Perspectivas 2023: cómo pueden impactar los factores externos sobre la economía argentina
Trazar perspectivas para la economía argentina suele ser desafiante, pero en la actualidad luce casi una quimera, producto de la elevada incertidumbre existente. Sin embargo, la proximidad de 2023 invita a tratar de vislumbrar cuál podría ser el devenir económico en un año en el cual ocurrirá un fenómeno político transcendental: se eligen presidente, gobernadores, intendentes, etc.
Pese al programa concertado con el Fondo Monetario Internacional, no está clara la orientación de la política económica en 2023. El año que viene hay elecciones ejecutivas y una parte relevante del Frente de Todos no avaló el acuerdo con el FMI en el Congreso y es probable que no quiera enfrentar los comicios condicionado por dicho entendimiento. Sergio Massa logró mayor cohesión dentro de la coalición gobernante en torno al rumbo económico, pero comienzan a percibirse dificultades en la implementación que, si se intensifican, pueden terminar modificándolo. De hecho, es posible que a medida que la estanflación se consolide y nos acerquemos a las elecciones, los reclamos para rectificar la política económica se incrementen.
Por el lado de Juntos por el Cambio, que ha consolidado un caudal de votos a nivel nacional en torno al 40% en las últimas tres elecciones, las internas dominan la escena y no está claro cuál será su papel en el debate económico. Un punto crucial es si ese espacio va a aportar racionalidad -dado que tiene chances de asumir el Ejecutivo a fines de 2023- o va a potenciar los problemas económicos existentes bajo la lógica "peor performance del Gobierno, mayor chance de cosechar votos".
"Pese al programa concertado con el Fondo Monetario Internacional, no está clara la orientación de la política económica en 2023"
El propio FMI enfrenta un dilema de compleja solución si el Gobierno termina modificando el sesgo de la política económica en la previa electoral. Está claro que va a advertir el desvío respecto de lo acordado, pero ¿podría frenar los desembolsos pactados antes de los comicios? ¿Qué le pasaría a la economía argentina si en el segundo semestre de 2023 el Fondo no realiza los desembolsos necesarios para pagar los vencimientos?
Por último, la mayoría de los agentes económicos enfrentan el desafío de tomar decisiones acertadas a la espera de la definición del próximo presidente. ¿Qué harán los productores de bienes exportables que pueden acopiar frente a posibles cambios en la política cambiaria y de retenciones? ¿Cómo fijar una política de precios/salarios en un contexto en que la inflación corre al menos al 6% mensual (100% anualizado) y enfrentar una posible corrección de precios relativos?
La economía global y su impacto en la Argentina
En un contexto local de múltiples interrogantes y pocas respuestas, podemos afirmar que hay un poco más de certeza sobre el devenir de los factores exógenos que afectan a la economía Argentina. Es difícil precisar la intensidad, pero el año que viene soplaría viento de frente, tanto en el contexto internacional como en el climatológico relevante para el país.
El devenir económico mundial no luce auspicioso. La lucha contra la inflación que está llevando adelante la Reserva Federal de Estados Unidos elevaría la tasa de interés de referencia del mercado financiero internacional a un pico en 2023. El endurecimiento de la política monetaria norteamericana -acompañada por los principales Bancos Centrales de otros países desarrollados— tiende a afectar negativamente a las economías emergentes vía depreciación del valor de las commodities, salida de capitales (fly to quality) y menor crecimiento/comercio mundial.
El riesgo de recesión en las tres principales potencias económicas del planeta -USA, China y Unión Europea- es elevado. A la política monetaria y fiscal contractiva en Norteamérica, se suman las dificultades de abastecimiento energético que tendrá la UE durante el invierno producto de las represalias rusas tras las sanciones por la invasión militar a Ucrania; y los problemas internos en China (lockdown contra el Covid, burbujas crediticias, y problemas políticos).
"El riesgo de recesión en las tres principales potencias económicas del planeta -USA, China y Unión Europea- es elevado"
El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania mantendrá por encima del promedio histórico los precios internacionales de los alimentos y la energía, lo cual se volverá una combinación favorable para nuestro país cuando logremos revertir el desbalance energético local (los incentivos a la producción excedente de petróleo y gas junto a la culminación en tiempo y forma del gasoducto Néstor Kirchner, son medidas que tenderán a revertirlo). Sin embargo, las perspectivas para 2023 es que el precio de la energía que importamos (GNL) se sostenga, mientras que las cotizaciones de los productos agrícolas que exportamos caigan levemente, provocando un ligero deterioro de los términos de intercambio económico.
A nivel climatológico nuestro país está atravesando el tercer año consecutivo del fenómeno "La Niña" -que causa lluvias inferiores al promedio en la zona agropecuaria núcleo- que está afectando la cosecha fina (se espera que la producción de trigo caiga 25%) y amenaza la cosecha gruesa, cuya siembra se está posponiendo producto de la escasa humedad presente en los suelos.
Precios internacionales de las commodities agrícolas y volúmenes de producción menores o iguales a los de la última campaña, implican -a priori- que no habría crecimiento posible de las exportaciones agroindustriales. A esto hay que sumar que el ingreso de "agrodivisas" en la previa electoral se frenaría si no se implementa en 2023 un "dólar soja" aún más atractivo, a la espera de definiciones del próximo presidente electo sobre derechos de exportación y unificación del mercado cambiario.
En síntesis, la economía argentina enfrenta en 2023 dilemas de difícil solución en un entorno de elevada incertidumbre, en el cual los factores exógenos relevantes para el país -contexto internacional y climatológico- no estarían alineados favorablemente.