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El "tarifazo" tan temido: confirmó el Gobierno que habrá nuevos precios para luz y gas desde febrero

El titular de Energía dijo que el esquema será anunciado la semana próxima y que los usuarios sentirán el impacto en los meses posteriores
23/01/2016 - 03:04hs

El ministro de Energía, Juan José Aranguren, confirmó este viernes que el aumento de las tarifas energéticas comenzará a regir a partir de febrero y señaló que la próxima semana se dará a conocer el nuevo cuadro.

"Regirá a partir del 1º de febrero y seguramente tendremos que anunciar el esquema la semana próxima", dijo Aranguren en diálogo con Radio Latina.

Además, ratificó que el Gobierno trabaja para sostener una tarifa social a aquellos hogares de menores ingresos.

Si bien se cuidó de insinuar porcentajes de alza, puso énfasis en marcar que el esquema le permitirá a los usuarios atenuar las subas en caso que exista un ahorro en su habitual consumo de energía.

Aranguren aclaró que las nuevas tarifas regirán a partir del 1º de febrero y que, por lo tanto, se sentirá el impacto en los meses posteriores, cuando lleguen las facturas con el consumo de ese mes. El aumento no será retroactivo.

La quita de subsidios -que genera un instantáneo aumento tarifario- no pasó por las audiencias públicas previas, tal como fija la ley. Por lo tanto, podrían ser frenadas por amparos, como ocurrió con el aumento del gasto que en su momento dispuso Axel Kicillof.

El funcionario no precisó si se irá a un esquema de factura mensual o si continuarán siendo distribuidas en forma bimestral.

Aranguren justificó la decisión en que "ahora una familia de clase media paga $50 de luz por mes cuando una entrada a un partido de fútbol vale $150".

El ministro manifestó su convicción de que "dando señales de precios claras el consumo se adecua".

Además confirmó que la próxima semana se reunirá con su par de Bolivia para aumentar la importación de gas y que el jueves hará lo propio con su par de Uruguay.

Asimismo, adelantó que tiene programada una reunión con el ministro de Energía de Chile para estudiar la posibilidad de que por los mismos gasoductos que Argentina le exportaba gas al país trasandino pase a importarlo.

Hablando en plata Tal como diera cuenta iProfesional, el economista Carlos Melconian -que viene desde hace años asesorando a Macri- fue el primero que puso cifras al plan de quita de subsidios y quien esbozó buena parte de sus lineamientos.

Aranguren es el que le dio sus toques finales a esa "hoja de ruta" trazada para 2016 y el que lleve a cabo el proceso. 

Melconian asegura que para eliminar los subsidios a la electricidad hay que:

- Aumentar 250% la factura domiciliaria promedio (de $50 a $175)

- Elevar hasta 500% las de los comercios chicos (de $50 a $300)

- Incrementar hasta 400% las de las industrias

En cuanto al servicio de gas, el economista cercano a Macri indica que :

- La factura domiciliaria promedio debería subir un 100%.

- Las boletas que llega a los hogares de bajos consumos, de unos $120 bimestrales deberían elevarse a $240.

En el Gobierno estiman que el gasto mensual -si se suman los conceptos de luz, gas y transporte- pasarán a los casi $900 desde los $345 (promedio para una familia tipo de bajos recursos).

Hacia una mayor racionalidad

Fuentes consultadas por este medio afirman que una vez que se ponga en práctica el plan descongelamiento, puede ocurrir que los incrementos no sean tan lineales.

¿Por qué? Básicamente porque se moderará la demanda. 

"Muchos usuarios no van a notar tanto el impacto ya que harán un uso mucho más racional del servicio", comentó a iProfesional Emilio Apud, experto del sector energético.

"Estimamos que se producirá un ahorro de hasta un 20% en la luz y el gas que se consumen hoy en día", aseguró.

En su visión, la sociedad tendrá que aceptar los incrementos en las boletas, tras haber estado pagando durante muchos años precios ficticios.

Apud remarcó que en el caso del gas, el repunte será menor, porque algo ha ido aumentando en estos años. Y expresó que resulta ilógico que alguien pague $40 de luz mientras que el costo del kilovatio por hora llega a ser de $300.

"Hay que pensar que doce años atrás en la Argentina se abonaba una tarifa plena y aún así los servicios resultaban más baratos que en Brasil y en Uruguay. La idea ahora es ir volviendo a la normalidad", agregó.

Remarcó que en la época de los ´90, los gastos de luz y gas representaban el 6% de un presupuesto familiar tipo. Luego fueron cayendo -al calor de la inflación y de las subas salariales- y ahora, con los cambios que implementará el Gobierno de Macri, volverán a tener una participación similar.

Sin embargo, sostuvo que los ajustes previstos pueden no ser suficientes desde el punto de vista meramente fiscal.

"Los aumentos tendrían que ser superiores, ya que en la década del ´90 la Argentina no importaba combustibles energía como sí lo hace ahora", expresó.

Según Apud, la suba de tarifas no sólo permitirá redireccionar fondos a otras áreas, sino que posibilitará que las compañías comiencen a recuperar algo derentabilidad que les permita mantener en mejor estado las redes y el equipamiento.

"Se mantendrá el subsidio para el 10% de la población de menores ingresos. Para identificarla, se cruzarán datos para ver cuáles son los hogares que realmente lo necesitan", dijo.

"Si una persona de ingresos medios no puede pagar $250 de su nueva factura de gas, bueno, deberá comprar un par de pizzas menos o reducir algún otro consumo, así de simple. Si se compara lo que actualmente se abona por la luz y el gas con cualquier otro ítem de la canasta familiar, la diferencia hasta es ridícula".El tenor de los subsidios

De acuerdo con un estudio del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), el total de subsidios escaló del 1,4% del PBI (2006) al 5% actual.

Ya equivalen a trece veces lo destinado a la Asignación Universal por Hijo en 2014.

La política de energía barata incentivó un mayor consumo y dio lugar a una caída de la oferta, sostuvieron desde la entidad.

Esa combinación, originó un rojo en la balanza superior a los u$s6.000 millones. Pese a la importancia de resolver el tema, ante el problema del déficit fiscal y la escasez de dólares, Cippec recomendó una salida gradual y ordenada.

Avanzar en una política de shock (tarifazo "de un saque") generaría un aumento de alrededor del 2% de la pobreza en la región del AMBA. 

"Además, reduciría el ingreso de los sectores medios y sumaría en lo inmediato un 4% a la inflación", señalaron.

Según el organismo, los rubros gas y electricidad explican el 70% del total de subsidios. "El AMBA absorbe un 40%. Le siguen en importancia, la Región Pampeana (13%) y la Patagonia (11%).

Respecto al AMBA, la entidad aporta un dato no menor: "las empresas, los industriales, los comercios y las centrales eléctricas absorben casi el 60% de lossubsidios al gas y el 50% a los de la electricidad".

Desde el Cippec destacaron también que entre 2002 y 2014 las tarifas residenciales pasaron a ubicarse en los niveles más bajos incluso que los de la década del setenta.

"Desde 2003, las tarifas reales, es decir, ajustadas por inflación, cayeron un 60% en el caso del gas, y cerca de un 80% en el de la electricidad", detalla el documento.En pesos y en porcentajes

Desde el mnisterio de Energía relativizaron la magnitud de los aumentos que comenzarán a regir a partir de enero, medidos en dinero. 

"En términos porcentuales parecen muchísimo. En términos absolutos, es decir hablando en plata, no es tan así, ya que se está partiendo de importes de boletas por el piso", aseguraron.

Remarcaron que más de 4 millones de hogares se acostumbraron a no pagar el valor real de aquello que consumen.

Junto con la suba de tarifas habrá un uso más racional de la luz y del gas. Y esa reducción ayudará a aliviar el tendido, que viene operando al máximo, confían en el sector.

Y creen que se moderará el uso de aires acondicionados y de otros artefactos del hogar. "Habrá un menor derroche", completó el ejecutivo de una compañía del rubro.

Otro referente del sector, Alieto Guadagni, sostuvo que el cambio para el AMBA pondrá en sintonía esta área con lo que ya ocurre en el resto de Argentina

"Fuera de la Ciudad, la política tarifaria ha sido siempre distinta. Hoy el usuario de Caballito paga la séptima parte de lo que abona una persona, que vive por ejemplo en en Córdoba, en Rosario o en Mendoza. Por eso la situación de Edenor o Edesur es mucho peor que la de otras distribuidoras que operan en varias provincias", comentó a iProfesional.

"El kirchnerismo nos quiso vender que los países crecen por el consumo y no es así, ya que ese crecimiento debe estar acompañado de inversiones acordes. Eso es lo que nos está faltando y es lo que se apunta a cambiar cuando se ajusten las tarifas", concluyó.

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