Hay que pasar el verano: el Gobierno apuesta a un "by-pass" hasta que lleguen los sojadólares

Hay que pasar el verano: el Gobierno apuesta a un "by-pass" hasta que lleguen los sojadólares
COMEX - 22 de Enero, 2014

Ya pasaron dos meses del inicio de la "luna de miel" tras el recambio de parte del Gabinete K. Y si hubo dos variables que se encargaron de empañarla -además de la crisis energética-, fueron la creciente tensión cambiaria y el continuo derrumbe de las reservas del Banco Central.

Tras perforar la "barrera psicológica" de los u$s30.000 millones, las tenencias de la entidad siguen en franco descenso y las posibilidades de recuperación lucen escasas, debido al poco éxito que está teniendo el "plan achique" pergeñado por el ministro de Economía, Axel Kicillof.

El mismo consiste en imprimirle una mayor velocidad al ritmo de devaluación, a la vez de intentar una estabilización del valor del blue poniéndole paños fríos al conta con liqui y mediante la reapertura del mercado del "dólar bolsa".

{noticias-relacionadas}Sin embargo, el "plan achique" no está dando sus frutos. Por el contrario, pese a que el Gobierno salió a ofrecer títulos de la ANSES a precios incluso por debajo de los de mercado, en los dos meses que Juan Carlos Fábrega lleva al frente del Central, las reservas se achicaron en más de u$s2.300 millones, mientras que el billete paralelo se disparó un 17 por ciento.

En este escenario complejo, la administración K está intentando articular una estrategia de mediano alcance. Una suerte de "operativo by-pass", tendiente a incrementar la oferta de dólares, aminorar los efectos de una política monetaria expansiva y cerrar las grietas por las cuales se pierden más divisas.

Desde la consultora M&S, que conduce el economista Carlos Melconian, destacaron que, para que las reservas no sigan cayendo, "el Gobierno tendió un puente colgante" o una suerte de "by pass" que tiene como objetivo pasar el verano hasta "empalmar con la venta de la cosecha gruesa", un período que va de marzo a mayo, también llamado el "trimestre dorado", debido a que es la temporada fuerte de ingreso "sojadólares".

Por eso es que el consenso entre analistas anticipaba un escenario de mayores restricciones.

Y finalmente llegaron: el Gobierno le dio una nueva estocada a los gastos de argentinos con tarjetas en moneda extranjera vía páginas web, un negocio que se comenzó a disparar en 2010 y que hoy contribuye a generar un déficit en la cuenta de servicios de más u$s7.000 millones anuales.

En concreto, según se publicó este martes en el Boletín Oficial, a partir de ahora, para comprar en sitios de Internet del exterior, habrá que completar una declaración jurada y tener una clave fiscal de nivel de seguridad 2, que se debe gestionar ante la AFIP.

La medida busca desalentar esta operatoria que viene creciendo a tasas chinas: en 2013, según datos de la Cámara Argentina de Comercio Electrónico, un millón y medio de argentinos realizaron compras en el exterior vía web, un 50% más que en 2012.

Claro que esta avanzada de la AFIP no es una medida aislada. Como se mencionó, forma parte del "by-pass" que viene articulando el Gobierno para atacar la escasez de divisas y que contempla distintos frentes: 

1. Restricciones a las importacionesEn primer lugar, Kicillof se enfocó en el sector automotriz -que el año pasado "succionó" cerca de u$s9.000 millones-, fijando el impuestazo a los vehículos de alta gama. Además, obligó a las compañías a achicar importaciones de 0Km entre y 20% y un 27% hasta marzo, justo cuando entran los "sojadólares".

Paralelamente, se propuso atacar el déficit del sector electrónico, exigiendo al polo de Tierra del Fuego que bajara el ritmo de compras de componentes del exterior en un 20%.

Además, el nuevo secretario de Comercio Interior, Augusto Costa, viene "pisando" los permisos de importación y no le está imprimiendo a su gestión la celeridad que había anticipado a los empresarios al llegar a su cargo.

"Hay promesas que no se están cumpliendo", aseguró a iProfesional un directivo de una cámara de primera línea que se entrevistó con el funcionario.  2. Exigencias a cerealeras

Tras años de tensas relaciones, paradójicamente, el Gobierno recurrió a las cerealeras para aminorar la caída de reservas. En concreto, Kicillof les ofreció un título ajustable por tipo de cambio más un interés del 3,5% contra liquidación de divisas por exportaciones de granos.

Luego de semanas de tires y aflojes, las cerealeras completaron el ingreso que habían comprometido de u$s1.820 millones. Así, el equipo de Axel Kicillof se anotó una victoria, aunque parcial, dado el ritmo descendente que siguieron mostrando las divisas del BCRA.  3. Nuevo canje de bonosPara aliviar la presión sobre el billete verde producto de la inyección de más pesos, el Ejecutivo avanzó con un canje por el Bonar 14, nominado en moneda local y con vencimiento el 30 de enero.

Para ello presentó un nuevo título, llamado Bonar 2019, que incluye una tasa de interés inferior y añade otros cinco años para su vencimiento. Suena poco tentador pero la clave está en que el principal tenedor es la ANSES y el resto está en cartera de bancos, que fueron "invitados" a sumarse a la propuesta.

El objetivo es evitar que más pesos se vuelquen al mercado, dado el riesgo de que parte de esa liquidez vaya al blue. 4. Suba de tarifas

En las últimas semanas, el Gobierno avanzó con importantes ajustes que están pegando en el bolsillo de los argentinos. Entre las medidas figuran alzas en las tarifas de colectivos, vuelos de cabotaje, así como también en naftas y peajes para intentar estabilizar el déficit fiscal y restarle presión a la emisión monetaria.

En concreto, la medida tiene como objetivo achicar los subsidios, que el año pasado acumularon la friolera de u$s150.000 millones, según estimaciones de la Asociación Argentina de Presupuesto. 

Bajar este gasto es clave, dado que permitiría moderar la inyección de pesos y no seguir echando nafta a la "hoguera del blue". Claro que esto tiene un efecto colateral preocupante: una aceleración de la inflación.  5. Paquete de inversiones en energía

El Gobierno busca profundizar las inversiones en el sector hidrocarburífero. Por esta vía se busca que lleguen dólares frescos, con la esperanza además de poder achicar el déficit energético que, sin mediar cambios estructurales, en este 2014 volvería a crecer y a marcar un nuevo récord histórico.

En esta dirección, según la Comisión de Hidrocarburos, que maneja Kicillof, ya hay comprometidas inversiones por más de u$s6.000 millones para exploración y explotación de gas, shale gas y petróleo en el área de Vaca Muerta correspondiente a Río Negro.

Entre las empresas que sumaron compromisos, además de Chevron, figuran Dow, la francesa Total, Pan American Energy, Petrobras, Pluspetrol y hasta O&G Developments, subsidiaria de Shell, enfrentada en los últimos años con el Gobierno.

6. Más recargo al turismo en el exterior

Es una compleja cruzada pero que se torna clave en la pulseada contra la pérdida de reservas, dado que el año pasado el BCRA resignó cerca de u$s7.000 millones por este concepto.

 

Para ello avanzó en diciembre último con el recargo del 35% a los gastos con tarjeta y a las compras de paquetes y aéreos y reforzó la devaluación del dólar. Esto llevó a que un viaje al exterior hoy cueste casi 85% más, en pesos, que el verano pasado.

La esperada "lluvia verde"

A pesar de este "by-pass" instrumentado con muchas iniciativas para pasar el verano, las propias autoridades del BCRA no esperan grandes milagros y ya se preparan para un retroceso en el nivel de reservas, que en marzo podrían llegar hasta los u$s27.000 millones, el peor nivel en casi 8 años.

Sin embargo, la visión oficial es que, sin toda esta batería de medidas, el derrumbe podría ser peor.

La esperanza está puesta en el período marzo-mayo, de la mano de la irrupción de la cosecha de granos y de la mayor liquidación de divisas.

Para la administración K, esta lluvia de "sojadólares" le permitiría al BCRA recuperar reservas, hacerlas regresar a los u$s30.000 millones, e incluso cerrar el año un escalón más arriba.

Según Eric Ritondale, economista de Econoviews, para ello es que el Gobierno está "preparando el escenario", vía una mayor devaluación, que se extendería hasta marzo. Esto, en teoría, alentaría a los productores a liquidar la soja en el mercado.

El valor del dólar es clave dado que, por más acuerdos que se tejan con cerealeras, si los sojeros no sueltan la mercadería -que funciona como un refugio- la "lluvia verde" podría demorarse más de lo debido.

Por ello es que algunos funcionarios y economistas afines al círculo K vienen abriendo el paraguas de antemano y agitando versiones sobre la conveniencia de que el Estado vuelva a controlar el mercado de granos, como ocurría décadas atrás.

El problema es que las estimaciones no son del todo alentadoras: desde la consultora Abeceb proyectan que esta nueva cosecha será superior en cuanto a toneladas pero que dejára menos dólares en la economía que en 2013, como consecuencia de precios más deprimidos.

"La política expansiva de la Reserva Federal (Fed) fortalece a la divisa estadounidense y repercute negativamente en el precio de las materias primas. A esto hay que sumar las grandes cosechas de soja en el mundo, lo que conjuga un escenario menos favorable para la Argentina", sostuvo Carolina Schuff, economista de Abeceb.

Según la experta, el valor de la cosecha exportable será de u$s25.000 millones, unos u$s1.500 millones menos que la anterior campaña.

A este escenario complejo se suma otra variable clave: en la medida en que no se logre achicar la brecha, se potenciará el fenómeno de "retención de granos" por parte de los productores, tal como sucedió en 2013.

"Mientras el gap no se achique, menos productores estarán dispuestos a vender su cosecha", alertó Eric Ritondale, economista de la consultora Econviews.

Lo que viene tras el "trimestre dorado"

Frente a una lluvia de dólares que no será más intensa respecto al año anterior y ante el riesgo de que los productores retengan parte de la cosecha, desde Econviews consideran clave que Kicillof logre financiamiento internacional de envergadura.

"El Gobierno enfrenta opciones complejas y costosas dado que la fiesta de los dólares fáciles terminó", completaron desde la consultora.

Desde M&S, en tanto, señalaron que el efecto de los "sojadólares" durará "un tiempito". Sin embargo, "entrado el segundo semestre los pagos de deuda crecerán, la oferta del yuyito se reducirá, subirán las importaciones de energía, las divisas petroleras mermarán y el puente colgante empezará a tambalear".

Además, advirtieron que, cuanto más el Gobierno se empeñe en proteger las reservas, "mayor será la cantidad de pesos en circulación -para cubrir el déficit- y mayor la presión inflacionaria. Y viceversa: cuanto más quiera evitar una aceleración de los precios, mayor será la presión sobre las reservas".

Así, bajo la óptica de la consultora que dirige Melconian, el Ejecutivo deberá resolver un gran dilema: "O se tolera una inflación más alta o un nivel de reservas más bajo. Las dos cosas no se pueden hacer".

Desde Econométrica ya le pusieron resultado a esta pelea de intereses que se vive dentro del propio Gobierno: calculan que las tenencias del BCRA seguirán su derrotero bajista hasta los u$s23.000 millones y que el índice de precios no bajará del 30%.

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