"Lluvia" de dólares por el campo: prevén la mejor cosecha de la historia y la mayor exportación de carne en una década
Pasó la sequía y luego vinieron las lluvias, con agua en exceso. Y también llegaron las quejas por las modificaciones al esquema de retenciones, cuyos cambios no fueron tan favorables como había prometido el Gobierno inicialmente, luego de verse apremiado por el déficit fiscal.
Así y todo, prácticamente ningún sondeo realizado por consultoras especializadas en agronegocios tiene dudas: el campo será un generador decisivo de dólares este año, como pocas veces.
En este sentido, se prevé que los siete principales cultivos y sus subproductos –como harinas y aceites-, junto con la carne vacuna, estarán en condiciones de generar unos u$s30.500 millones en concepto de ventas al mundo.
Considerando que entre estos dos grandes complejos exportadores el año pasado ingresaron cerca de u$s25.500 millones, esto implicaría un salto interanual del 20%.
"La recuperación de los 'agrodólares' es un hecho seguro", agrega el economista Juan Manuel Garzón, de Fundación Mediterránea.
En este contexto además, son varios los reportes en los que la palabra "récord" se cuela más de una vez.
Sucede que, en el caso específico del sector agrícola, se está trabajando con una meta de entre 126 y 130 millones de toneladas, un volumen que consideran como muy posible, luego de que se hayan despejado las preocupaciones climáticas en momentos críticos para los cultivos.
"Sería la mayor campaña de la historia, en términos de volúmenes", confirma Gustavo López, director de la consultora Agritrend.
Cabe destacar que, de ratificarse estos volúmenes, se superaría el último mayor registro, alcanzado en el ciclo 2016/2017, cuando los siete principales cultivos sumaron 121 millones de toneladas. Estos son los resultados que se esperan para los tres granos más estratégicos:
-Maíz
En este contexto, una de las estrellas del campo, este año, será el maíz. Desde la Bolsa de Comercio de Rosario plantean que "con 12 millones de toneladas, esta campaña podría ser récord en lo que se refiere a la región núcleo".
Los técnicos plantean el abrupto cambio de perspectivas que se dio de un ciclo a otro: "De la mayor sequía de los últimos 50 años que limitaron al maíz a una producción de 8 millones de toneladas, este cultivo pasó los últimos 3 meses con récords de precipitaciones mensuales. En términos productivos, esto implica que la región pasará a cosechar un 50% más del volumen que el que obtuvo en la campaña pasada".
Si bien ayuda el hecho de que la superficie implantada se incrementó, la actual campaña quebraría otras marcas históricas, como la del rendimiento: para la zona núcleo, desde la BCR plantean que se alcanzaría un nivel de 111 quintales por hectárea, un nivel nunca antes alcanzado para este cultivo.
A nivel país, en tanto, se prevé que la campaña culmine con un volumen total de 45 millones de toneladas de maíz, cuando durante el ciclo anterior apenas se habían logrado 30 millones de toneladas. Y lo interesante para el Gobierno es que, del total previsto, unas 15 millones de toneladas se embarcarían entre febrero y abril.
-Soja
En el caso de la soja, tras las amenazas climáticas que azotaron al agro durante las últimas semanas, los temores también se despejaron: el 55% de los lotes de la oleaginosa están en "muy buenas condiciones", según la BCR, luego de varios días sin lluvias, con sol y viento, que ayudaron a reducir la humedad excesiva.
Lo cierto es que aún existe un 10% de la superficie en condiciones de regulares a malas. Sin embargo, esto no alcanzará para opacar una buena campaña.
En el caso de la oleaginosa, las consultoras no prevén alcanzar el récord de 57 millones de toneladas, alcanzado hace unos años, pero una previsión que gana fuerza es la de un volumen más que positivo, del orden de los 52 millones, que contrasta con los 35 millones que arrojó la última campaña.
-Trigo
A esto, por cierto, hay que sumar el caso del trigo, cultivo del que se cosecharon 19 millones de toneladas, 2 millones más que en el ciclo anterior. De ese total, ya se comercializó la mitad.
"Se viene un cosechón de la ostia. Un año para pagar las deudas de la sequía. Un año en que ganarán más los que trabajaron el campo, que los dueños. Los dueños cobran un alquiler por kilos fijos, porque buscan algo seguro. El que arriesgó y saca más de 50 quintales de soja, este año gana más que el dueño", plantea el analista Salvador Di Stéfano, con fuerte prédica en toda la zona del Gran Rosario.
En el caso del sector cárnico, se viene de un 2018 en el que –según datos del Consorcio de Exportadores- el monto por ventas al mundo alcanzó los u$s1.950 millones, la mayor cifra registrada en la historia".
Y, para este año, entidades sectoriales trabajan con un escenario de expansión del 15%. De modo que los embarques de cortes vacunos podrían sumar u$s300 millones extra a la economía a lo largo de 2019.
Lluvia de agrodólares
"El Gobierno de Mauricio Macri está recibiendo el viento de cola que tuvieron otros presidentes, un contexto internacional positivo y un clima benigno para nuestras cosechas. Parecería que pocos atributos propios, y mucho de suerte en los mercado", plantea el analista, quien agrega que, gracias a los "agrodólares" se podrá dejar atrás el tembladeral financiero, si bien "todavía hay mucho camino por recorrer", en un escenario en el que la economía real no se recupera de inmediato".
Por cierto, el frente cambiario parece estar bastante cubierto para el Gobierno: en marzo se vienen los u$s11.000 millones del acuerdo stand by acordado con el Fondo Monetario Internacional, que se destinarán básicamente a cubrir vencimientos de deuda y gasto.
A esta inyección de billetes verdes se sumarán los más de u$s30.000 millones que, a lo largo del año, generará el sector agropecuario.
Frente a esta dinámica, los economistas plantean que la coyuntura jugará muy a favor de la estrategia oficial, que pugna por evitar un sobresalto cambiario justo en plena carrera hacia las elecciones.
Desde la consultora EcoGo agregan un factor extra: el apetito de los fondos internacionales por los emergentes. Esto último, luego de que el FMI haya brindado pistas sobre una suba de tasas mucho más paulatina de lo que anticipaba el mercado.
Sobre este último punto, desde Delphos Investment plantean que, mientras que para los emergentes el 2018 fue "un suplicio", este año, la política de tasas de la FED jugará a favor, algo que ya se está viendo plasmado en un mayor flujo hacia acciones y bonos locales.
Para los analistas de Delphos, está todo dado como para que la Argentina "forme parte de esa fiesta". Al sumarse la recuperación del campo esperada, el diagnóstico que trazan es que "la falta de dólares parece haber dejado de ser un problema", al menos "hasta que llegue la previa del momento electoral".
Riesgos latentes
Así, con esta abundancia de dólares, el consenso es que, al menos hasta los próximos comicios, el billete verde no tendrá un papel protagónico frente a la inflación, sino que se movería detrás de esta variable.
Sin embargo, hay analistas que vienen levantando la voz por los riesgos implícitos que trae aparejados la estrategia de mantener retrasada a la divisa estadounidense.
Desde la consultora Economía & Regiones plantean, en este sentido, que el escenario económico más positivo en términos electorales para Cambiemos es, justamente, uno en el que la inflación le termine ganado al dólar a lo largo del año.
Sin embargo, advierten que, en un hipotético escenario de un billete verde rondando los $41 en junio y una inflación bajando suavemente pero no perforando el piso del 2% mensual, el tipo de cambio real contra el dólar con el que se manejaría el sector exportador corre serios riesgos de culminar en el mismo nivel que tenía en agosto de 2018. Es decir, antes de que la divisa salte de $28 a $40.
Desde E&R agregan que lo único que podría cortar este deterioro de la competitividad-precio del sector exportador, sería una suba de las cotizaciones de los commodities exportables o un nuevo aumento del billete verde.
En un escenario en el que no se prevé una mejora considerable de los valores de las materias primas -dado el menor dinamismo de la economía china-, lo único que quedaría como vía de escape es el tipo de cambio.
Sin embargo, la consultora plantea que "un nuevo round cambiario volvería a ser más de lo mismo, como sucedió otros años. Pan para hoy, hambre para mañana".
Un diagnóstico similar, por cierto, al del economista Marco Lavagna, quien alerta sobre los riesgos de ser un país con inflación del 30% y una divisa planchada".
"Tarde o temprano termina en una disparada del dólar; el problema es que cuando ello sucede pierden los sectores medios, bajos y la producción, ganan pocos muy sectores, y se estimula la bicicleta financiera", completa.