Nuevos sí­ntomas del "dólar anclado": vacacionar en el interior del paí­s es más caro que viajar al Caribe

Nuevos sí­ntomas del "dólar anclado": vacacionar en el interior del paí­s es más caro que viajar al Caribe
ECONOMÍA - 30 de Junio, 2011

Las cenizas del volcán Puyehue no son el único problema que aqueja a la industria turística local. Y, tal vez, no sea el más grave, si se mira el largo plazo.

Es que los centros de turismo invernal vienen sufriendo un encarecimiento en dólares en torno del 15% anual.

Además, lo que es peor aún, temporada a temporada, han ido perdiendo competitividad frente a otros destinos del exterior.

Por ejemplo, quienes se acerquen a la cordillera en las próximas vacaciones se encontrarán con un aumento de precios cercano al 25% en pesos, en relación al año pasado, si se consideran los diferentes ítems que forman parte del presupuesto.

Es que las cotizaciones de los distintos paquetes turísticos locales están siguiendo más de cerca el repunte de los precios internos que la "magra" suba del billete verde frente a la moneda local.

Y entonces sucede lo inevitable. El país se encarece cada día más en dólares, frente a otros lugares del exterior que mantienen sus tarifas de un año a otro.

Y cuanto mayor es la brecha entre la inflación y la leve alza del valor de la divisa estadounidense -condenada a permanecer casi "anclada" por un tiempo- esta situación tiende a agudizarse.

Argentinos, ricos en dólares "A diferencia de lo que ocurre en el mercado local, los precios de paquetes para el exterior permanecen casi sin cambios, ya que las tarifas en dólares no han sufrido incrementos", sostiene Ricardo Roza, presidente de la Asociación Argentina de Agencias de Viajes y Turismo.

Para el sector, la situación implica un doble problema:

  • Por un lado, para los extranjeros que quieren venir a la Argentina, comienzan a ser más atractivos otros centros competidores, en términos de precios. Un ejemplo lo brinda Chile, que apunta a captar el mismo público. Este año, una "ski week" en Valle Nevado costará casi un 10% menos que en Las Leñas.
  • Por otro, para los argentinos que planifican sus vacaciones. Para ellos, al subir sus salarios en pesos con dólar local estable, los destinos en el exterior se hacen cada día más accesibles, frente a las ofertas que se presentan en el mercado interno, que deben subir sus tarifas a la par de la inflación.

En este contexto, para aquellos que no son fanáticos de la nieve, se multiplican las alternativas más baratas de viajes a destinos cálidos fuera del país, como el Caribe o Brasil, un lujo que cinco años atrás podían darse unos pocos.

El dato cobra relevancia cuando se considera que, aun con el aumento del turismo receptivo, los centros de vacaciones invernales siguen dependiendo, mayoritariamente, del público local. Según las cifras aportadas por la Cámara de Centros de Esquí, los extranjeros no superan el 15% de afluencia.

Hoy, para los argentinos, es posible comprar un paquete turístico a Punta Cana por el equivalente a poco más de un salario y medio promedio, mientras que hace cuatro años se necesitaban casi cuatro sueldos.

La siguiente tabla es más que elocuente:

"Desde 2003 a 2005, cuando el tipo de cambio era competitivo, viajar al exterior resultaba poco atractivo y caro para los argentinos. La dinámica de crecimiento del turismo fronteras afuera se puso en marcha a fines de 2006 y principios de 2007, cuando la inflación perforó el techo de los 20 puntos", afirma Rodrigo Alvarez, analista de la consultora Ecolatina.

Playa versus nieve

Las cifras son elocuentes respecto de cómo la situación cambiaria está jugando a favor de los destinos externos y en contra de los locales.

En temporada alta y en pleno julio, una ski week en Valle Nevado, Chile, ronda los u$s2.360 con aéreos, media pensión y pases incluidos, mientras que el mismo paquete en Las Leñas cuesta aproximadamente 2.600 dólares.Para quien prefiera el turismo interno lejos de la nieve, la opción de Salta y Tucumán por una semana en plena temporada invernal -y sin lujos ni servicios premium- cuesta u$s1.237 por persona, incluyendo el pasaje aéreo, los impuestos y la estadía en hoteles de tres estrellas.

Pero agregando apenas u$s 70 es posible cambiar drásticamente estos destinos por una playa de aguas cálidas en la Isla Margarita. Un paquete allí cuesta u$s1.310, con todo incluído. 

Por otro lado, una estadía de 7 noches en la península de Samaná que, según las agencias de viaje consultadas es el "nuevo" Punta Cana de República Dominicana, ronda los u$s2.100 (con aéreos e impuestos incluidos) por persona en base doble, en un hotel all inclusive, en julio. Vale decir, un 20% menos que el destino local (Las Leñas).

Incluso cuando se comparan con los costos de Brasil, que mantiene precios altos por su tipo de cambio apreciado (el real cuesta hoy $2,49), también aparecen propuestas muy al alcance de los bolsillos argentinos.

En Buzios, el paquete se ofrece a u$s 1.358 por persona, que incluye aéreos e impuestos y alojamiento en hotel de 4 estrellas, con media pensión, a partir del 24 de julio.

La cada vez mayor diferencia de precios entre el mercado turístico local y el internacional se hace notable al comparar estas ofertas con, por ejemplo, el costo de pasar sólo 3 noches en las Cataratas del Iguazú. En esta temporada de invierno habrá que desembolsar para este destino u$s635 por persona, incluyendo avión y estadía en un hotel de 4 estrellas.

En tanto que esquiar una semana en San Martin de Los Andes implica desembolsar u$s 1.835 por persona en base cuádruple que incluye aéreos, impuestos y alojamiento en un hotel 4 estrellas con desayuno.

Las tarjetas argentinas "arden" en el exterior

Los primeros datos de este año marcan que mientras la llegada de turistas extranjeros crece a una tasa de 13,4% anual, la salida al exterior de argentinos escala muy por encima, a un ritmo de 21,2 por ciento.

Y la mayor cantidad de argentinos "más ricos en dólares" no sólo se observa en ese indicador sino, además, en el crecimiento explosivo en el uso de tarjetas de crédito fuera del país.

En tal sentido, el saldo financiado vía plásticos fuera de Argentina registra, hoy por hoy, un pico histórico desde la salida del 1 a 1: asciende actualmente a u$s180 millones, lo que implica un contundente aumento de 52% respecto del año pasado, tal como puede apreciarse en la siguiente infografía:

"Los aumentos salariales, el dólar planchado y la inflación permitieron mejorar la accesibilidad de los argentinos al resto del mundo y equiparar los precios de ciertos bienes y servicios que ahora se tornan más accesibles", destaca Mariano Lamothe, economista jefe de la consultora Abeceb.

Las cifras hablan por sí solas: en los últimos 4 años el salario promedio aumentó un 115% contra un alza de "apenas" un 28% del billete verde, según datos del INDEC.

Además del efecto "enriquecimiento en dólares", los economistas apuntan a otro factor que eleva la disposición de los argentinos a optar por darse "algunos gustitos": el rendimiento negativo de sus ahorros en las formas más tradicionales (plazos fijos y moneda estadounidense).

Se achica la balanza turística

Según la Encuesta de Turismo Internacional (ETI) del INDEC, el número de argentinos que visitaron el exterior aumentó de la siguiente manera:

  • En el primer trimestre de este año, unos 625.000 turistas argentinos cruzaron la frontera, cifra que representa un 21% más que la del mismo lapso de 2010.
  • El 2010 finalizó con un total de poco más de 5.300.000 personas (15% más que en 2009).
  • Esta tendencia creciente se afirma si estas cifras se comparan con la de los dos años anteriores, que demostraron aumentos de 13% y 7%.

Aunque el tipo de cambio real cayó con respecto al dólar, el peso no se apreció de la misma forma en relación a todas las monedas. Y eso también se refleja en la actividad.

Un factor que mantiene el buen desempeño del turismo receptivo es el hecho de que un alto porcentaje de los visitantes son brasileños que, con su moneda apreciada, siguen sintiendo a la Argentina como un país "barato".

En los últimos años, su presencia en esta época aumentó entre 20% y 25% y representa el 80% del turismo internacional que copa los centros de esquí.

"La apreciación de la moneda de Brasil, el mercado de mayor envergadura de América latina, resultó fuertemente ventajosa para estimular el turismo", sostiene Camilo Makón, socio del estudio Singerman, Makón y Asociados, especializado en la economía de la industria turística.

Pero los economistas advierten que, con el actual ritmo de encarecimiento, esta ventaja relativa ante los vecinos está condenada a diluirse.

"Sostener una inflación 5 veces superior a la de Brasil y 7 veces la de Chile tendrá efectos adversos en el turismo receptivo", destaca un informe de Ecolatina.

La dinámica del modelo: pérdida de atractivo

"Si cada vez es más barato viajar fuera que dentro del país, el proceso de crecimiento del sector se verá afectado", es la cruda advertencia de un informe de esa consultora.

Por lo pronto, el Gobierno no muestra intención de modificar la brecha actual entre inflación y devaluación.

Al abrir las sesiones del Congreso este año, la Presidenta fue clara: "No vamos a someternos a presiones de algunos sectores que empujan devaluaciones".

Por el contrario, el incremento de los viajes de argentinos al exterior ha sido mencionado por Cristina como una señal positiva de la economía.

Sin embargo, las estadísticas de esta industria no parecen guardar una relación directa entre el nivel de actividad económica y la cantidad de gente que decide pasar sus vacaciones fuera del país.

Más bien, el determinante pareciera ser la devaluación.

De hecho, los momentos históricos que dan cuenta de argentinos viajando por el mundo coinciden con los períodos de "dólar barato".

Ocurrió así en la época de la tablita cambiaria de los años 70, cuando se acuñaron las célebres frases "déme dos" y "plata dulce".

Y el segundo gran pico de turismo externo fue el de los ´90, con el "uno a uno", cuando el peso valía tanto que consumir en Miami podía resultar más barato que salir de vacaciones en el país.

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