El BCRA ofrecerá la primera serie del bono para que importadores paguen deudas con proveedores
La primera de las tres series de los Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre (Bopreal), con los que se prevé pagar la deuda con los importadores, será ofrecida a partir de este martes.
El Banco Central precisó en un comunicado que "ofrecerá un abanico de alternativas a través de tres instrumentos, teniendo en cuenta la imposibilidad de dar una solución única de corto plazo para todos los importadores".
"Los tres instrumentos estarán denominados y serán pagaderos en dólares", agregó, además de indicar que "podrán ser adquiridos en pesos mediante un boleto técnico cambiario de adquisición de divisas".
Una de las prioridades de Milei es resolver el stock acumulado de deuda de importadores con proveedores del exterior. El mercado estima que este monto asciende a u$s50.000 millones.
Bono para importadores: así serán las 3 series
El Bopreal Serie 1 será ofrecido a partir de este martes y tendrá vencimiento el 31 octubre de 2027 y, al tratarse del instrumento de mayor plazo y por ende el que más resguarda las divisas del BCRA, tendrá "características particulares con el objetivo de atraer la mayor demanda por parte de los importadores, particularmente de las grandes empresas", se aclaró.
"En la medida que dicho objetivo sea logrado, se podrá contar con mayor disponibilidad de los títulos de menor plazo, particularmente orientados a aquellos importadores que por diversas particularidades no puedan adquirir este instrumento", añadió.
La Serie 1 devengará una tasa de interés del 5% anual y, al igual que las otras dos series, será pagadero en dólares (tanto el capital como los intereses), con la particularidad de estar separado a partir del 1 de marzo de 2024 en cuatro series independientes, manteniendo idénticas condiciones al bono original y sumando beneficios adicionales en tres de las cuatro series.
La Serie 2, con vencimiento el 30 de junio de 2025, no devengará intereses y contempla el repago de principal en 12 cuotas mensuales y consecutivas a partir de julio de 2024.
El monto total de emisión estará limitado en base a la capacidad del BCRA de comprometer divisas en el corto plazo y, por tal razón, "se trabajará con la información resultante del Padrón de Deudas Comerciales con el Exterior para determinar el monto máximo disponible", precisó la autoridad monetaria.
Esta serie, remarcó el Banco Central, "no será habilitada para la negociación en mercados secundarios, pero será transferible a los efectos de que el tenedor lo pueda ceder a un tercero", como proveedores del exterior, de financiamiento o entidades relacionadas.
La Serie 3 vence el 31 de mayo de 2026, devengará una tasa de interés del 3% y será amortizado en tres cuotas trimestrales consecutivas, la primera de ellas en noviembre 2025.
El Banco Central indicó que "el monto total disponible de este bono estará limitado por cuestiones de disponibilidad de divisas" y, al igual que con la Serie 2, se trabajará con la información del Padrón de Deudas Comerciales con el Exterior. La Serie 3 estará habilitada para su transferencia y negociación en el mercado secundario.
La entidad presidida por Santiago Bausili definió a los bonos ofrecidos como "una solución ordenada para resolver la crisis generada por la acumulación de deudas comerciales de importadores".
Esas deudas, sostuvo, llegó "a niveles inmanejables en el corto plazo con el stock de reservas disponible".
"Los importadores tendrán la posibilidad de adquirir estos instrumentos con la liquidez en pesos que tienen a disposición para hacer frente a sus compromisos con el exterior y recibirán a cambio un flujo de divisas cierto por parte del BCRA", planteó.
Milei libera las importaciones: las claves de la medida
De implementarse tal cual se ha escrito en el Decreto de Necesidad y Urgencia Nª 70/2023, en el Título V, publicado en el Boletín Oficial del Estado, quien lee o escucha estas líneas, podrá operar en comercio exterior sin necesidad de inscribirse en registro importador alguno o demostrar solvencia financiera.
Desde luego que esta solvencia será un requisito necesario cuando tengas que negociar con tu contraparte en el exterior, pero uno de los puntos que más entusiasman a los emprendedores es la posibilidad de hacer negocios con países extranjeros sin tantas vueltas.
Desde ahora todos podrán convertirse en importadores y, desde luego, lo que más le importa a la administración Milei, en exportadores.
Al presentar el decreto de desregulación económica de 366 artículos, el presidente sostuvo "a partir de hoy queda prohibido prohibir exportaciones", al tiempo que anunciaba la modificación del artículo 609 del Código Aduanero para establecer que "el Poder Ejecutivo Nacional no podrá establecer prohibiciones ni restricciones a las exportaciones o importaciones por motivos económicos".
Un párrafo para subrayar teniendo en cuenta la avidez de muchos ciudadanos que comenzarán a importar todo tipo de productos desde, bienes del sector tecnológico -siempre hay que recordar que el mundo desarrollado está atravesando la cuarta revolución industrial más potente para algunos analistas que la primera-, o todo tipo de productos que la población requiera desde prendas textiles hasta repuestos para los automóviles.
Un poco remedando lo que sucedía durante los primeros meses del gobierno de Mauricio Macri cuando, luego de liberar el cepo, una traba cambiaria que Javier Milei no puede sacar hoy en día y que en la práctica va a ralentizar el ingreso de productos del exterior, en los supermercados de la Argentina se exhibían productos en las góndolas que provenían desde lejanas tierras como India, Vietnam, Singapur y, desde luego, China.
En este caso no se trataban de importaciones a título personal o individual sino de personas jurídicas debidamente registradas ante la AFIP que importaban, sin inconvenientes, heladeras y lavarropas de Brasil y del sudeste asiático o ropa confeccionada en Vietnam o juguetes llegados desde Europa o Asia.
El motivo principal del macrismo fue el combate a la inflación, pero entre los motivos del mileismo se encuentra una raíz más ideológica que es la defensa a ultranza de la libertad para comerciar sin que el Estado intervenga demasiado.
Y es, en ese sentido, donde se abren las puertas para que cualquier hijo de vecino pueda traer productos del exterior sin detenerse a pensar en las limitaciones del denominado sistema "puerta a puerta" por el cual, a través del Correo Argentino, se puede importar por hasta un valor de 50 dólares sin necesidad de pagar nada.
Si el valor supera los 50 dólares hay que abonar el 50% sobre el excedente de ese valor, idéntica cuestión que ocurre cuando se superan 12 envíos por año.
La fundamentación de esta posibilidad, que abre las "tranqueras" al mundo, se encuentra en la derogación del Registro de importadores y exportadores que se especifica en el artículo 92 del Código Aduanero.
El decreto de la administración de Javier Milei explica: "Todas las personas humanas y jurídicas podrán solicitar destinaciones aduaneras y realizar operaciones de comercio exterior sin necesidad de inscribirse en ningún registro".
Una destinación aduanera es un documento mediante el cual una persona declarante, señala el régimen aduanero al que se someterá una carga. Esta declaración es aplicable a las mercancías que llegan al país mediante una importación. Usualmente, un despachante aduanero contratado por un cliente realiza este trámite que es el paso principal para que el sistema de aduanas del país pueda procesar una mercancía, fijando los tributos, aranceles a pagar según el caso.
Importaciones: cómo se manejaban antes del DNU de Milei
Ahora bien, antes del DNU, los importadores y los exportadores para solicitar destinaciones aduaneras debían inscribirse en el Registro para que mediara en cada operación una autorización de la Administración Nacional de Aduanas, la que a su vez podía exigir a los importadores y exportadores que acrediten la solvencia necesaria o que otorguen una garantía adecuada a las circunstancias.
Todo esto dejo de existir con el DNU de Milei.
Por otra parte, existe un golpe enorme a las incumbencias de los despachantes de aduana porque entre las normas modificadas se anota el artículo 37, que afirma: "Las personas humanas o jurídicas podrán gestionar el despacho y la destinación de mercadería, por sí o a través de persona autorizada, con la excepción de las funciones que este Código prevé para los agentes de transporte aduanero y de aquellas facultades inherentes a la calidad de capitán de buque, comandante de aeronave o, en general, conductor de los demás medios de transporte".
Antes del decreto sólo podía gestionarse ante las aduanas el despacho y destinación de mercaderías con la intervención del despachante. A no ser que el titular de la empresa importadora o exportadora se apersonara en las oficinas para realizar todos los trámites burocráticos necesarios para la operación de comercio exterior.
Los trámites que dejarán de hacer los importadores
Por otra parte, para los futuros importadores, se derogan muchos trámites que ralentizaban las operaciones.
El artículo 96 del Código Aduanero derogado sostenía: "Los importadores y exportadores inscriptos deberán presentar el balance general, el inventario y el cuadro demostrativo de ganancias y pérdidas, debidamente certificado por contador público; y comunicar a la Dirección General de Aduanas, dependiente de la AFIP, todo cambio de los integrantes de sus órganos de administración y de los apoderados".
Si bien para los grandes jugadores del comercio exterior toda esta gimnasia burocrática ya la tenían aceitada y los cambios propuestos no son los que más le preocupan, el cepo, el atraso cambiario a futuro y las retenciones, son sus principales intereses, para los individuos interesados en importar se abre un mundo de posibilidades donde la desburocratización es un ingrediente fundamental para conectarse al mundo.
En declaraciones a la prensa, el analista de comercio exterior Marcelo Elizondo sostuvo que "lo importante es que se le saca peso al control. La Argentina está muy burocratizada con registros, trámites que deben pasar por el Banco Central, la Aduana y la AFIP y, hasta aquí, todo es muy limitado".