Tensión con Brasil: el Gobierno de Alberto pone en duda avanzar con el acuerdo Mercosur - Unión Europea
El canciller argentino Felipe Solá mantuvo una extensa conversación vía teleconferencia de una hora y media con su par brasileño, Ernesto Araújo, durante la cual surgieron chispazos en relación a la ratificación del acuerdo Mercosur - Unión Europea.
Los ministros coincidieron en la necesidad de darle importancia a la participación de los sectores privados en las negociaciones comerciales entre ambos países y en potenciar al Mercosur como un espacio que debe seguir siendo primordial. En esta línea el canciller brasileño dijo que su país estaba dispuesto a aprobar el acuerdo con la Unión Europea. Solá ató este punto al impacto sobre la industria argentina y la opinión de los empresarios y trabajadores.
Los cancilleres también decidieron discutir las rebajas al Arancel Externo Común del Mercosur (AEC) sector por sector en consulta con los posibles afectados. Ambos ministros decidieron mantener un canal de diálogo permanente. El canciller argentino estará en Brasil el próximo 31 de enero.
Se acordó una línea directa entre ambos ministerios para políticas comunes en torno a las relaciones comerciales de los dos países. El canciller brasileño lo invitó a Brasilia a fines del mes próximo.
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"La relación entre Argentina y Brasil es entre dos países hermanos que históricamente han sostenido relaciones comerciales, culturales y políticas fructíferas", expresó el canciller argentino en la conversación.
De la conversación también participaron el secretario de Política Exterior, Pablo Tettamanti; el jefe de Gabinete de la Cancillería, Guillermo Chaves y el futuro embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli.
¿Qué pasos debe seguir la negociación con la UE?
Según Alejandro Perotti, profesor de la Universidad Austral y miembro del estudio jurídico Alais & Torres Brizuela, tras el proceso que demande avanzar en la redacción final del acuerdo, hay una segunda etapa, que consiste en traducir el tratado a los 24 idiomas de los países que forman parte de la UE y a las otras dos lenguas correspondientes al Mercosur.
Una vez alcanzada esta etapa, deberá ser firmado por los presidentes de todos los países. Y, en el caso del Mercosur, tras esa rúbrica, el Ejecutivo deberá enviar el proyecto de ley para que sea aprobado por el Congreso.
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"Todo este proceso puede demorar varios meses. Si todo sale según lo previsto, estamos hablando de que esto ocurriría a fines de 2020 o a principios de 2021", plantea Perotti.
La diputada nacional Fernanda Vallejos había anticipado a iProfesional que el tema no tenía chances "de ser tratado dentro de este período de sesiones, y debe ser aprobado en el Congreso Nacional, tanto en Cámara de Senadores como en Diputados con mayoría absoluta de los miembros de cada Cámara". Es decir que recién se trataría durante las sesiones ordinarias el año próximo.
Superada esta etapa en el Congreso, el proyecto volverá a manos del Ejecutivo para que sea ratificado y entre en vigencia.
Para Perotti, el punto crucial para que avance este TLC no está tanto en el rol que pueda tener la etapa legislativa sino en el papel del Presidente.
En el caso del Mercosur, si hay un mandatario que se opone a firmarlo, entonces "sí se corre el riesgo de que caiga el acuerdo. Y esto sería muy negativo porque se estarían arrojando a la basura 20 años de negociaciones y podría provocar un cisma dentro del bloque, que luego de estar absolutamente congelado logró avanzar en una misma dirección para alcanzar este TLC con Europa". "Esta es la etapa que más temor me genera", reconoce Perotti.
Ahora, las palabras de Solá ponen un manto de dudas sobre el futuro del acuerdo más ambicioso que negoció el Mercosur en su historia.