Empresas de logística, en situación alarmante: la facturación se les desplomó 45% pese a poder operar
Pese a ser uno de los rubros habilitados para operar durante la cuarentena, las empresas del sector logístico están atravesando una severa crisis.
Según Hernán Sánchez, presidente de la Cámara Empresaria de Operadores Logísticos (CEDOL), esta rama de actividad cuenta actualmente con un 46% del personal licenciado y la mitad de los empleados fuera de convenio están trabajando bajo la modalidad home office.
El directivo también expresó que "la performance de distribución bajó notablemente y hay una reducción del 55T de los vehículos en circulación".
Como consecuencia de esto, Sánchez se mostró preocupado por el impacto que está teniendo la cuarentena sobre la actividad: "La facturación promedio está en un 40% a 45% por debajo de este mismo período del año pasado. Este número es alarmante, en un sector cuyos márgenes de rentabilidad en el mundo oscilan entre el 5 y el 7%".
Estos datos surgieron en el marco del primer desayuno que realizó la Asociación Argentina de Logística Empresaria (ARLOG), a través de la plataforma Zoom y en simultáneo por YouTube el jueves 23 de abril y del cual participaron virtualmente más de 300 personas.
Durante el seminario, Raúl Blanco, director de Finanzas, Teconología y Logística de La Anónima, subrayó la urgencia con que se debieron tomar las decisiones en la compañía, a fin de enfrentar las medidas de aislamiento social preventivo. Señaló lo hicieron encarando una combinación entre home office y trabajo presencial. Pero que el impacto se verificó en toda la cadena: "De un momento a otro, hubo problemas de transporte y a los proveedores les costó bastante conseguir camiones". No obstante, expresó que su centro distribución ya está operando con poca demora de descarga y suficiente cantidad de camiones.En cuanto al impacto económico, dijo que la pérdida de rentabilidad fue de 10% a 15%. "Las compañías perdieron capacidad de producción. Nosotros experimentamos ausentismo, pero logramos establecer un ecosistema de equilibrio para abastecer a nuestras sucursales. El comportamiento de la gente pasó a ser el primer eslabón de la operación. Este cisne negro demostró que proteger al personal, trabajar en equipo y ser solidarios resulta fundamental", concluyó.
Por último, Manuel Martínez, gerente de Operaciones, Seguridad y Medio Ambiente de Terminal Rio de la Plata, precisó que el impacto de los flujos se comenzó a ver en el comienzo de la cuarentena.
Por el lado de los buques, el efecto sobre el volumen no fue significativo. Pero el flujo de tierra sí se sintió más afectado, sobre todo el de importación, como consecuencia de las restricciones a las actividades. En este sentido, expresó: "La exportación tuvo una caída leve de entre el 15 y el 20%, y la importación ahora empezó a normalizarse".
Añadió que "todas las terminales del mundo sufrieron un incremento de la ocupación, producto de la baja rotación y la falta de contenedores vacíos". Finalmente, enumeró las medidas incluidas en los protocolos de limpieza y distanciamiento social que adoptaron: "Se separaron los turnos; se cerró el comedor; se establecieron restricciones en el vestuario, y se capacitó a todos los operarios para que cada uno pueda desinfectar su lugar de trabajo".