¿Una misión imposible?: así es el complicado Excel que tienen que completar las empresas que quieran importar
"Es más fácil comprar dólares que llenar este formulario". Con esa expresión, un empresario consultado por iProfesional resumió lo que sintió cuando le llegó el instructivo y el Excel que la Dirección Nacional de Gestión Comercial Externa está enviando para que las compañías que pretendan importar informen sus planes de comercio exterior hasta el año 2022.
Esta medida del Gobierno forma parte de una estrategia integral tendiente a administrar con mayor recelo todo lo que se importa, con un doble objetivo: cuidar los dólares escasos y, de paso, proteger a la industria nacional y fomentar el empleo.
Bajo esta misma estrategia es que el Gobierno este viernes avanzó con 300 nuevas Licencias No Automáticas, incrementando a 1.500 el universo de productos para los cuales hay que presentar este documento previo para obtener el permiso de importación.
Ahora, lo que preocupa es el archivo Excel que Desarrollo Productivo está enviando a las empresas, bajo el asunto "Presentación Proyecciones Comex 2020".
"Todas las compañías importadoras deberán informar sus proyecciones de importación para el año 2020", indican los funcionarios en el correo electrónico, si bien en el Excel se piden incluir las previsiones hasta el 2022.
"La misma deberá realizarse por única vez por empresa o grupo empresario", señalan, para luego advertir que "este requerimiento no sustituye la presentación de los anexos correspondientes a importaciones con LNA, que deberán ser presentados tal como se realizaba previamente".
En concreto, los empresarios están recibiendo un PDF con el instructivo para acceder a la página de AFIP y, desde allí, descargar el formulario en formato Excel que debe completarse con múltiples datos, incluyendo proyecciones de importaciones, compras al exterior realizadas años anteriores y futuras inversiones.
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"El sistema le devolverá un número de formulario como constancia de envío. Recuerde guardar el número", explica el instructivo, dando a entender que ese mismo número será el que deba presentarse ante los funcionarios si surge una futura observación a los datos provistos por la empresa.
Para comenzar, los empresarios deberán consignar información como razón social, CUIT, porcentaje de capital extranjero, cámara a la que pertenece la firma y datos personales de quien complete el formulario.
En el instructivo se aclara que si la compañía pertenece a un holding, "se solicitará que incluya en la presentación un Plan de Inversión con la información de cada empresa del grupo".
Luego, deberán consignarse los principales productos según facturación, incluyendo del talle del nombre, el tipo de bien, la posición arancelaria y la cantidad de unidades que se produjeron en 2019 y se fabricarán en 2020, si la firma en una industria.
Posteriormente, viene lo más difícil: debe detallarse cuánto importaron las empresas entre 2017 y 2019 y desagregarlo por rubros (bienes de capital, insumos, bienes finales y servicios). Pero lo que más preocupa a los empresarios es que también deberán consignar las proyecciones para 2020, 2021 y 2022.
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También, deberán sumarse "proyecciones trimestrales de corto plazo", incluyendo esos mismos datos pero detallados cada tres meses, aunque solo hasta el segundo trimestre de 2021.
Posteriormente, se deberán consignar las ventas al mercado interno, tanto de bienes producidos localmente como de aquellos importados. Al igual que en el caso anterior, deberán indicarse las cifras para el período 2017 y 2018 y también para los próximos tres años.
En otro slide se deberán cargar detalles de los principales productos importados y, según sea el caso, también exportados. Esto, advierten los empresarios, representará una importante carga de trabajo porque se deberá indicar el nombre del producto, el tipo de bien, la posición arancelaria, si posee LNA y el valor concretado en 2019 y el que proyectan para 2020.
Luego, es el turno de las inversiones ya realizadas y las previstas hasta el 2021, indicando si se compró o se quiere comprar maquinaria y de qué origen, así como la adquisición de vehículos o de inmuebles.
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"Las empresas se van a tener que ir preparando porque el Gobierno va a pedir información cada vez más detallada y no se pueden arriesgar. Van a tener que tener una oficina de comercio exterior más abocada a estos temas", afirma Ponce, quien recalca: "Es muy difícil para una firma saber lo que va a importar de acá a un año, en un contexto de recesión. Ahí vemos una dificultad".
"Comprendo que el Gobierno, preocupado por la escasez de dólares, realice un mayor monitoreo de lo que se trae desde el exterior. Pero me parece algo muy complejo que una empresa se pueda comprometer a especificar la cantidad de divisas que requerirá durante este año y el próximo", completa.
La administración del comercio llegó para quedarse
Tal como se mencionó, en el instructivo se especifica que todos estos requerimientos "no sustituyen la presentación de los anexos correspondientes a importaciones con Licencias No Automáticas, que deberán ser presentados tal como se realizaba previamente".
El punto central es que el Gobierno, además de incluir nuevos productos al listado de LNA, avanzó con numerosos cambios en la administración de estos permisos.
Uno tiene que ver con el plazo, que se redujo a la mitad: la validez pasó de 180 a 90 días. Pueden ser prorrogadas unos 15 días antes del vencimiento pero quien realice esa gestión deberá tener "razones fundadas".
Importadores argumentan que en la práctica, se complicarán las importaciones, especialmente las provenientes desde Asia, porque desde que la Secretaría de Industria aprueba la licencia hasta que se envía la orden de producción, se arma el pedido, lo despachan y llega a la Argentina, "tranquilamente el plazo puede ser mayor".
Un reconocido consultor, que transitó varios despachos oficiales, también anticipó que esta decisión traerá dificultades para operar: "Los 180 días de plazo no estaban fijados por causalidad. No era algo azaroso. Era un lapso razonable. Ahora, los 90 días como tope van a generar más trabas y va a derivar en que más empresas tengan que realizar pedidos de excepción".
A esto se sumó un detalle para nada menor: los importadores tendrán menos margen para equivocarse con el precio que declaran por la mercadería.
Sucede que la "tolerancia" en cuanto al valor FOB unitario se redujo en dos puntos: pasó del 7% al 5% la diferencia aceptada entre lo declarado en el Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI) para gestionar las LNA y el valor declarado en las solicitudes de destinación de importación para consumo, cuando se nacionaliza la mercadería.
"Con márgenes de error permitidos mucho más acotados, seguramente vamos a ver más cantidad de cargas demoradas", indicó la fuente.