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Compre Argentino: empresarios del rubro electrónico piden ser considerados en nuevo proyecto

Tras verse afectadas por la quita de aranceles a portátiles importadas, compañías informáticas solicitan que se contemplen las particularidades del sector
23/05/2017 - 01:27hs

Recientemente, el ministro de Producción, Francisco Cabrera, y el de Trabajo, Jorge Triaca, anticiparon la presentación del proyecto de ley conocido como "Compre Trabajo Argentino". 

Entre otros puntos, la iniciativa fija que cuando se liciten bienes que no son producidos localmente, se establezca un incentivo para que gane aquel proyecto que prevea una mayor integración de piezas producidas en el país.

Adicionalmente, el proyecto también prevé aumentar los márgenes de preferencia para la industria argentina, para promover una mayor participación de las Pymes en las compras públicas. Márgenes que -aclararon- podrán ser modificados en función de la competitividad del sector.

Según el Gobierno, el objetivo de la medida es el de "contribuir con la generación de empleo en la industria y generar capacidades competitivas en sectores estratégicos que puedan luego salir a vender sus productos y servicios a la región y al mundo".

Cabe destacar que las compras públicas representan en la Argentina más del 5% del PBI

De acuerdo con el macrismo, durante los próximos ocho años el sector público invertirá u$s200.000 millones en rubros como infraestructura, energía y minería, agroindustria, bienes industriales y servicios y tecnología.

“Queremos que las Pymes argentinas sean protagonistas del plan de infraestructura pública más importante de la historia del país”, afirmó Cabrera, en momentos en que se presentó la iniciativa. 

De acuerdo con el Ministerio de Producción, con una integración de productos nacionales del 40% en las compras que realice el Estado, se podrían generar 70.000 nuevos puestos de trabajo en los próximos años.

En este contexto, desde la Cámara Argentina de Máquinas de Oficinas Comerciales y Afines (CAMOCA), que nuclea a ensambladores de notebooks, tablets y computadoras de escritorio -sector que se vio afectado por la eliminación de aranceles para la importación de estos equipos-, pidieron que se contemplen las particularidades de esta rama de actividad. 

Si bien consideraron que "la revisión de esta ley aparece como una decisión razonabie", pusieron el foco en la "redefinición del concepto que permite calificar a un bien como de origen nacional". 

Desde CAMOCA destacaron el artículo 2 de la ley en vigencia, que señala que "se entiende que un bien es de origen nacional, cuando ha sido producido o extraído en la Nación Argentina, siempre que el costo de las materias primas, insumos o materiales importados nacionalizados no supere el cuarenta por ciento de su valor bruto de producción". 

"A la luz de los nuevos escenarios productivos, calificar un bien como nacional según ei costo de las materias primas, insumos o materiales lutilizados resulta inadecuado o por lo menos insuficiente. Según esta definición, un producto que utilice materiales importados en un porcentaje menor del que fija la ley y que se fabrica mediante un proceso totalmente robotizado que no genera trabajo para los argentinos, es de origen nacional. En cambio, un producto que utiliza materiales importados en un porcentaje mayor del que fija la ley, pero que incorpora diseño argentino y se fabrica generando trabajo calificado, no lo es", detallaron en un comunicado. 

"Las industrias electrónica e informática brindan numerosos ejemplos de desarrollos locales de significativo valor agregado argentino a los que la actual ley califica como no nacionales, por el simple hecho de utilizar componentes electrónicos elementales de escaso valor relativo, cuya fabricación se concentra en pocos países del mundo", ampliaron. 

Así las cosas, aseguraron que "la reforma de la ley vigente debe revisar lo que dicha ley entiende como bien de origen nacional. Debe incorporar el aporte de diseño argentino que posea el bien y la generación de trabajo calificado que su producción genere". 

"Los legisladores tienen en sus manos la responsabilidad de transformar una definición que el desarrollo tecnológico ha convertido en obsoleta, en un instrumento legal que potencie el desarrollo local de las industrias del conocimiento", concluyeron.