Por qué conseguir dólares para la deuda no debería ser un problema, tal como lo plantea el Gobierno
Los argumentos de los funcionarios del gobierno muchas veces contradicen la teoría económica. Por ejemplo, esto ocurre en el tema de la deuda pública del gobierno nacional. Pero curiosamente los argumentos que se utilizan hoy también son contrarios a lo que los mismos funcionarios han hecho o dicho en el pasado.
En el marco de las negociaciones con el FMI, el Gobierno ha tratado de instalar la idea de que la deuda en moneda extranjera es lo único relevante. Eso pretende ocultar el aumento de la deuda en moneda nacional, que explica alrededor del 90% del incremento observado desde que asumió el gobierno a finales de 2019.
Sin embargo, esta postura es contraria a los ejercicios que el Ministerio de Economía hizo en el marco de la restructuración de la deuda con los acreedores privados a comienzos de 2020.
En las cuentas de sostenibilidad se incluía el total de los pasivos, como es la práctica habitual. La deuda en pesos era tan relevante como la deuda en moneda extranjera; a lo sumo había que diferenciar la tasa de interés que se pagaba por una u otra.
Es verdad que la deuda en moneda extranjera tiene un problema que es necesario atender. Los cambios en el tipo de cambio real la pueden volver más sostenible si se atrasa el tipo de cambio real, o crear un problema de "hoja de balance" que ocurre cuando los pasivos se ajustan por un índice diferente que se dispara en relación a la evolución de los ingresos del deudor (o su superávit primario).
"En el marco de las negociaciones con el FMI, el Gobierno ha tratado de instalar la idea de que la deuda en moneda extranjera es lo único relevante"
Los gobiernos argentinos del pasado se endeudaron en dólares porque el mercado local de capitales no tiene un volumen suficiente que permita financiar el déficit. El gobierno actual prefirió recurrir a la inflación para cubrir lo que no pudo financiar localmente. Claro está, que lo ideal hubiera sido y sigue siendo que no hubiera déficit fiscal.
Pero ello no aparece en el relato oficial. En cambio, se enfatiza el problema de "conseguir los dólares" para poder pagar.
Sin embargo, este no debería ser un problema. Si el Gobierno tuviera superávit tendría los pesos para comprar las divisas en el mercado de cambios como hace cualquier empresa que tiene pasivos en moneda extranjera. El problema del gobierno actual es que no tiene los pesos genuinos y debe recurrir a la inflación para financiar al déficit.
Si en un momento en el tiempo la demanda de divisas del gobierno para servir su deuda es elevada en relación a la oferta en el mercado el tipo de cambio se depreciará y habrá un nivel en el cual se alcanza el equilibrio entre la oferta y la demanda de divisas. Si se teme que ello pueda generar ruido en la economía el impacto se pude acolchonar si en los momentos de auge se acumularon reservas en el Banco Central.
Ese no fue el caso en la Argentina porque el gobierno malgastó el superávit excepcional que se obtuvo como consecuencia de un aumento notable en los precios de exportación para tratar de influir en el resultado electoral. La desconfianza que genera el programa de gobierno hace que todos los agentes económicos traten de cancelar pasivos en dólares a su vencimiento.
Además, se utilizaron reservas para sostener un ancla cambiaria que evitara una mayor inflación. Estrategia que evidentemente falló y dejó a la autoridad monetaria con reservas netas mínimas.
"Si el Gobierno tuviera superávit, tendría los pesos para comprar las divisas en el mercado de cambios como hace cualquier empresa"
El relato oficial busca siempre algún culpable para los problemas que debe enfrentar. La imprudencia del gobierno anterior fue la inacción fiscal del comienzo que se financió con deuda externa que atrasó el tipo de cambio real. La cosa hubiera sido diferente si el déficit hubiera sido atacado desde el comienzo.
Lección útil para finales de 2023 cuando un nuevo gobierno deba hacerse cargo de los problemones económicos que dejará el actual.
Daniel Artana es economista Jefe de FIEL