como inminente la salida de Sturzenegger del Banco Central, el jefe de Estado le envió el mensaje a varios de los ministros con responsabilidades económicas.
En forma simultánea, tanto el BCRA como la Casa Rosada salieron a desmentir cualquier cambio.
Las versiones preocuparon al ala política del Gobierno. Una intempestiva renuncia de Sturzenegger, interpretan en Casa de Gobierno, provocaría un sismo financiero con serias consecuencias negativas para la actividad económica.
El súbito salto en la cotización del dólar, de 50 centavos en las dos jornadas en las que proliferaron los rumores sobre la suerte del banquero central, fue una muestra de la inquietud que generó en el mercado la supuesta inestabilidad del funcionario.
La inequívoca orden de Macri para "cuidar" a Sturzenegger, en medio de sus vacaciones en Villa La Angostura, da idea de la valoración personal, por todos conocida, hacia el economista del PRO.
Pero también refleja la preocupación que provoca en la Casa Rosada el hecho de que una mayor incertidumbre sobre su situación altere la hoja de ruta que se ha trazado el Gobierno para este inicio de 2018.
Concretamente, que afecte la mayor coordinación en las medidas económicas que siguieron a la sanción de leyes claves para la gestión de este año.
En relación con estos rumores, en varios despachos oficiales pusieron en la mira en la oficina del Citi en Nueva York como el posible generador de esas versiones.
En tanto, el economista Guillermo Mondino dedicó uno de sus pocos tuits a respaldar al banquero central: "Lo digo aquí y a mis pocos seguidores. Cambiarlo a Sturzenegger para bajar la tasa sería un gravísimo error".
"Ya se equivocaron con el cambio de meta, no cometan este error ahora", escribió.El "supermartes" del CentralEn este contexto de tensión y volatilidad cambiaria, el próximo martes se convirtió en una fecha clave para los agentes económicos. Y también para el Gobierno.
Por la tarde, el Banco Central definirá el corredor de tasas de los "pases", que marcan la referencia para el resto de la economía.
Es una tarea que el Comité de Política Monetaria (COPOM), de la cual participa la mesa chica del BCRA (los Sturze's Boys), lleva a cabo cada 15 días.
La diferencia es que, esta vez, esa definición se dará en el momento más especial desde que "Federico" llegó a Reconquista 266.
El cambio en la meta inflacionaria para este año (que pasó de una banda de entre 8% y 12% a una cifra puntual del 15%) lo dejó en una posición política debilitada frente a otros funcionarios quienes, desde el Gobierno, venían reclamando una mano más "blanda" en la lucha contra la suba de precios.
Esa visión más laxa sobre el objetivo inflacionario debería dar lugar a una baja de las tasas de interés, que fue lo buscado tanto por la Jefatura de Gabinete como por el Palacio de Hacienda.
En el mercado secundario de las Lebac, los inversores hicieron esa lectura y el rendimiento de estos títulos de más corto plazo se redujo 1,75 punto. Y hasta 3 puntos en los de más largo alcance.
La pregunta del millón es qué hará Sturzenegger el próximo martes. Es decir, si terminará convalidando una baja del costo del dinero. Por ahora, la tasa de los pases se encuentra en el 28,75% anual.
Además de la decisión sobre el número en sí, en la City porteña y en Wall Street estarán sumamente atentos al comunicado del COPOM. En esos párrafos, el BCRA dejará por escrito su visión sobre el proceso inflacionario y su estrategia futura.
La decisión de Sturzenegger será interpretada por el mercado como una señal política y no meramente económica-financiera.
En un contexto en el que a la vista de todos se evidenció una mayor debilidad política del jefe del Central (al verse forzado a admitir un cambio en la meta de inflación), la decisión que tome sobre la tasa puede marcar un punto de inflexión en el mercado.
Si finalmente la baja, la interpretación inmediata y lineal será que perdió no solamente una batalla sino la guerra en la pelea contra la inflación. Y que está más afuera que adentro de la toma de decisiones.No tendría otra lectura posible bajo el actual escenario inflacionario. Es muy probable que, el próximo jueves, el INDEC anuncie que un índice de precios para diciembre en torno al 3%, impulsado por las subas en las tarifas de luz y gas, pero también de combustibles y alimentos.
En el marco de una inflación que seguirá recalentada en la primera parte del año, por los incrementos que acaban de anunciarse en los transportes, la medicina prepaga, la telefonía móvil y las naftas, no hay nada que, en teoría, habilite a Sturzenegger reducir el costo del dinero.
Esta lectura conservadora fue la que tuvieron varias de las consultoras que, con sus informes, funcionan como líderes de opinión en la City porteña y el llamado "círculo rojo".Elypsis, una de ellas con innegable influencia y que le "prestó" al Gobierno economistas de su plantel, emitió un informe en la tarde del viernes que desactiva la expectativa a una disminución de la tasa de interés:
"¿Cómo repercutió el cambio de la meta de inflación (del techo de 12% a la nueva meta de 15%) en las expectativas?", se preguntan sus analistas.
La respuesta es tajante: "El impacto inmediato fue un desplazamiento de las expectativas de inflación de aproximadamente 2%".
"Es decir, 2 de los 3 puntos de realineación de la meta ya se trasladaron a las expectativas, acortando la distancia (entre meta y expectativas) a solo un 1%", advierte Elypsis.
Según anticipan sus analistas, ese traslado limita severamente el espacio para propiciar una reducción inmediata de la tasa.
Si todo sale como ahora prevén en la City, habrá que esperar un tiempo para ver un descenso del costo del dinero, aunque esto no sea del agrado del "ala política".Halcones y palomas vuelven a "revolotear" sobre el sendero económico por el que transita el país.
Unos prefieren "mano blanda" y priorizan el crecimiento de la economía. Otros quieren "mano dura" en el combate contra la suba de precios.
El mercado, este lunes y hasta el martes por la tarde, permanecerá en estado de "wait and see" (esperar y ver). Luego, tomará las decisiones de inversión que correspondan, con un ojo puesto en la tasa y otro, claro están en el dólar.