Alerta automotriz: revocan conciliación en Gestamp y los trabajadores evalúan nuevas medidas

En un giro sorpresivo, el gobierno de Scioli anuló la medida que impedía los despidos. A las 17 habrá una conferencia de prensa de los operarios
ECONOMÍA - 04 de Junio, 2014

Cuando el diferendo parecía estar a un paso de resolverse y las terminales volvían a producir, el gobierno de Daniel Scioli le dio un giro radical a las negociaciones y encendió de nuevo la mecha del conflicto en Gestamp, que durante una semana paralizó a la industria automotriz.

En una inédita resolución a la que tuvo acceso iProfesional, el Ministerio de Trabajo bonaerense revocó la conciliación obligatoria que había dictado el sábado pasado y que estaba vigente por 15 días hábiles, al evaluar que "el escenario fáctico difiere sustancialmente de aquel que esta autoridad consideró al momento de tomar la decisión en cuanto a la calificación del conflicto".

La decisión de dar marcha atrás fue tomada el lunes por la noche, pero recién fue dada a conocer este martes por la administración provincial, luego de las fuertes presiones recibidas de parte del Gobierno nacional, los empresarios del sector y el propio gremio, que habían criticado duramente la conciliación.

Así las cosas, la disposición supone un duro revés legal para los operarios que habían tomado la planta el martes de la semana anterior en reclamo por el despido de 67 trabajadores, ya que al caer la conciliación habilita a la empresa a ratificar las cesantías.

"La empresa, el gremio y el Ministerio están de acuerdo", justificaron a este medio fuentes de la gestión sciolista cercanas a la negociación.

Sorprendidos por la medida, los trabajadores realizaron por la noche una asamblea frente a las puertas de la compañía de capitales españoles, donde repudiaron la decisión del gobierno bonaerense y resolvieron convocar una conferencia de prensa para este miércoles a las 17 en el Hotel Bauen, mientras evalúan nuevas medidas de fuerza.

"El Ministerio de Trabajo fue copado por la empresa y SMATA. Al final una multinacional puede más que un gobierno y (Ricardo) Pignanelli parece un gangster más que un sindicalista", dijo a este medio el delegado Roberto Amador.

En tanto, el Frente de Izquierda y el MAS denunciaron a la administración de Scioli por "romper con la legalidad" y anunciaron su compromiso de "apoyar todas las acciones que impulsen los trabajadores despedidos por su reincorporación".

Después de estar paralizada durante una semana, la autopartista retomó este martes su actividad pero no dejó ingresar a los operarios despedidos que se presentaron a trabajar, acompañados de su familia, ya que les solicitó que se realizaran exámenes médicos en Capital Federal.

En tanto, la mayor parte de las terminales automotrices afectadas por la protesta en Gestamp, pudieron retomar la producción y tienen asegurados insumos para este miércoles.

Sin embargo, la posibilidad de que se mantenga el ritmo de producción en los días siguientes está estrechamente ligada a cómo se desarrolle el conflicto sindical en la fabricante de chasis, carrocerías y estampados, que emplea a 2.000 empleados en todo el país.

Cambio de carátula

Tras revocar la conciliación, desde el gobierno de Scioli justificaron la medida en que el conflicto pasó a ser "pluripersonal" y no por Convenio Colectivo de Trabajo, y aseguraron que la misma apunta a darle un cierre definitivo.

La razón por la que se levantó la conciliación, explicaron las fuentes, radica en que "la mayoría de los trabajadores afectados no son sindicalizados" y que los problemas a considerar no son generales sino particulares.

"Antes la planta estaba sin funcionar, corría riesgo la vida, y la industria estaba afectada. Ahora la empresa funciona, el gremio retomó el poder en la fábrica, es como darle un final al conflicto", señalaron fuentes de la administración.

No obstante, reconocieron que la medida fue decidida luego de que el lunes por la noche la empresa recurrió la conciliación por entender que la perjudicaba al obligarla a reincorporar a los trabajadores que había despedido por "indisciplina".

Frente a estos hechos, los legisladores del Frente de Izquierda Nicolás del Caño (nacional) y Christian Castillo (provincial) calificaron de "insólita" la nueva disposición y la atribuyeron a la "presión de la patota del SMATAal servicio al servicio de la patronal extranjera, con declaraciones fascistas de Pignanelli y luego de una campaña antiobrera lanzada por Cristina Fernández y sus ministros".

"Es la primera vez que vemos que un Gobierno revoca una conciliación obligatoria a tres días de haberla dictado", señalaron los legisladores en un comunicado.

En los últimos días, la gestión provincial enfrentó un fuerte rechazo tras dictar la conciliación, por parte del gobierno nacional, el gremio metalmecánico y el sector empresario.

En plenas negociaciones con las automotrices de Brasil, la ministra de Industria Débora Giorgi salió el lunes con los tapones de punta y criticó al bonaerense por adoptar una "solución facilista". En la misma línea, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, reclamó una "solución inmediata" en el conflicto y le atribuyó la responsabilidad a la Provincia.

El titular de SMATA, Ricardo Pignanelli no se quedó atrás y ratificó su rechazo a la reincorporación de los despedidos, a la par que instruyó a los cuerpos de delegados de 80 fábricas para que bajaran a las plantas, en una clara demostración de fuerzas.

En tanto, la empresa mantuvo el lunes suspendidas sus actividades para supuestas "tareas de mantenimiento", en lugar de acatar la conciliación.

La resistencia de la autopartista a retomar la producción motivó la visita a la planta del ministro de Producción bonaerense, Cristian Breitenstein, quien mantuvo reuniones con la gerencia y verificó que se estuvieran poniendo a punto las instalaciones.

Para los trabajadores, en cambio, se trataba de un "lock out" para dilatar la reincorporación, presionar a las autoridades y luego despedirlos, lo que finalmente terminó ocurriendo.

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