PIERDEN MAÍZ Y TRIGO

Sojeros celebran el "empate": el súper dólar y el mejor clima compensan los $4 extra que deben pagar a la AFIP

Las entidades protestaron por la medida. Sin embargo, la Sociedad Rural se terminó alineando con el Gobierno. Los números finos que miran los productores
COMEX - 04 de Septiembre, 2018

Fue una pulseada que, durante unas horas, se dirimió en los medios: por un lado, el presidente Macri; enfrente, la Sociedad Rural, la entidad de mayor peso del campo. En el medio, los cambios a las retenciones, uno de los puntos que el Gobierno juró nunca jamás tocar, hasta que el déficit fiscal se volvió apremiante.

Hablando "con el corazón", el jefe de Estado hizo un llamado a volver a construir consensos, a los que consideró "más urgentes que nunca". Acto seguido, pidió el compromiso de "toda la dirigencia argentina" y ahí fue al grano: le solicitó al campo que ceda parte de la rentabilidad que habían ganado con el fuerte salto del dólar para poder apagar el incendio.

"Vamos a pedirle un esfuerzo a los exportadores. Sabemos que es un impuesto malo, malísimo, pero les tengo que pedir que entiendan que es una emergencia y necesitamos de su aporte", recalcó sobre los cambios en las retenciones, que ayudarán a "cubrir lo que falta en esta transición".

La reacción de la Sociedad Rural era muy esperada. No sólo por las modificaciones al sistema de derechos de exportación. También porque el Ministerio que los representaba quedó reducido a la categoría de Secretaría.

En un comunicado de tono crítico pero con una dosis de mesura, la entidad que hasta el 2017 había sido presidida por Luis Miguel Etchevehere, ahora secretario de Agroindustria, no ocultó su descontento por las medidas, a las que consideró distorsivas y que poco ayudan a alentar a la producción. Sin embargo, el punto más importante estaba al final: "El campo continuará colaborando" con el Gobierno.

Así, más allá de cuestionamientos un poco más duros, como los que provinieron de CRA y de otras entidades vinculadas con los pequeños productores, los principales referentes del agro se alinearon con el macrismo frente al pedido de que la soja haga su aporte frente al déficit.

El hecho de que el oficialismo no cumpliera con su promesa de no tocar las retenciones y que Agroindustria haya quedado reducido a una Secretaría hacía presagiar un clima mucho más hostil.

Sin embargo, Guillermo Villagra, director de la consultora OpenAgro, reconoció que el contexto en el que se anunciaron los cambios es muy diferente al del año pasado, cuando el campo vivió una de las peores sequías en 50 años.

"Las perspectivas climáticas ahora lucen muy positivas, luego de la crisis agrícola del último ciclo, en el que miles de productores cerraron con pérdidas. Hoy, en cambio, se está apuntando nuevamente a una campaña cercana al récord", resumió el experto.

¿Cuánto aportarán los productores? 

Al analizar cuántos dólares podrá sumarle este año el agro a las arcas del Estado, primero es clave entender los cambios:

-En el caso de la soja, de retenciones del orden del 25,5% se pasó directamente al 18%, sin esperar al esquema de desgravación que se iba a completar a fines de 2019.

-Pero, como contrapartida, este cultivo sumó una carga de $4 por dólar exportado en el caso de los porotos, llevando la tasa efectiva (al tipo de cambio de hoy) a cerca de un 29%. Es decir, casi 4 puntos más que hasta la semana pasada. 

-En el caso de aceites y harinas, habrá un pago extra de $3 por cada dólar vendido al exterior, con una presión real del 26%.

-Maíz y trigo sin procesar, los otros dos cultivos clave que no tenían retenciones, ahora pasarán a tributar cerca de un 10%, en base al precio del dólar hoy, dado que también se les aplicará la fórmula de los $4 por dólar exportado. 

Si bien una eventual suba del billete verde en la plaza local implicaría una licuación lisa y llana de ese recargo, las voces desde el agro son críticas con la medida.

"La conclusión es que estos cambios perjudican al campo", asegura el consultor Gustavo López, director de AgriTrend.

"En soja hicieron algo así como una ilusión óptica: bajaron las retenciones de un saque al 18% pero la imposición de los $4 por dólar exportado terminó incrementando la presión", apuntó.

En tanto que en soja y maíz, consideró que la aplicación del gravamen "podrá jugar un papel negativo, porque desalentará la expansión del área que se esperaba para estos cultivos".

Sin embargo, López reconoció que "el productor no dejará de sembrar". 

Y aquí entran a jugar los comparativos de un 2018 con una presión tributaria mayor, pero con buen clima y "súper dólar", versus un 2017 marcado por el atraso cambiario y problemas con las lluvias. 

En dicha comparación es cuando los referentes del agro, off the record, reconocen que el cambio de las reglas de juego no fue tan duro. 

Y esto se reflejará en una cosecha que se acercará a los niveles récord: 

-Cabe destacar que en el ciclo anterior, el campo apenas produjo 98,6 millones de toneladas de granos, unas 30 millones que la campaña previa.

-Las perspectivas de consultoras como AgriTrend para la próxima cosecha, tras los anuncios oficiales, se mantienen en torno a las 132,5 millones de toneladas, ubicándola muy cerca del récord histórico.

-El volumen de exportación, en tanto, pasará de los 70,2 millones de toneladas del último registro a unas 94,4 millones, un salto de casi 35%.

-En paralelo, el valor de las ventas al mundo de granos y subproductos alcanzará los u$s28.300 millones, un 22,6% por encima del anterior ciclo.

-¿Y qué pasará con los ingresos que obtendría el Gobierno tras la modificación de las retenciones? Este es el punto central de la medida: pasará de u$s3.263 millones a u$s5.538 millones.

-Es decir, unos u$s2.275 millones extra, equivalente a una suba del 70% respecto del año pasado, gracias al mayor volumen de granos y a los cambios de las alícuotas (ver infografía). 

Desde AgriTrend remarcan que, de ese total, poco más de u$s1.000 millones provendrán del trigo y el maíz.

La crítica que hace López es que "no tenía sentido meter este desincentivo a estos cultivos para que aporten una cifra que no cambia demasiado las cuentas y que es menos que lo que el Central tuvo que poner en los últimos días para intervenir en el mercado cambiario".

Para ponerlo en perspectivas, la última semana el BCRA intervino con u$s1.200 millones, con escaso impacto en la cotización de la divisa.

Productores: más ingresos pero más gastos

Entre los productores quedó flotando una sensación ambivalente: protestan contra el cambio de postura del Gobierno pero en off reconocen que la medida pudo haberlos perjudicado mucho más.

Además, un trabajo de OpenAgro realizado post anuncios deja en claro que el campo, incluso con el nuevo esquema, se prepara para recibir una mejor rentabilidad que en la última campaña, básicamente por el salto del tipo de cambio y la mejora climática

-En promedio, un productor sojero que alquiló campo en una zona también promedio, viene de sufrir una rentabilidad sobre inversión (ROI) que fue negativa, del orden del 9%, con un margen por hectárea también negativo, superior a los $800.

-Para este año, en cambio, en una zona similar se apunta a lograr un margen de casi $500 y con un ROI que será, en un esquema conservador, del 3%.

-Sin embargo, Villagra aclaró que si los rindes son excelentes, incluso se podrá aspirar una rentabilidad del 10%.

El gran problema, advirtió, es la altísima inversión que se requiere para sembrar un lote.

"El salto del dólar volvió muy costosa toda la puesta en marcha. Los productores vienen de dos años muy malos y completamente desfinanciados, de modo que arrancar este nuevo ciclo, con un costo de financiamiento altísimo, genera que estas medidas no lleguen en el mejor momento", apuntó.

"Las perspectivas son buenas, incluso con los cambios en las retenciones. El tema hoy es cómo arrancar, con la falta de espaldas que hay en el campo y con una necesidad de desembolsar más de u$s4.000 millones de inversión para iniciar la campaña", completa.

Para ponerlo en perspectiva, el alquiler –que se pacta en toneladas- insumía en la última compaña el equivalente a $4.800. Ahora, arranca en los $11.500. Y, en muchos casos, la mitad de esa cifra se debe abonar al inicio del contrato.

En agroquímicos, mientras que el año pasado había que desembolsar un promedio de $2.600 por hectárea de soja, ahora se requiere de $4.800, un 84% más.

Si se suman todos los conceptos, el costo de producción hoy ascendería a $19.600 por hectárea, un salto del 110% frente a los niveles de 2017.

Y, si se considera todo el ciclo y se incluyen otras variables, como los gastos de comercialización, entonces el costo operativo total asciende a $28.230 por hectárea sojera, frente a los casi $13.000 del último ciclo, un salto abrupto del 117%.

Así y todo, las cuentas siguen cerrando frente al descalabro del año pasado, lo que no quita el malestar.

Pese a ello, hay reclamos hacia el Gobierno por parte de los expertos, como el que protagonizó el Gobierno, el consultor Salvador Di Stéfano, con fuerte prédica en el área del gran Rosario, quien aseguró que "esto cambió completamente el planteo productivo".

"Hace una semana, a los que pedían asesoramiento les aconsejaba plantar más maíz y apostar por la ganadería. Hoy, les digo lo contrario: menos maíz y vacas y más soja", apuntó.

"Con estas medidas, el macrismo lo único que está generando es que se vuelva a avanzar con un proceso de sojización y desincentive la rotación de cultivos y el agregado de valor", concluyó.

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