“Era una tranquera que estaba cerrada con un candado. Y ese candado lo terminó abriendo Macri”.
Así se refirió el presidente de una cámara industrial a la política que está implementando la actual gestión para el manejo de las importaciones.
En los supermercados de la Argentina ya es posible encontrar cajas de té del Reino Unido, chocolates de Suiza, quesos y mermeladas de Francia, snacks y aderezos de Estados Unidos, además de aceites de oliva y fiambres de Italia.
Este movimiento está excediendo a los productos gourmet: datos del SENASA revelan que, poco a poco, se han ido incrementando las importaciones de pescado, pollo y hasta de carne de cerdo.
Esta tendencia también alcanza a bienes industriales. En los catálogos de las cadenas de retail, por ejemplo, comenzó a observarse una mayor presencia de lavarropas, heladeras y otros artículos del hogar procedentes tanto de Brasil como del sudeste asiático.
En los locales de ropa, en tanto, industriales advierten que de los percheros –antes cargados de prendas nacionales- ahora cuelgan cada vez más productos traídos mayormente de China, India y Vietnam.
Entre los empresarios hay mucha inquietud. Saben que en el macrismo se mantiene firme la idea de la importación como aliada en la lucha contra la inflación.
De hecho, el propio Mauricio Macri lo había dejado en claro a fines de diciembre cuando advirtió a los industriales que, “en caso de que no veamos un acompañamiento, entonces recurriremos a abrir las importaciones para traer una oferta adicional que corrija el problema de los precios”.
Sin embargo, en el Gobierno saben que es una estrategia de doble filo, dado que abrir el grifo impacta en el nivel de actividad.
Se aprobaron 35.000 permisos en tiempo récord
El Gobierno, ni bien asumió, decidió reemplazar las controvertidas Declaraciones Juradas (DJAI) por las Licencias No Automáticas (LNA).
Este trámite, aseguraron desde el macrismo, posibilita gestionar de manera “inteligente” el comercio exterior, ya que las LNA son permisos que sólo se deben solicitar para ingresar productos específicos, con la ventaja de poder realizar el trámite de manera totalmente online.
De este modo, le pusieron punto final a las DJAI, que no sólo englobaban al 100% de los bienes importados por la Argentina, sino que también eran administradas de manera arbitraria, en función de las necesidades de “caja”, lo que derivó en que gran parte de esos pedidos terminaran cajoneados en los despachos de la Secretaría de Comercio.
El fin de las DJAI fue consecuencia del plan de “reordenamiento” de la economía: la Organización Mundial del Comercio (OMC) había prohibido seguir utilizándolas y, en su lugar, el Gobierno debió implementar el mecanismo de licencias, que sí están avaladas por esta entidad.
Pero lo que preocupa ahora a varios sectores industriales es que justo antes de realizar el cambio de un sistema al otro, los funcionarios encargados de gestionar el comercio exterior decidieron aprobar un enorme tendal de DJAI que habían quedado “freezadas” por los salientes técnicos kirchneristas.
“Sabemos que, hacia fines de diciembre, aprobaron de un plumazo casi 35.000 DJAI. Incluso, hay casos de empresas que, como era costumbre durante el anterior Gobierno, habían hecho tres o cuatro veces el mismo pedido para ver si les salía algún permiso aprobado. Muchas se encontraron, de un día para el otro, con que les habilitaron todos esos pedidos, incluso los que habían solicitado por duplicado”, afirmó el referente de una cámara industrial ante la consulta de iProfesional.
Lo que inquieta a los empresarios es que, por más que esté vigente el nuevo sistema de Licencias No Automáticas, la gran mayoría de las compañías que ingresan bienes de consumo todavía lo están haciendo gracias al gran stock de DJAI que aún está vigente y a las cuales se les había dado luz verde a fines de diciembre.
Uno de los principales referentes de la cámara de línea blanca de la Argentina fue categórico al afirmar que la fluidez con la que están entrando heladeras, lavarropas y hasta cocinas ya comenzó a desplazar a los productos nacionales, en un contexto en el que, además, las empresas deben lidiar con una fuerte caída del consumo.
“Estamos viendo con preocupación que, apenas se aprobaron las DJAI, hubo una avalancha de artículos del hogar importados. Las estadísticas que tenemos marcan que el volumen se duplicó”, afirmó el directivo, que pidió mantener su nombre en reserva.
“No nos oponemos a que entren dispositivos de alta gama y que no fabricamos en el país, como hornos eléctricos o heladeras de dos puertas. El problema es que ahora están ingresando artículos que directamente compiten con la industria nacional”, recalcó.
Para agravar el panorama, afirmó que “la demanda, dependiendo del rubro, cayó entre un 25% y un 30%. Y los productos importados, que en lo que es línea blanca tenían una participación del 7%, ahora pasaron a tener un share del 15%”.
China y Brasil, aseguró, son los principales orígenes de los productos que arriban al país.
El problema para los industriales argentinos es que el producto nacional puesto en un comercio es un 40% más caro que uno proveniente del gigante asiático (impuestos y aranceles incluidos) y un 20% más costoso que el que se fabrica en Brasil.
Por este motivo, los empresarios del sector –nucleados en tres entidades- mantendrán este miércoles una reunión con el Ministerio de Producción, a cargo de Francisco Cabrera.
“Queremos más previsibilidad con el manejo de las importaciones, porque esto nos frena al querer planificar las próximas inversiones”, afirmó.
A través de un comunicado, desde la Confederación General Empresaria (CGERA) aseguraron que las ventas de un amplio espectro de rubros "cayeron entre un 20% y un 30% en lo que va del 2016” y que esto se generó “tanto por retracción de la demanda como por sustitución de lo que producimos por lo importado”.
“Esto se agravará en el segundo semestre, cuando vayan llegando los pedidos (de importación) realizados recientemente”, agregaron desde la entidad.
Tecnología: alerta por caída en ventas
En el sector tecnológico, en tanto, trazan una doble lectura: celebran que mejoró el flujo de importaciones de partes y piezas -fundamentales para la producción nacional-, pero la expectativa ahora está puesta en el ingreso de dispositivos que ya vienen armados y listos para la venta.
Luis Galli, presidente del Grupo Newsan, uno de los principales fabricantes emplazados en el polo electrónico de Tierra del Fuego, destacó a iProfesional que la parte positiva del levantamiento del cepo “es que se generó un efecto confianza muy importante. Se pudieron pagar las deudas con los proveedores y hay más previsibilidad para importar insumos, lo que permite hoy contar con una mayor oferta”.
A su vez, esta mayor previsibilidad y la recuperación de la confianza “generó que bajara sustancialmente la prima de riesgo” a la hora de comprar componentes fuera del país.
“Esto explica por qué los artículos electrónicos, en pesos, prácticamente no subieron desde la devaluación, frente a otros rubros, como el automotor, donde sí hubo fuertes subas, de entre 50% y 60%”, apuntó.
Tras un primer trimestre en el que las ventas de electro experimentaron una caída del 20%, las fichas están puestas en una recuperación de cara al segundo semestre.
Sin embargo, las empresas de Tierra del Fuego están expectantes ante el futuro flujo de importaciones de bienes terminados.
“Que haya una recuperación en el segundo semestre dependerá del nivel al que llegue la apertura. Si a la caída de actividad se le suma un incremento en el ingreso de artículos terminados, del orden del 20% al 30%, esto va a afectar a la producción y al empleo”, apuntó Galli.
Además, afirmó que “no sería saludable abrir indiscriminadamente las importaciones para que se beneficien empresas que no invierten en el país”.
Más ropa importada en los percheros
Marco Meloni, presidente de ProTejer, entidad que nuclea a fábricas del sector textil, también se mostró preocupado por la evolución del ingreso de mercadería del exterior.
"Estuvimos analizando los números del primer biemestre y hay una mala noticia: subieron las importaciones de toda la cadena, especialmente las confecciones. Y esto es consecuencia de todas las DJAI aprobadas en diciembre, que siguen vigentes”, afirmó.
Según el estudio de la entidad, las compras al mundo se incrementaron un 20% respecto al primer bimestre de 2015, medidas en kilos.
“Podría haber algo positivo y es que estamos observando que es poco lo que está entrando por la aprobación de licencias nuevas, pero esto también puede obedecer a que muchos importadores, con las DJAI, tuvieron cubierto prácticamente todo el primer trimestre”, apuntó Meloni.
Ariel Aguilar, presidente de la Cámara Industrial de Manufacturas del Cuero y Afines (CIMA), aseguró que su sector también está monitoreando el flujo de importaciones.
“Nos preocupa la brutal caída del consumo, porque si a partir de ahora aumenta el nivel de aprobación de las licencias, el mercado que tenemos va a ser absorbido por la competencia de afuera. Lo que estamos pidiendo al Gobierno es que no ingrese un volumen mayor al del año pasado”, apuntó.
Las industrias nacionales de este sector llegaron a tener el 60% de share pero ahora, aseguran, retrocedieron al 50%. "No queremos perder más posición de mercado”, afirmó Aguilar.
En el granero del mundo, alimentos importados
Así como en la industria están expectantes por la competencia que llega del exterior, el Gobierno parece decidido a utilizar las importaciones para adoctrinar a los productores de alimentos.
Por ahora, los volúmenes son relativamente bajos. Pero ya se observa una tendencia. Según datos del SENASA:
• Las compras al exterior de pescados crecieron casi 30% en el primer bimestre del año versus el mismo lapso de 2015.
• El ingreso de carne de cerdo se disparó un 107%, al pasar de unas 730 toneladas a más de 1.500 en ese período.
• La entrada de pollo fresco y derivados se incrementó en un 30%. Y Brasil, que hacía años no realizaba envíos hacia la Argentina, ya despachó las primeras 70 toneladas.
A esto se suma el protocolo fitosanitario firmado hace unas semanas entre el SENASA y la contraparte uruguaya para habilitar las importaciones de ganado en pie y carne vacuna.
De hecho, desde el Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas adelantaron a iProfesional que en breve estarán llegando a la Argentina los primeros embarques de materia prima uruguaya para la elaboración de hamburguesas.
Dado que cada año se producen más de 180 millones de medallones, se trata de un producto de gran relevancia en la canasta alimenticia de los argentinos.
En el Gobierno insisten con la tesis de que, a partir de junio, la presión inflacionaria irá disminuyendo. Y hasta se ilusionan con “estacionar” el índice en torno al 25% para todo el año.
Sin embargo, en base a la acelerada dinámica que mostraron los precios en el primer trimestre, las consultoras prevén que el nivel difícilmente se ubique por debajo del 35%.
Si bien alentar el ingreso de alimentos y productos del exterior es un paliativo que no resuelve el problema de fondo, gran parte del sector industrial teme que si la inflación no da muestras de desaceleración en los próximos meses, entonces el macrismo apele a las importaciones para "domar" los precios.